Autor: M. SOLEDAD VIAL.
“Veo a la derecha sin lenguaje político común, con diputados mirando obscenamente su propio interés”
El abogado entra a fondo en el momento de “extrema disociación política y suma cero” que vive el país, en los “peligros” de una “sociedad infantilizada por el populismo”, y los riesgos que sumó la pandemia. Su esperanza está en la organización del poder —“más que una interminable lista de aspiraciones”—, que aporte la nueva Constitución. | “Católico y liberal. Es de centroderecha. Una eminencia jurídica”. Son frases tomadas de su perfil en Wikibello, el sitio que alimenta la afilada pluma de futuros abogados de la U. De Chile. Enrique Barros lleva 58 años en la emblemática escuela de Pío Nono, que ha moldeado su carrera académica y pública, entre otros, como expresidente del Colegio de Abogados y del Centro de Estudios Públicos.
Desde Los Ángeles, en la casa que construyó con su mujer, donde antes estuvo la panadería del campo familiar, Barros ha se guido haciendo clases, dando “opiniones legales” y, al terminar esta entrevista, se conectará a un arbitraje internacional. Además participa en conversaciones constitucionales con centros de estudios, en un grupo que lidera Lucas Sierra por el CEP.
Vivimos “una situación de peligro”, advierte, “pero lo primero es salir del pantano” y una cuestión central —“desde la Constitución de Filadelfia”, recalca varias veces— son “las reglas de organización del poder”. “Lo que verdaderamente falta es ganas de hacer la pega”. “El riesgo es el infantilismo de no ser capaz de hacerse cargo de la propia vida, seguir a una populista descarada que da de mamar”. ENRIQUE BARROS, ACADÉMICO Y EXPRESIDENTE DEL CENTRO DE ESTUDIOS PÚBLICOS: “EL GOBIERNO ESTÁ HACIENDO LA VISTA GORDA CON LA VIOLENCIA” —Son tiempos más de Montesquieu que de Rousseau, ha dicho, ¿se necesita esa visión del poder? —Más que colectivismo que termina con la libertad, como en los regímenes totalitarios, Montesquieu es un artista de cómo dis tribuir el poder. Vivimos una etapa de extrema disociación política, el Gobierno plantea reformas tan importantes como la previsional y pese a todo lo avanzado, no sale, porque la oposición no quiere darle ese triunfo. Un juego de suma cero completo, de amigoenemigo, verdad-mentira, lo opuesto de un republicanismo democrático que atiende al bien general.
Vivimos la situación más incierta desde 1973, pero no enfrentamos el dilema horrible de dos males atroces como entonces. —¿ Cuándo se dejó de perseguir el bien general? —El individualismo es resultado de cierta pobreza moral, de la pérdida del sentido de solidaridad y no tan ajeno a la muerte de Dios en nuestra cultura. Es lo que distingue a la antigua y nueva DC. Los últimos cuatro gobiernos han sido muy complicados, con una política muy divisiva por la naturaleza delos presidentes y de sus propósitos políti cos. Y ocurrió la paradoja de Tocqueville, lo conversaba con Oscar Godoy; a medida que avanza el proceso igualitario, las demandas yla conciencia de desigualdad se hacen más Tuertes. Ese malestar transversal fue el de octubre de 2019 y la marcha pacífica del millón de personas. La falta de conciencia histórica se muestra en la falacia de “no son $30, sino 30 años”, porque Chile cambió absolutamente. Lo que verdaderamente falta es ganas de hacer la pega, como anotaba Eugenio Tironi.
La crisis nos ha hecho mamones, por necesidad, y significa que una proporción grande de gente vive de subsidios. —¿ Cómo se instala un estado social, sin que los subsidios maten las ganas? —Deben desarrollarse políticas para los necesitados, pero evitar incentivos para parásitos abusadores. Un estado social que incentive a que la gente se haga responsable de su vida; identificar y jerarquizar necesi dades —el error de Bachelet I—, servicios públicos de verdad, más que apoyos monetarios. La subsidiaridad está golpeada porque fue un argumento libertario, donde lo que quedaba para lo público era insignificante. La cultura de la dictadura no fue liberal, sino profundamente utilitarista: el mercado porque es eficiente. El plebiscito del 88 lo ganó ese espíritu liberal, optimista, de respeto recíproco, de esperanzas bien situadas. Necesitamos renovar ese momento reconstituyente. —En ese debate, ¿qué peligro representa la pandemia? —El cambio cultural que puede producir la pandemia es muy peligroso. Por las ayudas y retiros de las AFP, la gente está con di 'nero para subsistir sin ganas de salir adelante. Es una injusticia generacional, los retiros que promueven la oposición y también Lavín los pagará la generación que viene.
El riesgo es el infantilismo de no ser capaz de hacerse cargo de la propia vida, seguir a una “Hay un déficit muy grande del Estado, porque no se combatió la violencia con las reglas del Estado de Derecho”. populista descarada que da de mamar. Es para preguntarse por el estado moral de la República.
La palabra patriotismo se ha de: figurado en las elites políticas, pero intuyo que eso empieza a cambiar —"Populista descarada”, ¿por qué Pamela Jiles es la más popular? —Veo a Pamela Jiles como lor de un dí dependerá mucho de quiénes sean sus adversarios. Me bastó ver que el presidente del Banco Central expuso en la comisión de Hacienda del Senado los perjuicios de los retiros para las finanzas públicas y, acto seguido, lo aprobaron 3-2.
En el fondo, esto es un cohecho a gran escala, los parlamentarios dan dinero para recibir votos y atentan contra el espíritu republicano. ¿Se cree que la tercera distribución es buena para el país o se compra el apoyo a quienes hipotecan su futuro?, ¿se puede hablar de democracia representativa? Muestra los riesgos de ducir la democracia directa vinculante. —-¿ Y tiene sentido que el Presidente recurra al T, Constitucional amenazado él constitucionalmente? —En una circunstancia ordinaria es obvio recurrir al TC, no lo hizo en el primer retiro, enel segundo fue exitoso, pero de una forma que prácticamente no tuvo efecto. Como es un espectáculo, el Presidente es la besti gra y la amenaza real es el circo romano de una acusación constitucional, completamente ilegítima. Soy crítico del Presidente, o que no podía dar y pagó las consecuencias, luego perdió tiempo con una reforma tributaria sin destino. Pero en la pandemia ha estado mejor que la mayoría, incluidos países del primer mundo. Ne- —¿ Se juega también el futuro del TC? —Es completamente esencial que el TC se fortalezca al máximo en el proceso constituyente. Resulta obvio que debe terminar el control preventivo que la Constitución del 80 tomó de la francesa, debe tomar los amparos constitucionales y mejorar el proceso de designación de sus jueces.
Se hanido politizando torpemente, deben ser juristas con legitimidad profesional, como los consejeros del Banco Central. —¿Hay riesgo en un proceso constituyente, con este clima político y social? —Tengo amigos tremendamente pesi'mistas y es un escenario posible, estamos en una situación de peligro. Es mucho lo que se juega, pero confío en que Chile tiene fondo ¡ tucional y aun los desbordes que termi nan en tragedias son pasajeros. Pero también hay crisis dolorosas y largas, la última duró 20 años, desde la UP hasta Aylwin.
Espero que la Convención Constituyente sea un lugar de encuentro, que fije reglas que incentiven los acuerdos políticos mayori rios y, en lo posible, transversales. —¿ Cómo se protege la Convención de amenazas, funas, del "rodeo"? —La sociedad está infantilizada por el populismo. Gonzalo Vial decía que el peor mal dela niñez es el regaloneo sin deberes. Pero pienso que la Convención no va a ser rodeada y que el comunismo duro es una gran mi noría, más allá de candidaturas carismáti cas. Me encantó una entrevista que ls] —¿ Hay riesgo en un proceso constituyente, con este clima político y social? —Tengo amigos tremendamente pesi'mistas y es un escenario posible, estamos en una situación de peligro. Es que se juega, pero confío en que Chile tiene fondo stitucional y aun los desbordes que terminan en tragedias son pasajeros. Pero también hay crisis dolorosas y largas, la última duró 20 años, desde la UP hasta Aylwin.
Espero que la Convención Constituyente sea un lugar de encuentro, que fije reglas que incentiven los acuerdos políticos mayoritarios y, en lo posible, transversales. ¿ Cómo se protege la Convención de amenazas, funas, del "rodeo"? —La sociedad está infantilizada por el populismo. Gonzalo Vial decía que el peor mal de la niñez es el regaloneo sin deberes. Pero pienso que la Convención no va a ser rodeada y que el comunismo duro es una gran mi noría, más allá de candidaturas carismáti cas. Me encantó una entrevista que Ishiguro dio al Financial Times, decía que hoy “cualquier sentimiento puede devenir en verdad”, que se vuelve tiranía ideológica, sin invocación a la razón. Tengo la impresión de que la centroderecha y centroizquierda serán mayoría, y con una parte del Frente Amplio (FA) están las reglas y la aprobación por 2/3. El amedrentamiento vendrá de las minorías.
Intelectuales que se han radicalizado, como Fernando Atria, seguirán pidiendo que se vote por mayoría en asamblea, La ultra izquierda aspira a rearuna base autoritaria, a partir de un levantamiento popular, lo postula el PC desde 1945. El reglamento es muy importante y el trabajo de las comis deliberación libre y sin presiones. Nes, con —La policía ni la justicia desalojan campos tomados en La Araucanía y terrenos en las ciudades, ¿sigue vigente el Estado de Derecho en Chile? —El Estado de Derecho en Chile está severamente amenazado.
Hay un déficit muy grande del Estado, porque no se combatió la “Es mucho lo que se juega, pero confío en que Chile tiene fondo institucional y aun los desbordes que terminan en tragedias son pasajeros”. “El amedrentamiento vendrá de las minorías. La ultraizquierda aspira a rearmar el país sobre una base autoritaria, a partir de un levantamiento popular”. violencia con las reglas del Estado de Derecho. No es posible que una manifesta de cualquier tipo termine con niños ciegos; si se disparan balines, a los pies, no a la beza. La mentira en el caso Catrillanca des truyó todos los esfuerzos en el sur.
El Gobierno no atentó contra los derechos humanos, como dice la izquierda, es la policía quien perdió legitimidad por su ineficacia para combatir la violencia, y el Gobierno no quiere terminar en la justicia penal internacional. —¿ Está haciendo la vista gorda con la ¡ olencia? —El Gobierno está haciendo la vista gorda con la violencia. Me resultó aterradora la carta de Valentina Correa: a su padre lo asesinó un sicario porque no quiso vender un terreno que le tomaron y sigue tomado.
No puede ocurrir en Chile que saltarse la ley se convierta en una práctica socialmente aceptada, Veamos los efectos nefastos de la pérdida de forma y populismo que han derrumbado a nuestros vecinos. ¿Somos tan excepcionales? Uno de los problemas m que hay en Chile es fortalecer la gobernabilidad. Is serios —¿ Qué considera clave para la gobernabilidad?—La cuestión es abrir la conversación racional sobre lo que nos une, no sobre sentimientos, para eso está la TV. Nada peor que los sujetos políticos que hablan desde “la” verdad, son siempre mentirosos.
Si se maneja bien el proceso constitucional, se puede crear un nuevo clima para hacer políti Bienes instrumentales como un régimen político bien articulado son más importantes en el texto constitucional, que una interlista de aspiraciones.
Fortalecer los partidos es esencial, no hay democracia sin partidos, —Más bien, los partidos se han debilitado con la partida de cientos de militantes. —Pienso en partidos abiertos, con pretensiones ideológicas realistas, oxigenados y liberados de algunas máquinas internas siniestras; ¿ por qué los jóvenes participan en organizaciones sociales y rehúyen los partidos?, ¿ por qué personas nobles suelen rehuir la política? El régimen presidencial en Chile tiene un problema gravísimo; un sisteima que incentiva una mayoría parlamentaria distinta al Presidente, que se elige en segunda vuelta. Intentaría un régimen parla'mentario, pero no lo veo viable. Tenemos que cambiarlas elecciones parlamentarias y hacerlas después de la presidencial, fijar si temas mixtos de distritos unipersonales y listas de partidos que incentiven la participación política.
Exigir un porcentaje mínimo para que los partidos entren al Congreso y terminar con los pactos electorales que suman gente, pero sin compromiso común. —Tenemos 16 presidenciables en carre= ra, —En la oposición veo que el PPD y el PS son la misma cosa, deben fusionarse. La DC ha perdido completamente su identidad, y la izquierda está dividida entre muchos candidatos. Veo polos algo ridículos de política testimonial y oportunista. Hay un vacío terrible de ideas e instrumentos, no se sabe lo que proponen. —Vio nacer al FA en la U. De Chile, ¿qué opina de su devenir? —Nació con Gabriel Boric, que nunca fue un buen alumno —se ríe.
Al final, son pequeños grupos de amigos y por eso se divinosé silo que queda del FA podrá organizar un partido en serio. —¿ Y la derecha, coqueteando con la socialdemocracia?—Veo a la derecha sin lenguaje político común, con diputados mirando obscenamente su propio interés. Se ha desarrollado un foco populista con muchas caras, desde un populismo soft, a la catilinaria del crec miento sin calificaciones. La salida no es la mimetización de Lavín, la ortodoxia de Matthei, aunque tengo la mejor opinión de ella, o la volubilidad de RN. Excelente persona nuestro exministro de Hacienda Brione pero se equivocó al irse de candidato presidencial. Sebastián Sichel expresa el espíritu liberal de la Concertación y tiene todas las virtudes de un político moderno, me. Gustaría verlo en un gran conglomerado de centroderecha. ¡No puede haber cinco partidos en una corriente política que alo sumo. Tiene 40%!