Sencillo invento salva de la muerte a llamas bebés en el altiplano
Omar Ohrens, de la UC y de la Universidad Wisconsin-Madison 100 a 120 dólares MESE] EST MT Las pequeñas crías de los animales son atacadas por zorros y pumas. Ju Lio MATUS Y, oco efectivos son los rituales aymaras para que zorros y pumas dejen de atacar a los animales recién nacidos de los pobladores del altiplano chileno. Incluso, los desesperados ganaderos han llegado a soñar con muros de dos metros que rodeen los amplios lugares de pastoreo de llamas. Lo cierto es que igual pierden muchos animales en la época de las pariciones.
El investigador de la Universidad Católica y académico posdoctoral de la Universidad de Wisconsin-Madison, Omar Ohrens, asumió el desafío, considerando que tanto pumas (Puma Concolor) como zorros culpeos (Lycalopex Culpaeus ) están protegidos y no se pueden cazar ni matar.
Los resultados de su trabajo fueron publicados en la revista científica "Frontiers in Ecology and Environment”, que edita la Ecological Society of America, y le valió un artículo de la Universidad Wisconsin-Madison titulado "Flashing lights protect livestock in Chile by deterring pumas”. Por petición del SAG de Tarapacá y luego de dos años de estudios, el investigador comenzó a idear un sistema para detener los ataques de pumas y zorros, un dolor de cabeza que tienen todos los ganaderos del país. Primero habló con los afectados por la pérdida de animales y también con INDAP y Conaf. “A nivel mundial este problema es grande. En zonas rurales la gente tiene problemas con la vida silvestre”, dice Ohrens.
Asegura que se han intentado múltiples métodos de solución en el mundo, como Creó un sistema de luces que se encienden a distintos ritmos y colores, para hacer creer a los pumas que anda una persona con linterna. Cercos y sonidos. Los resultados han sido variados. En Chile se creó lo que se conoce como “Flashing lights”, un sistema de luces, ya que la mayoría de los ataques son nocturnos. Las luminarias están dispuestas cerca de los lugares donde pastorean los animales, incluso con recarga a través de un panel solar. Pero el problema es que los animales que atacan se podían acostumbrar a un ritmo de encendido y apagado de luces y a que tuviera un mismo color. Por eso se diseñó un sistema que enciende en lapsos de diferente duración y con colores que se alternan. "La idea es que el animal no se habitúe a la luz”, dice Ohrens.
Además, eso "simula a una persona que anda con una linterna si uno lo ve desde lejos”. Agrega que “esa actividad le avisa al animal que hay una persona ahí y no se va a acercar”. Según el académico, al analizar los resultados, el sistema fue disuasivo para el puma, pero no mucho para el zorro, que atacó 40 veces en 4 meses. “Esta luz no tuvo ningún efecto sobre los zorros, lo que amerita un nuevo estudio”, reconoce Ohrens. “Quizá no le tienen ese miedo al ser humano, como el puma”, adelanta.
El investigador, quien también participa en la ong Pantera, dedicada a la protección de felinos en el mundo, mantiene en desarrollo otro estudio sobre un sistema contra perros asilvestrados en la Araucanía, cuyos resultados se conocerán en unos meses. El sistema está disimulado entre rocas y ramas.