AUMENTO DE CARACTERES DE TWITTER NO GENERARÍA CAMBIOS BRUSCOS EN SU UNIVERSO DE USUARIOS
La decisión desató quejas en la red social: La mayor extensión del tuit, que buscaría incrementar la popularidad de la aplicación, no les servirá para aumentar seguidores, auguran los expertos. Quienes se han mostrado reacios al cambio, agregan, terminarán acostumbrándose. La cantidad máxima de caracteres que se permitían en la redacción de un tuit antes de la noche del martes tenía la misma extensión que este párrafo. Ahora que Twitter -luego de realizar experimentos el pasado septiembre solo con un grupo de personas- anunció hace dos días que los usuarios de la red social tendrán 140 caracteres más para comunicarse en esta plataforma, la extensión aumentó a la misma de este segundo párrafo... Tan solo en un par de horas, la diferencia en el número de palabras produjo miles de críticas alrededor del mundo. "Encuentro los 280 caracteres de un rococó y mal gusto insoportables. Mucho mejor los elegantes 140", tuiteó el famoso escritor español Agustín Fernández Mallo, demostrando que, para un grupo de tuiteros, el tamaño del mensaje es algo valioso. "Creo que los usuarios sobrerreaccionaron", dice Constanza Quejada, directora de planificación estratégica y experta en redes sociales de la agencia de publicidad Raya. "La decisión no implica que se va a romper el estilo, porque igual terminará siendo microcontenido", agrega la publicista. Pese a la polémica, opina Sebastián Valenzuela, profesor de la Facultad de Comunicaciones de la U. Católica, es difícil que los usuarios más fieles de Twitter se alejen de la plataforma, porque "no se trata de un cambio tan brusco". "Si uno mira la historia, siempre hay un grupo importante de usuarios a quienes no les gustan las innovaciones, pero es muy difícil que eso genere un rechazo que termine por ahuyentar a las personas", dice Valenzuela. En su opinión, esto tiene que ver con las características de la plataforma. "Lo que sucede es que Twitter es algo especial, porque a la gente que está allí las une el hecho de que les gusta la política o las noticias. Allí están quienes les interesan específicamente. Finalmente, después de un período de shock , se terminarán adaptando. No creo que salgan corriendo. Además, los resultados de los experimentos que hizo Twitter los últimos meses habrán sido suficientes para convencerlos", asegura. Ni restar ni sumar Ambos coinciden en que la estrategia de la red social tiene que ver con un camino que busca mejorar las ganancias de la compañía. Según las estadísticas, Twitter solo ha ganado 31 millones de usuarios en los últimos dos años, frente a los cientos de millones que había sumado durante sus primeros años en la web. Sin embargo, cree Valenzuela, aumentar los caracteres tampoco beneficiará a la compañía californiana, al menos, específicamente en ese aspecto. "Es una empresa que está en bolsa y a la que se le exige crecimiento, y esto les permite, por ejemplo, darles más espacio a los avisadores. Pero yo dudo que eso atraiga a más personas porque la compañía tiene un problema de fondo, y es que a la mayoría de la gente no le gustan las noticias ni la política". Lo que sí podría suceder, agrega Quezada, es que el cambio genere una curatoría entre los usuarios. "A la gente que está en Twitter le preocupa que se vuelva molesto (su timeline ) y que sea agotador leer la vida de los demás en 280 caracteres, pero finalmente a quienes tomen esa actitud, los van a dejar de seguir". Desvirtuar o no desvirtuar Para Arturo Arriagada, profesor de la Facultad de Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez, la decisión de la empresa apunta a aumentar las posibilidades comunicativas de la red social, imitando las herramientas que ofrecen competidores como Instagram o Facebook. "Era una plataforma que te entregaba la posibilidad de ser preciso, pero eso mismo espantaba a muchos porque actualmente la comunicación solo verbal puede resultar muy acotada", dice el académico. Eso no quiere decir, aclara Valenzuela, que Twitter esté intentando mutar. "No creo que cambie la esencia, porque no es una modificación radical. Esta apuesta es solo un ejemplo más de una plataforma que está desesperada", puntualiza. "Es una empresa que se durmió en los laureles y está reaccionando. Yo me habría esperado este cambio hace unos cuatro años. Sin embargo, creo que su comunidad va a seguir siendo la misma, aquellos que privilegian las pequeñas cápsulas de contenido", agrega Quezada.