Fecha:15-01-2021Ranking:0Favorabilidad: No Definida
Fuente:LavanguardiaAutor:
Tema:Informativo Noticioso  
Título:Al parecer el problema no es la política
 

La gran noticia de esta semana ocurrió este lunes 11 de enero pues a las 23:59 horas de ese día se cerró el proceso de inscripción de candidaturas a concejales, alcaldes, gobernadores y constituyentes que participarán en las elecciones del 11 de abril de 2021.

Según las cifras entregadas por el Servicio Electoral (SERVEL), a los candidatos presentados por los partidos políticos se agregaron más de 22 mil personas inscritas como candidatos preliminares independientes patrocinadas por 380.000 ciudadanos igualmente ajenos a alguna tienda política. Estas cifras son únicas en nuestra historia electoral no sólo por la cuantía sino también por la expresa manifestación del compromiso ciudadano expresado en el deseo de participar sin el alero partidario.

Si bien el desarrollo de la Democracia requiere de partidos políticos que organicen la participación ciudadana no siempre su comportamiento va en la línea de la realidad social y han de ser los ciudadanos, ya sea a través de organizaciones sociales o de modo independiente, los que ocupen su lugar en la dirección del destino del país.

Y eso es lo que ha ocurrido este lunes recién pasado, demostrando que los chilenos no hemos perdido la fe en las instituciones sino en quienes las dirigen y que existe un serio compromiso con los destinos de nuestra Patria pero en nuevas manos.

Otra característica que ha tenido este proceso de inscripción ha sido el eterno juego de alianzas electorales que los partidos políticos han realizado, el que a mi modo de ver ha sido un espectáculo a lo menos penoso.

Los de Derecha han unido en una sola lista a facciones tan distintas entre sí como Evópoli y Republicano, los que ya han comenzado a “pasar la aplanadora” a sus socios electorales con el nombramiento mañoso de una de sus partidarias provocando la discusión al interior de Renovación Nacional, la descalificación de José Antonio Kast del partido de su sobrino y la amenaza de renuncia de Gonzalo Blumel a su candidatura constituyente. ¡Y en menos de 24 horas de haber inscrito oficialmente la alianza! La vereda de enfrente no se queda atrás.

Hasta último minuto los partidos de Centro-Izquierda realizaron tratativas de unión que no fructificaron y durante semanas escuchamos a Fuad Chahín como descalificaba al Partido Comunista, la Unión Constituyente seleccionaba a sus socios y el Frente Amplio hacía lo propio con sus antiguos aliados; con esto nos encontraremos con cédulas electorales “tamaño Mercurio” donde cada pequeña diferencia doctrinaria será representada por alguna facción. Lo que por otra parte es, al menos, más honesto al final del día. Acaba de iniciarse un proceso eleccionario histórico para nuestro país y no podemos quedarnos sentados mirando como el mundo se desarrolla frente a nuestras narices.

Lo primero es tomar conciencia que en Chile nuestro padrón electoral posee un universo de 14.900 .089 de electores habilitados de los cuales el 51 % corresponde a mujeres, el 71% tiene entre 20 y 59 años de edad, y sólo 588.821 están inscritos en algún partido político, por lo que evaluemos el escenario que se nos presenta.

Si sólo el 6% de los ciudadanos chilenos están inscritos en algún partido político, ¿cuál es la relevancia de estas organizaciones en el Chile actual? Tal vez sea hora de replantear la vigencia de los ya existentes y conformar unos nuevos alejados de sus actuales jerarcas quienes han dado, en general, muestras de poca coherencia no sólo con las promesas electorales realizadas en sus campañas sino que con las bases ideológicas que se supone los sustentan.

Otro elemento para considerar es la subrepresentación femenina en los altos cargos políticos de la nación situación que debiera cambiar si pretendemos eliminar el machismo hetero patriarcal que aún domina en nuestra sociedad pues la única forma de cambiar los modos es transformando a los actores.

Los resultados entregados por el SERVEL al cierre del proceso de inscripción electoral nos hablan de que los chilenos han dejado de renegar de la política y desean participar en la conformación de un nuevo pacto social alejado de los vicios liderados por Partidos que durante más de treinta años pretendieron monopolizar los temas de discusión e interés común, estableciendo reglas que limitaban excesivamente la representatividad popular y decidían qué temas eran los que debían ser tratados y cuáles legislados. Esto ha llegado a su fin, estamos frente a un momento histórico en el que el ciudadano común y corriente se ha empoderado exigiendo participación activa y real. Como reza un refrán popular, “hay que separar la paja del trigo”, el problema no era la Política sino que los Políticos. Por Nidia Araya M. Profesora de Estado en Historia y Geografía. Licenciada en Educación en Historia y Geografía Universidad de Santiago de Chile. Magíster en Administración y Gestión Educacional Universidad Mayor (*) Las opiniones vertidas en esta columna no reflejan necesariamente la línea editorial de «La Vanguardia Chile»

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