Autor: Por: Germán Kreisel
Factores sicológicos y físicos en los procedimientos de fertilidad
Hace poco más de cuatro décadas, los métodos tradicionales para tratar a una pareja infértil cambiaron con el nacimiento de lá primera bebé probeta, un hito que marcó el desarrollo de la medicina reproductiva, Desde allí, los avances son enormes en los tratamientos para tratar a una mujer, un hombre o una pareja con problemas de fertilidad. En ese sentido, los especialistas diferen» cian entre tratamientos de baja y alta complejidad. El Dr. Alejandro Manzur, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva, indica que generalmente las personas tienden a pensar que un tratamiento de fertilidad conlleva costos millonarios y procedimientos complejos. Sin embargo, existen instancias en la salud pública y privada antes de llegar a un especialista. “Siguen siendo vigentes las técnicas de baja complejidad, por lo tanto, en primer lugar, hay que estudiar a la pareja para saber Existen métodos de baja y alta complejidad. Sin embargo, no solo se trata de comenzar un tratamiento complejo como generalmente se piensa, el contexto de pareja y los hábitos son lo primero que se debe Estudiar para lograr el objetivo. AAA A Qué factores están involucrados, Existen técnicas como la actividad sexual dirigida bajo inducción de ovulación o la inseminación intrauterina”, explica Manzur.
Á su vez, el especialista detalla que, para comenzar un tratamiento de fertilidad, "lo primero es escuchar a la pareja, lo que se llama la anamnesis de fertilidad que debe ser bien detallada, y saber el tiempo de exposición al embarazo, si usó métodos anticonceptivos en el pasado y si tuvo alguna complicación derivada de eso.
También, el tipo de ciclo menstrual que tiene la mujer, si es regular o irregular; si hay enfermedades de transmisión sexual; cirugías que hayan podido comprometer la fertilidad; frecuencia coital, ya que las parejas cada vez disminuyen más las relaciones queriendo ser papás, y, además, la historia farniliar, porque hay un riesgo de repetir lo de generaciones anteriores”. Después de conocer bien al paciente se realiza un examen fisico, estudios básicos como un espermiograma en el caso del homBre, y un test que evalúe la reserva ovárica, si está ovulando o no y une ecografía para evaluar la anatomía en el caso de la mujer. “El tratamiento de fertilidad debe estar muy bien supervisado, por ello, la inducción de ovulación debe ser proporcional a los problemas que tenga la pareja”, sostiene el Dr. Manzur. Respecto a los métodos de alta complejidad, el Dr.
Raúl Sánchez, andrólogo y ginecólogo de la Universidad de la Frontera, Explica que solo identificando aquellos métodos que requieren de uso de laboratorio, son utilizadas las “técnicas de inseminación intrauterina, como la fecundación in vitro, sea esta convencional con la interacción in vitro de espermatozoides y ovocitos; la ICS|, que es la microinyección de un espermatozoide dentro del ovecito, las técnicas de crio preservación, tanto de ovocitos, espermatozoides y embriones”. Buenos hábitos y alimentación El tabaco, el alcohol y el uso de drogas son malos hábitos que las parejas que desean concebir deben erradicar. Así también se debe llevar una buena alimentación para evitar problemas de sobrepeso y complicaciones asociadas.
Evelyn Sánchez, académica de la Escuela Nutrición y Dietética de Universidad de Las Américas, dice que “una inadecuada alimentación sostenida en el tiempo puede desencadenar malnutrición por déficit o por exceso, ambas condiciones afectan la fertilidad, debido principalmente a alteraciones en el sisterna hormonal, derivando en repercusiones que comprometen a los órganos reproductores y la salud global.