UN "SOL DE MÉXICO" MADE IN CHILE
A sus 43 años, Marcelo Henríquez lleva 20 como doble oficial de Luis Miguel, un artista que este 2018 recuperó su protagonismo en nuestro país gracias a la exitosa bioserie en Netflix y a su posible participación en el próximo Festival de Viña. Con la agenda colmada de shows a lo largo de Chile, Henríquez relata su vida antes de dedicarla a la imitación recuerda su paso fallido por "Mi nombre es", de Canal 13, y revela que más allá de las inquietudes artísticas, la suya es una personalidad profundamente pragmática: "El único color en el que creo es el del dinero", dice. por Nicolás Lazo Jerez* S EL AÑO 2011. UN HOMBRE ENTRA AUN SET DE TELEVISIÓN DE CANAL 13 Y, CON PASO DECIDIDO, CAMINA HASTA EL CENTRO DEL ESCENARIO, DONDE SE SIENTA EN UNA SILLA ALTA. El traje que viste p¿irece hecho a su medida.
El pelo, corto y peinado hacia atrás, está levemente teñido castaño claro. La piel del rostro v de las manos luce bronceada en un tono perfectamente uniforme. Detrás suyo, en grandes letras amarillas, el título del show: Mi nombre es.
Frente a él, en la mesa del jurado, la cantante Nicole le pregunta: —Sabes que las mujeres se vuelven locas por ti, ¿no? —Lo he notado.
Sentados a ambos lados de Nicole José Alfredo Fuentes, músico ¡cónico de la Nueva Ola chilena, y Gustavo Sánchez, productor discográfico puertorriqueño y por entonces manager de Chayarme, lo miran con atención.
—Mi nombre es Luis Miguel —dice el recién llegado, aunque se llama Marcelo. Marcelo Henríquez.
Apenas se detiene a respirar, se acerca el micrófono y canta: —No sé tú. pero yo no dejo de pensar. Ni un minuto me logro despojar de tus besos, tus abrazos.
Lo que había sido un comienzo aceptable rápidamente deriva en el extravío de la voz respecto de la melodía de la canción. El gesto de Gustavo Sánchez se deforma en una mueca de incomodidad. José Alfredo Fuentes dirige la vista hacia un punto indeterminado detrás de las cámaras. Nicole en medio, intenta mantener una expresión simpática, casi amistosa. Transcurren los segundos.
El hombre sobre el escenario sigue cantando impasible, pero de vez en cuando los mira de reojo.
—Me haces falta, mucha falta. No sé tú... —finaliza.
Lo último que se oye es un instrumento de viento en volumen descendente.
—No sé tú, pero yo no escuché a Luismi —sentencia Nicole, sin abandonar la expresión simpática.
El hombre bronceado y levemente teñido solo sonríe. Años más tarde, en octubre de 2018, dirá que lo engañaron que el director del programase comportó "como una rata", que a él y a los demás postulantes les habían comunicado que no se trataría de una competencia de canto, sino que de una suerte de docurreality sobre su proceso de perfeccionamiento, que Gustavo Sánchez era el mánager de un artista que en vivo no canta demasiado, por lo cual no tenía autoridad para evaluar su trabajo.
Pero allí, en el set de Canal 13, el hombre que dijo llamarse Luis Miguel no tuvo más remedio que sonreír y aceptar estoico el veredicto demoledor.
-LO DE "MI NOMBRE ES" FUE DEBUT Y DESPEDIDA —relata Marcelo Henríquez en un cate del malí Florida Center, sentado en una mesa ¿dejada de las demás.
La velocidad con la que empieza a hablar, así como la forma de caminar al llegar hasta el café, son síntomas de un hombre enérgico —casi hiperactivo— y puede notarse de inmediato, seguro de sí mismo.
—Aprendí que hay que aceptar las críticas, pero siempre dependiendo de quién vengan. No de cualquiera. Si las críticas son en buena actitud, se aceptan; pero las que me hicieron en ese programa fueron en mala onda. Yo salí lastimado de "Mi nombre es", aunque eso me simó caleta, porque empecé a tomar clases de canto. Nunca pensé en retirarme.
Dije: "Esta es mi oportunidad. Aquí es donde tengo que hacer el quiebre. O sigo o paror. Y como a mí me gustan las peleas y me creo bueno, me puse a estudiar.
Pero cuando me preguntan, respondo sin ni un drama: no estaba preparado.
Andrea Zúñiga, productora de eventos y administradora del sitio DoblesFamosos.cl, más tarde coníimuu'á esa evolución: —Marcelo Henríquez es quizás el imitador de Luis Miguel que menos canta aunque con el tiempo se ha ido perfeccionando. Eso sí, su principal valor consiste en que es el doble más parecido físicamente.
En los videos de sus presentaciones recientes, efectivamente, ya no se le escucha como en "Mi nombre es\ Su voz se parece poco a la del astro mexicano, pero al menos no comete los errores de aquella oportunidad, reflejo de la disciplina que aplica a su labor de doble.
—Siempre ha estado preocupado al máximo de su personaje. Se fija absolutamente en cada detalle de Luis Miguel —cuenta la prima de Marcelo Henríquez, Marisol Díaz.
—Antes salía un pavasito al que le ponían unos lentecitos, un trajecito y una corbatita —recuerda Henríquez en el café del Florida Center—. Ese era el doble de Luis Miguel que había. ¿Cómo cambié eso? Iba a los shows y me filmaba. Llegaba a las cinco de la mañana a mi casa, veía
Marcelo Henríquez comenzó su carrera en un concurso de “igualito a” del matinal "Buenos días a todos".
el video, agarraba un lápiz y un papel y empezaba a trabajar el personaje.
Cada vez que habla sobre un tema serio para él, entorna los ojos, frunce el entrecejo y adopta una expresión que por algún motivo difícil de explicar, lo hace asemejarse todavía más al cantante mexicano. Frente a las críticas que ha recibido, y en particular respecto de Gustavo Sánchez, quien murió en 2012 producto de un infarto cardíaco Henríquez se muestra tajante.
—Tú no puedes llegar a un país y pasarte por la raja a toda la gente que se te cruza por enfrente. El fue mala onda con muchos colegas míos. No es por nada, pero la vida te pasa la cuenta.
A medida que avanza la tarde, su posición a contraluz de la ventana hace que el rostro pierda algunos de los contornos que lo definen. Cuando ello ocurre, es como si al otro lado de la mesa estuviera el auténtico Luis Miguel.
—Los hueones no se parecen, lo hacen de patudos —dice acerca de los demás imitadores del artista—. Eso ahora está permitido; antes no lo estaba. Yo los perdono porque pienso que los compadres tienen algún problema mental o aman a Luis Miguel y quieren demostrárselo al mundo.
Se quita el jockey negro que traía puesto, se alisa el pelo hacia atrás y vuelve a entrecerrar los ojos.
—Si hablamos de un tema profesional, esos compadres no existen.
Luis Miguel, el cantante, mide L78 metros. Luis Miguel, el doble, mide 1.70, pero supera esa diferencia con unos zapatos Max Denegrí que cuentan con un realce interno de siete centímetros. Luis Miguel, el cantante, tiene residencia en Miami y se encuentra en permanente gira por los cinco continentes. Luis Miguel, el doble, vive en Gran Avenida, en Santiago de Chile, y concurre a los shows de Santiago en un Suzuki Swift 1.3.
El estreno de una exitosa serie sobre la vida de Luis Miguel, emitida durante este año en Netflix y Telemundo muestra la alegría y los sinsabores personales del intérprete en paralelo a su apabullante carrera musical. Una serie biográfica sobre Marcelo Henríquez en tanto, mostraría a este último llevando una vida normal en su casa del sector poniente de Santiago junto con su hermano Cristián y esa madre que desde 1977 no se volvió a casar. Lo mostraría sin habilidades artísticas ni antecedentes familiares en ese ámbito, a excepción de un tío que alguna vez fue campeón nacional de cueca. Lo mostraría decidiéndose por estudiar Técnico en Administración de Personal en la desaparecida Universidad San Andrés en la Gran Avenida. Lo mostraría haciendo la práctica en Entel con una hija recién nacida y urgido por la necesidad de comprar leche y pañales. Lo mostraría, y quizás dedicaría a ello un capítulo especial, en ese momento clave, a los 22 o 23 años de edad, en que decidió cambiar su vida, cruzar lo que él denomina "la frontera sin retorno" y aceptar que su parecido físico con Luis Miguel podía convertirse en un trabajo y, por qué no, en un buen negocio.
—¿Tienes alguna postura política? —El año en que Piñera ganó por primera vez, actué en las campañas de los cuatro candidatos presidenciales que había. El único color en el que creo es el color del dinero.
Una serie biográfica sobre Marcelo Henríquez lo mostraría cuando era adolescente y veía "Éxito", un programa de variedades nacido a mediados de los ochenta y conducido por José Alfredo Fuentes, el mismo que lo evaluó desde la mesa del jurado de "Mi nombre es". Si es fiel a la realidad, esa serie tendría que incluir una escena, ambientada en el living de su casa, en que un Marcelo de 14 años mira a su hermano y le dice, apuntando el televisor: —Alguna vez voy a salir en la tele y voy a ser conocido.
LUIS MIGUEL, EL CANTANTE, ES HIJO DE LA ACTRIZ MARCELA BASTERI Y DE LUIS GALLEGO ("LUISITO REY"), muerto de neumonía en 1992. Luis Miguel, el doble es hijo de la enfermera Mercedes Morales y de Alfonso Henríquez, muerto de cáncer gástrico en 1977 Luis Miguel, el cantante, nació en 1970 y debutó artísticamente a los 11 años de edad, durante la boda de la hija del presidente mexicano José López Portillo. Luis Miguel, el doble, nació en 1975 y entró al mundo del espectáculo pasados los 20 años, en un concurso de "igualitos a" organizado por el matinal "Buenos días a todos".
“Parecerse físicamente es crear un momento. Es crear la magia, el instante. En ese sentido, es más pega que parecerse en la voz”, dice el imitador Marcelo Henríquez.
GENTILEZA DOBLE OFICIAL EN CHILE DE LUIS MIGUEL A los 22 años Marcelo Henríquez aceptó que su parecido con Luis Miguel podía convertirse en un trabajo e, incluso, un buen negocio.
GENTILEZA DOBLE OFICIAL EN CHILE DE LUIS MIGUEL "Alguna vez voy a salir en la tele y voy a ser conocido", dijo el imitador a los 14 años.
Marcelo Henríquez asegura que un rasgo que lo destaca entre los dobles es la disciplina que aplica a su trabajo.
SON LAS 11 DE LA NOCHE DEL SÁBADO 1 DE SEPTIEMBRE DE 2018.
Vestido completamente de negro, excepto por un pañuelo blanco que asoma desde el bolsillo superior de su chaqueta Marcelo Henríquez se pasea entre las mesas de La Curva, im restorán que le debe el nombre a su ubicación en un ángulo de la calle San Juan que antecede unos metros a la intersección con San Ignacio, comuna de Machalí, a 97 kilómetros de Santiago.
El olor a parrillada cruza de lado a lado un salón con cielo de vigas expuestas.
La mayoría de los comensales bebe cerveza o pisco sour. Mientras Marcelo intercala el canto con frases dirigidas a los presentes, suena un medley que incluye "Ahora te puedes marchar", "Cuando calienta el sol" y "No culpes a la noche". Alguien inicia una transmisión en vivo para Facebook, que se llena de saludos de sus followers. Pese al entusiasmo del imitador, quien se para en una silla e invita al público a sumarse, la participación aún es tibia. Sin embargo, el panorama cambia en el instante en que aparecen las infaltables, las infalibles baladas.
Con veinte años de shows en el cuerpo Marcelo Henríquez parece conocer perfectamente las preferencias de los asistentes. En efecto, apenas unos minutos más tarde quienes llenan las mesas del restorán corean al unísono: —Te voy a olvidar, palabra de honor.
Paloma perdida, ya no puedo más.
A diferencia del público, Henríquez disfruta por igual cada una de las canciones que canta, aunque, claro, no siempre canta. A menudo deja sonar la pista, a la que no ha quitado la voz original de Luis Miguel.
—¿Cuál es tu canción favorita? —"La incondicional", por todo lo que lo llevó a escribir ese tema. Además cuando la canto queda literalmente la embarrada.
HENRÍQUEZ NO ES EL ÚNICO MARCELO QUE IMITA A LUIS MIGUEL. Desde los 11 años, Marcelo Mellado interpreta las canciones del "Sol de México" para los más diversos públicos y, ya desde los 18, cuando recibió su primer sueldo como showmcm, se gana la vida como el doble del cantante. Podría decirse que corresponde al reverso exacto de Marcelo Henríquez: no se asemeja físicamente pero, en cambio, posee un timbre y un registro vocal gracias a los cuales obtuvo el segundo lugar en la segunda temporada de "Mi nombre es".
—En mi situación, no influye que me parezca menos a Luis Miguel —asegura desde Puerto Montt—. Quienes conocen mi trabajo lo valoran por la voz.
—Parecerse físicamente es crear un momento. Es crear la magia, el instante.
En ese sentido, es más pega que parecerse en la voz —plantea, en cambio, Marcelo Henríquez.
—El no canta, solo mueve la boca. Esa es, por así decirlo, su debilidad —replica Marcelo Mellado. Sin embargo, se detiene y añade: En realidad, cada uno tiene su público. No puedo criticar a mis colegas porque, en el fondo, todos vivimos a la sombra de Luis Miguel.
Silvana Cortés, presidenta del fan club de Luis Miguel más antiguo de Chile precisa que, en su caso, prefieren tratar con Marcelo Mellado: — No se le suben los humos a la cabeza, tiene clarísimo que el artista es Luis Miguel y hace su trabajo con mucho respeto.
También señala que, "en los 30 años de Todo por Luis Miguel, hemos conocido a varios dobles, algunos que son temporales por concursos y otros que, simplemente, se sienten superiores al artista. Y, bueno, ahí se acaba nuestro apoyo".
—¿Ese sería el caso de Marcelo Henríquez? —La verdad, casi no coincidimos con él.
Tal como ocurre con Elvis Presley y Freddie Mercury, Michael Jackson y Amy Winehouse, Luis Miguel inspira la imitación de muchos. Solo en nuestro país, existe conocimiento de al menos tres dobles que hoy se dedican sistemáticamente a ello. El otro se llama Elias Pizarro, quien durante la elaboración de este reportaje se encontraba de gira fuera del país. No obstante, el título de "doble oficial en Chile", otorgado por el sello Warner Music, únicamente recae en Marcelo Henríquez, todo gracias a esa circunstancia aleatoria que la genética reservó en exclusiva para él: ser irrecusablemente parecido al "Sol'.
EL SEMÁFORO ESTÁ EN ROJO EN LA ESQUINA NORORIENTE DE CALLE DEL ARZOBISPO CON SANTA MARIA, frente al río Mapocho.
Marcelo Henríquez detiene el Suzuki Swiffc L3, baja el volumen déla radio, mira por el espejo retrovisor y dispara: —Al final, no pasó nada con los participantes de "Mi nombre esr. ¿En qué están? Yo no los veo por ninguna parte. Podrían haber hecho un comercial al menos, pero no.
—Quedamos los mismos de al principio, los mismos de hace veinte años —coincide Guillermo Carvallo, doble de Ricky Martin, sentado en el asiento del copiloto.
Son las tres de la tarde del viernes 19 de octubre. Cae un pesado calor primaveral sobre Santiago. Luis Miguel y Ricky Martin, Marcelo y Guillermo, vienen saliendo de Agenda Fox, un programa franjeado de la señal de cable Fox Sports Chile al que fueron invitados junto a las dobles de Yuri y Shakira para llevar a cabo, a modo de juego, un simulacro del Festival de Viña.
—Por alguna razón, siguen llamándonos a nosotros, a los de siempre —insiste Marcelo.
Pero, aunque con menos pantalla que él, lo cierto es que los demás dobles han logrado abrirse paso en la escena. Así lo confirmarían Marcelo Bahamondes, Fabián Alvear y Javier Díaz, exparticipantes de Mi nombre es y dobles de Camilo Sesto, Sandro y Eddie Vedder, respectivamente. Así lo confirmaría, también Marcelo Mellado, el Luis Miguel de Puerto Montt.
Cruzamos el Puente Arzobispo, doblamos hacia el poniente en Providencia y luego seguimos hacia el sur por Avenida Salvador. Luis Miguel y Ricky Martin Marcelo y Guillermo, olvidan por unos minutos el estelar de Canal 13 y graban en el celular, sin demasiadas ganas, un saludo para im colegio que está de aniversario.
De pronto, Guillermo gira medio cuerpo hacia el asiento trasero y, bromeando, pregunta: —¿Este hueón ya te contó que es ninfómano? —SI UNA MINA ME DICE "VÁMONOS PA' MIAMI', yo le digo "Ni cagando", a menos que exista la posibilidad de continuar mi carrera allá. A estas alturas el ritmo ya no es el mismo.
—¿Qué pasa si te enamoras? —No, ni cagando.
Estamos en uno de los camarines del área que Fox Sports Chile arrienda a Televisión Nacional para realizar sus programas. Mientras Marcelo Henríquez se viste como Luis Miguel, se maquilla como Luis Miguel y se peina como Luis Miguel, hablamos sobre su soltería con 4<3 años y dos hijos: Javiera, de 18, y Martín, de 6.
—Uno no es de fierro, pero igual no me iría de aquí a vivir una aventura.
Un productor se asoma a la puerta.
—¿Luis Miguel está listo? Marcelo Henríquez asiente.
Minutos más tarde, cruzamos un pasillo amplio, subimos una escalera, entramos al set de Agenda Fox y, en cuanto ve a una de las panelistas del espacio, se acerca y dice en voz baja: —Siempre todo va a depender de quién venga. Con ella me caso y me voy a vivir a Miami.
*Nicolás Lazo es alumno del Magíster en Periodismo ÜC-El Mercurio.
El imitador dice que debe invertir una suma importante de dinero en ropa y zapatos.
El éxito de “Luis Miguel: la serie” multiplicó las
presentaciones de su imitador.
En la serie de Netflix, el actor mexicano Diego Boneta interpreta a Luis Miguel.
(Mi canción favorita es) “La incondicional, por todo lo que lo llevó a escribir ese tema. Además, cuando la canto queda literalmente la embarrada”.
GENTILEZA DOBLE OFICIAL