La Segunda Online (Chile)
07-08-2018
Más quiebras y menos expectativas: el desafío económico del Gobierno
Expertos piden al Ejecutivo una agenda más clara y medidas estructurales. Por Equipo de Economía En menos de tres meses, la planta de contenedores Maersk y la fábrica de fideos Pastas Suazo cerraron. Y no lo hicieron sin ruido, debido a su simbolismo en las regiones donde operaban (Valparaíso y Maule). Y no fueron las únicas, si consideramos que la azucarera Iansa también dejó de operar su planta en Linares. Pero Maersk y Suazo forman parte de un listado mayor de empresas liquidadas, cuyo número subió 47% en el primer semestre en comparación con igual periodo de 2017, pasando de 439 a 647, según datos de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento. Este organismo explica que la cifra pudo verse influida por un mayor conocimiento de la ley que opera desde hace cuatro años. “A la antigua ley de quiebras, se acogían no más de 100 empresas y 2 personas por año, en promedio. Ahora hay muchas más personas y empresas que están usando los instrumentos”. Pero más allá de la fundamentación estadística, la cifra resalta en medio de un escenario económico que se ve desafiado por una baja en las expectativas de las propias empresas (ver gráfico), pese a que el crecimiento del país lleva un buen ritmo (en el primer semestre Chile se expandió 4,7% y Focus Economics auguró hoy una expansión anual de 3,8%) .Los expertos creen que este menor optimismo es justificado: la falta de políticas y anuncios del gobierno ha llevado a que el impulso que tenía la economía al iniciar el nuevo mandato presidencial se esté diluyendo. En editoriales y columnas de opinión, personalidades políticas y económicas han llamado al gobierno a ser más activo (ver recuadro). “El gobierno se fijó como desafío relanzar el crecimiento. La oportunidad la tiene, aunque las dificultades son muchas. Es conveniente que tome nota que para los observadores externos y numerosos agentes internos aún no ha dado pasos suficientes para convencerlos de que será exitoso”, dijo Hernán Büchi en una columna de El Mercurio el domingo.Y autoridades del gobierno anterior se han unido a las críticas: “Veo un gobierno sin agenda económica clara”, dijo el ex ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, en La Tercera. Desde el gobierno reconocen que el camino no ha sido fácil. “Estamos viendo que hay mayor dificultad para que el crecimiento (de la economía) se transforme en crecimiento del empleo”, dijo el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, a La Tercera el sábado. La falta de iniciativas claras es una de las principales críticas al Ejecutivo. “Es cuestión de medidas más estructurales: impuestos, modernización del Estado, concesiones, condiciones laborales más flexibles”, dijo Héctor Soto en su columna dominical en La Tercera. El Informe de Percepción de Negocios del Banco Central, publicado la semana pasada, da pistas respecto a la sensación ambiente al afirmar que la mayoría de los consultados cree que “el desempeño de sus negocios ha sido más bajo de lo que esperaban a comienzos de año”. “El mayor crecimiento del primer semestre se explica por mejores expectativas a fines del año pasado”, dice Alejandro Fernández, gerente de Estudios de Gemines. “El deterioro de expectativas más reciente se dio porque no se ven fundamentos para que la expansión acelerada de la actividad continúe. Tiene que ver en parte con la guerra comercial, pero hay otra parte, más importante, que tiene que ver con que no se aprecian decisiones de política o medidas específicas que tiendan a sostener esta expansión. Las expectativas que había de la gestión del gobierno no se han materializado”, agrega. Detrás de las quiebrasAunque la Superintendencia de Insolvencia cree que el aumento de las liquidaciones (o quiebras) se vincula a un mayor conocimiento de la ley, economistas lo vinculan más a razones de fondo.“El común denominador es pérdida de competitividad”, explica el economista y académico de la Universidad Mayor, Tomás Flores. El ex subsecretario de Economía de Piñera dice que estas empresas, luego de varios años de bajo crecimiento económico en el país, no fueron capaces de adecuarse a la nueva realidad del mercado: “Al no poder hacer la transición adecuada, finalmente no pudieron cumplir sus compromisos precipitando la quiebra”. Flores explica que hay varios factores que pueden haber influido en que estas empresas no hayan conseguido adaptarse, como el aumento en la automatización, la competencia global y el entorno regulatorio. En este último elemento, resalta la Reforma Tributaria de 2014 que, según él, habría limitado la capacidad de reinvertir de las empresas, debilitando su posibilidad de reaccionar frente al ciclo económico adverso. Para Eduardo Fuentes, académico de la Universidad Autónoma, sería un fenómeno más internacional. “Los casos de Maersk y Iansa no están asociados a una economía con bajos niveles de crecimiento, sino más bien están afectadas por las condiciones de los mercados internacionales, que les provocaron una falta de competitividad”, explica. Círculo viciosoPese a que las causas de los cierres de las empresas pueden venir desde antes de la entrada de este gobierno, sus efectos se pueden expandir y llevar a un ciclo vicioso. “Estos casos han afectado las expectativas de los inversionistas”, dice Fuentes. Agrega que esto lleva a menor inversión y limita el crecimiento económico. Concuerda el académico de la Facultad de Administración y Economía de la Usach, Sergio López. Explica que el cierre de estas plantas emblemáticas, junto a las débiles cifras de desempleo, han aumentado la inseguridad laboral. “Medimos, con el proyecto DICIT, que la percepción de inseguridad laboral está llevando a una mala percepción de la economía”, explica López. Y si la caída de las expectativas continúa, “podría impactar el crecimiento económico a futuro”, advierte Fernández de Gémines.
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