El Rancaguino (Chile)
24-02-2021
OPINION: Rancagua puede provocar el boom de la movilidad eléctrica desde regiones.
Por Esteban Valenzuela Van Treek Académico, Pdte. Comisión para la Descentralización 2014, Región de O’Higgins.
Es una injusticia supina que el régimen centralista de Chile siga comprando carísimos buses eléctricos solo para Santiago, mientras no existen planes integrados de transporte con tarjeta Bip para la inter modalidad en base a corredores de buses las regiones altamente contaminadas y sin ningún plan relevante de descontaminación financiado en el centro sur, además de Coyhaique y Calama, lo que irrita por la desidia y porque existen soluciones pragmáticas y eficientes made in Chile.
Así como la pandemia demostró que la USACH y la Udec con ASMAR podían construir ventiladores mecánicos con alta tecnología, la empresa Rebond en Rancagua, alianza del grupo Link de transporte de pasajeros y un grupo de ingenieros jóvenes de la UC inspirados en la economía circular, hace más de un año construyó los primeros buses eléctricos con baterías de litio que han funcionado con calidad y eficacia al interior de la mina El Teniente.
Cumplieron todas las exigencias técnicas a mitad de precio de un bus importado, al combinar la reutilización de buses dados de baja a los cuales se le cambia todo el sistema de energía. En vez de concentrar los recursos en Santiago se debe pasar a una política eficaz por la colaboración del gobierno central, gobiernos regionales, municipios y las asociaciones de buses locales. Los Gobiernos Regionales y su nueva División de Infraestructura y Trasporte ya debieran tener alternativas viables y usar decuadamente los fondos compensatorios por el mega subsidio al Transantiago. Las mismas normas e inversión se deben dar por parejo en la RM y en todas las regiones.
Buses nuevos articulados importandos grandes cuando se justifica en troncales de vías estructurantes de zonas metropolitanas (Alameda en Santiago, eje Paicaví en Concepción, Machalí a nuevo Hospital en Rancagua, por ejemplo, pero facilitación a decenas de ciudades, cientos de comunas y agrópolis, de buses eléctricos en zonas altamente contaminadas como Talca, el eje Victoria-Temuco, la zona de Mostazal a Chimbarongo, las que además clama por un Metrohiggins como el Merval o el Biotren ante la lentitud de la centralizada EFE. El Ministerio del ramo los aprobó de manera experimental, ministros lo han usado, pero la Contraloría General de la República lleva meses sin apobar este modelo de buses eléctricos recobvertidos.
La misma Contraloría que hemos felicitado por su celeridad en castigar el saqueo de cerros con bosque esclerófilo por palteros que expandían sus monocultivos en pendientes altas fuera de la ley, se acerca al concepto de omisión lesiva al demorar esta aprobación clave para que municipios, líneas de buses y gobiernos regionales pacten un buen uso de los fondos compensatorios del Transantiago con la promoción de esta opción que acerca el valor de los taxibuses a litio a los 120 millones de pesos versus el doble de uno nuevo.
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