Imprimir Cerrar |
|
Autor: Marisol García
PALABRAS FRESCAS
Investigadores y cronistas históricos aprenden con rapidez el concepto de "falso recuerdo", aunque sólo sea para maldecir las pistas falsas que les toman trabajo en vano.
Del llamado Síndrome de Memoria Falsa hay análisis en textos y webs de siquiatría, así como de testigos mitómanos están llenos los archivos judiciales. No debiésemos por eso sorprendernos tanto con remembranzas y conclusiones que no son lo que dicen ser, sino más bien con que sigamos dándoles tanto crédito público a opiniones y sentencias particulares que sería esperable que circulasen entre sospechas. Las encuestas, por ejemplo. O los encuestados, más bien. Uno de los libros más comentados este semestre en Estados Unidos es el ensayo de un ex analista de información de Google que tuvo la ocurrencia de ocupar las búsquedas en internet como pistas de tendencias sociales, y luego contrastarlas con las estadísticas que encuestas y censos dan por ciertas. Según Everybody lies -el título del libro es elocuente- la gente no tiene tanto interés en la política, ni come tan sano, ni tolera a las minorías, ni practica sexo tan frecuente ni monógamamente como dice que lo hace. El autor doctorado en Economía, llama a Google "el suero de la verdad digital" y dice que entiende cuando le dicen que es un libro deprimente: "Yo mismo me he llevado una impresión bastante mala sobre las personas al prepararlo". Hemos dado por hecho que la incesante circulación de opiniones y confesión de intimidades amplificada por internet entrega pistas fiables sobre la vida contemporánea, sin indagar lo suficiente en que la cara que mostramos onlíne es, por supuesto, una impostura. Ese disfraz formal e ideológico -postureo es la palabra de moda- explicaría en parte el auge de la llamada "política de la identidad" que ha podido levantar como urgentes asuntos que efectivamente reubican debates sociales acallados por décadas (el de la discriminación a minorías por ejemplo), pero sin en realidad alterar los cimientos del contrato social. Del "unanimismo" o falsa unanimidad alertan hace semanas varios columnistas españoles en referencia al proceso catalán. Nos acostumbramos a ver sel/íes con filtro y escuchar opiniones pulidas de disidencia. El silencio -de aquello que avergüenza decir de lo que se asume incorrecto de enarbolar, de lo que legítimamente se elige dejar en privado- es un dato social que urge tomar en cuenta, estiman los analistas más despiertos; el problema es que es difícil y caro de medir. El autoengaño colectivo en torno a tendencias traducidas a una vaga idea del pulso social nos permite jugar un rato más a hacernos los sorprendidos.
>Everybody Lies (2017): "Big data, nueva data y lo que la internet revela sobre quiénes realmente somos" es elsubítulo de este aplaudido nuevo libro de Seth Stephens-Davidowitz, que sostiene que nuestro actual manejo de la información -en volúmenes cotidianos nunca antes vistos en la historia de la humanidad- ha convertido nuestra sociedad en un gran laboratorio, lleno de nuevas conclusiones sobre el modo en el que hoy pensamos.
>"Et lado B de internet": estudio realizado este año en Chile sobre comportamiento online; donde, por cierto, no faltan las mentirillas. A cargo de la Facultad de Comunicaciones de la UC, puede leerse y descargarse en www.mediainteractive.cl.
>TED Talk: Elizabeth Loftus: la sicóloga estadounidense se ha especializado en estudiar la fiabilidad de los recuerdos.
"¿Qué tan confiable es la memoria?" es su charla TED, completa en YouTube, y con subtítulos en castellano.
>"Mentira", Buddy Richard: una de las mejores baladas hechas en Chile no es tanto sobre la mujer que engaña, sino sobre el pobre que se deja embaucar. "Y fui creyendo en ti sin sospechar..." es lo que explica el desbarranco.
Por Marisol García
Copyright © 2022 · LITORALPRESS