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Presidenta realizó este jueves su última cuenta pública
En Valparaíso hay actualmente 730 viviendas en zonas de riesgo.
Washington Guerra M.
Era su discurso final en el Congreso y estaba dejando un relato de los cuatro años de gobierno, el segundo que tuvo en sus manos. Pero, de pronto, la Presidenta Michelle Bachelet -contenta con el 31% de aprobación que le entregó la última encuesta Adimark (aunque lejos del 53% de apoyo que tenía en 2009, cuando dio el último discurso de su primer gobierno)- les envió un consejo especial a los chilenos que han sufrido de las catástrofes naturales recientes: a saber, incendios forestales en Valparaíso y el sur de Chile, y los aluviones del norte del país.
"No podemos predecir las catástrofes naturales, pero sí podemos estar preparados para enfrentarlas. Y esta es una tarea del Estado, pero en la que las personas pueden ayudar, evitando reinstalarse en zonas de riesgo o botar basura en quebradas, por ejemplo", dijo Bachelet tras un balance sobre estas catástrofes que, según sus palabras, implican una inversión de US$ 510 millones entre 2014 y 2021.
Lo que les dijo, en pocas palabras fue: por favor, no vuelvan a vivir allí.
Pero, más allá de la buena intención ¿hay razones económicas, geológicas y urbanísticas para que este consejo sea tomado mucho más en cuenta? Medidas. La Quinta Región sufrió dos grandes incendios en los últimos tres años: en abril de 2014 y a comienzos de este año. Un estudio encargado por la intendencia de esa región a la Universidad Católica de Valparaíso detectó que hay 730 viviendas que están instaladas en zonas de riesgo. Es decir, la gente volvió, pese al peligro. "Las personas que viven allí se han instalado irregularmente en estos lugares", explica Gabriel Aldoney, intendente de la Región de Valparaíso.
El arquitecto y profesor de la Universidad Católica Iván Poduje dice que "para que la gente no se asiente en lugares de riesgo, las autoridades deben tomar medidas como, por ejemplo, darle un destino a esas zonas de riesgo, o sea convertirlo en un parque o en una avenida. Las tomas se producen cuando el lugar está abandonado o no tiene uso".
Por eso, el intendente Aldoney dice que hay un estudio de intervención, que tiene 60% de avance, "que busca que en esos lugares se instalen cosas como lagunas, parques o anfiteatros".
¿A dónde vuelvo? Pablo Osses, académico de geografía de la UC, dice no entender el llamado de Bachelet: "Las zonas de riesgo son parte de las ciudades que están legalmente construidas y que las personas tienen sus casas, entonces decir a las personas que no vuelvan a sus casas es raro. ¿Si no vuelvo a mi casa a dónde vuelvo? ¿Hay una zonificación nueva? ¿Hay una reglamentación mejor?", se pregunta.
El arquitecto Roberto Moris considera que, además, volver al mismo lugar es complejo, caro y no termina siendo una solución urbanística ideal: "Es mejor buscar zonas más seguras donde no haya que hacer obras de mitigación para hacer una reconstrucción por sobre zonas de riesgo".
Factor económico. El director alterno de Clapes UC, Rodrigo Cerda, plantea otra inquietud: "Es complejo decirles a las personas que tienen derecho de propiedad que no vuelvan a sus casas. Trasladar a todo un pueblo a otro sitio significa que no puedes vender el terreno a otro porque el sitio tiene costo cero".
Los incendios forestales de comienzos de año provocaron la pérdida total de 850 viviendas en Santa Olga y Los Aromos. A cuatro meses de los desastres, el subsecretario de Obras Públicas y coordinador nacional de la reconstrucción Sergio Galilea, explica: "Las personas de Santa Olga que vivían en zonas de riesgo no volverán a habitar allí. Para ello, se han tomado las medidas de seguridad necesarias como la construcción de muros d-e contenciones y áreas verdes".
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