Valerio Fuenzalida está detrás del estudio "Política Pública: TV parvularia en el Aula parvularia".
"Necesitamos un canal público infantil segmentado
i La audiencia necesita mejores programas elaborados con nuevos criterios".
Por Jimmy Gavilán El investigador y académico Valerio Fuenzalida se ha especializado en el estudio de contenidos televisivos y audiencia infantil. El año pasado lanzó el libro "La Nueva Televisión Infantil" (Fondo de Cultura Económica) y ahora ha publicado una investigación orientada a la disección de los primeros espectadores: "Política Pública: TV parvularia en el Aula parvularia".
Sobre este trabajo, desarrollado en conjunto con la Universidad Católica y el programa Ecuela+ de DirecTV, señala: "Los estudios de audiencia son difíciles con los niños. Por ello me interesó mucho la nueva imagen del niño construida a fines de los años 90 por la neurociencia, la cual entregaba una imagen de un niño con capacidades internas, muy diferente a la imagen de un niño vacío propuesta por el conductismo.
Entonces se podía trabajar con una teoría más segura acerca de la audiencia infantil".
—¿Cuánto tiempo le tomó llevarla a cabo? — Llevo más de 6 años en la Facultad de Comunicaciones de la UC con un curso semestral dedicado al tema televisión y niños. En esa docencia, y apoyado en literatura internacional sobre niños y TV apareció el potencial de la nueva TV para niños realizada con las nuevas ideas de la neurociencia. De ahí ha brotado un trabajo experimental en terreno en aulas con niños de escuelas públicas en Quilicura Isla de Maipo, Curicó, Quillota, San Felipe, y otras próximamente. Se ha ido creando una metodología de trabajo en el aula con programas de TV que los niños ya ven en sus hogares.
— ¿Qué desafíos tiene la televisión en la educación parvularia? —Ciertamente hay una valorización de la educación parvularia y esfuerzos por expandir su cobertura y calidad. La Subsecretaría de Educación Parvularia del Mineduc conoce mi trabajo y lo valora. Yo pienso que necesitamos un canal público infantil segmentado y articulado con el aula. El aporte especial es desarrollar la inteligencia socio-emocional del niño, diferente a las capacidades de lectoescritura y matemáticas; ello aporta a la calidad general de la educación, ya que el desarrollo en educación inicial es la base del buen resultado en la educación posterior.
—¿Cómo definiría al público infantil en el año 2017? —Creo que es una audiencia que tiene necesidad de mejores programas, elaborados con nuevos criterios de calidad muchos de ellos ya tienen alta audiencia de los niños. Ellos se relacionan también en multiplataforma.
—¿Qué camino, a su juicio, debiese tomar la televisión infantil hoy por hoy? —Creo que hay varias tareas complementarias: producir programas con nuevos criterios de calidad; emitir esos programas; capacitar a las maestras y a la familia a usar esos programas en el aula y en el hogar.
—Creada la televisión bajo la tríada "entretener, informar, educar, ¿cómo ve actualmente el tercer aspecto, es decir, "educar"? —No ha desaparecido sino que se ha especificado en la inteligencia socio-emocional, la cual va unida al disfrute y a la entretención. Es una mirada diferente y en desarrollo y que necesita integrarse en la escuela.
—¿Extraña las clasificaciones "R responsabilidad compartida" y "A adultos" en la televisión abierta chilena? —Ciertamente toda orientación explícita y clara es útil.
—¿Valdría la pena incluir programas para un segmento que no tiene a la televisión abierta en su radar, sino que prefiere canales de Youtube Netflix y la televisión de pago? —Los niños se fueron al cable y le dan alta sintonía a esos canales: la única solución es tener un canal infantil público 24/7 con programación continuada de 6 am-9 pm aproximadamente y con programas seleccionados por sus nuevos criterios de calidad. Las franjas infantiles en TV están obsoletas, pues los niños tienen otros hábitos de consumo en el cable.