Monje benedictino, arquitecto e historiador: la fructífera vida de Gabriel Guarda
La fe y el amor por la historia y la arquitectura marcaron sus 92 años de vida. Premio Nacional de Historia, deja un inmenso legado intelectual y espiritual, una pionera preocupación por el patrimonio y el diseño de un edificio clave de nuestra arquitectura moderna. Hoy son sus funerales y aquí damos cuenta de sus diálogos con “El Mercurio”. 44 oy siempre historíador y siempre nos comentaba el padre Gabriel Guarda hace un par de años. Pero, antes que eso, el sacerdote se definía esencialmente como monje benedictino y el eje de su vida fue la milenaría regla de San Benito. Sus ojos chispeantes refulgían en su hábito negro, que contrastaba con las blancas paredes de su monasterio. Allí murió tranquilamente, mientras dormía, y fue velado en la iglesia que él mismo proyectó con Martín Correa, con su mitra de abad sobre el ataúd. Hoy se realizarán sus funerales en forma privada. Guarda combinaba sus ples actividades con la rigurosa jornada monástica.
“Resulta muy bien, Son siete veces al día en que hay que interrumpir todo paraira rezar ala iglesia, Eso nos arma el día”. De profunda espiritualidad, fue prior y abad del Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes. Al morir tenía el título de abad emérito. Premio Nacional de Historia en1984, escribió cercade 400 artículos y más de 40 libros sobre historia y arquitectura.
“Es que soy viejo, no es un mérito especial”, decía con humor, Destacaba por su prodigiosa memoria, su energía y su capacidad para gozar los momentos, como cuando nadaba en el río Valdivia orecorría Chiloé estudiando sus iglesias de madera. Le apasionaba la investigación y conocía al dedillo los archivos de América y España. “Voy recorriendo tomo por tomo. Y dejo marcado el último que revisé, para cuando vuelva”, contaba a sus 87 años.
Aunque uno de sus grandes intereses fue la historia, uno de sus legados fundamentales es la autoría arquitectónica (junto al hermano Martín Correa Prieto) de la iglesia del monasterio benedictino de Las Condes Obra depurada y luminosa que ha inspirado a generaciones de arquitectos, hoy es Monumento Nacional. El padre Benito Rodríguez, actual abad benedictino, nosentregÓ ayer una breve apreciación sobre el sacerdote.
“El tuvo una gran irradiación en la vida cultural de Chile, pero quiero destacar la irradiación de su apostolado como monje, siempre asentadaenla lectio divina”, en la meditación de la Sagrada Escritura De ahí nació un grupo de vocaciones al monacato femenino, de su encuentro con grupos de jóvenes nació el Movimiento Apostólico Manquehue. Infinidad de laicos vinieron a orar y leer la Biblia con él”. VALDIVIA EN EL CORAZÓN Gabriel Guarda nació en 1928 en Valdivia como Fernando Guarda Geywitz. Tuvo en el sur —donde estudió con los salesianos— una rica vida familiar jun= to a sus parentelas de raíces españolas y germanas. Culminó sus estudios escolares en el Instituto Barros Arana, pero nunca olvidó su ciudad natal, a la que volvía todos los años y cuya preservación lo desvelaba. “Valdi: vía vive una situación difícil. Hay una edificación avasalladoGabriel Guarda subrayaba la centralidad de la luz en la arquitectura moderma de la iglesia del monasterio. Hasta allí llegaban muchos fieles en busca de ayuda espiritual, a rezar y leerla Biblia con él. LIBROS DE HISTORIA, ARQUITECTURA Y PATRIMONIO Varias decenas de obras publicó Ga= briel Guarda durante su vida.
Ellas conjugan su interés en la historia de Chile, su deseo de dejar registro de la arquitectura tradicional del país y su interés en la evolución de la Iglesia chilena desde la Conquista. "Iglesias de madera. Cautín-Llanquihue”, “Iglesias de Chiloé”, "Capillas del valle del Elqui”, “Colchagua. Arquitectura tradicional", “Flandes Indiano. Las fortificaciones del reino de Chile", "La tradición de la madera", "Historia urbana del Reino de Chile” y "Joaquín Toesca. Una imagen del imperio español en América” son algunas.
En un plano más histórico aparecen "Los laicos en la cristianización de América”, "La sociedad de Chile austral antes de la colonización alemana”, "Los encomenderos de Chiloé", "historia de Valdivia”, "Monumenta cartographica chiloensia: misión, territorio y defensa 1596-1826" (coautoría de Rodrigo Moreno) y "La Edad Media de Chile”, que revisa la historia de la Iglesia de 1541 a 1826. OPINIONES EMILIO DE LA CERDA “Gabriel Guarda fue uno de los mayores héroes de la arquitectura y el patrimonio en Chile y Latinoamérica en el siglo XX.
Son referencia obligada sus trabajos acerca de la historia del urbanismo en Chilo, además de sus libros sobre Valdivia y Chiloé, y su reciente y monumental historia de la Iglesia en Chile, Pese a su salud, en las últimas semanas manifestó el deseo de ver las obras de recuperación del Palacio Pereira”, IGNACIO SÁNCHEZ Rector de la.
Catól "Me gustaría rendir un homenaje al padre Guarda, quien fue un destacado alumno, profesor UC y una persona fundamental para la Iglesia, El vacío que nos deja su partida se debe a sus extraordinarias capacidades profesionales y sus innumerables virtudes humanas", JOAQUÍN FERMANDOIS Presidente de la Academia Chilena de Historia *El padre Guarda tenía una enorme cultura, Escuché algunas clases o conferencias suyas, también algunas homilas, y diría que su personalidad irradiaba algo espiritual.
Fue una persona notable". CLAUDIA CAMPAÑA Historiadora del Arte y académica de la U, Católica “Trabajamos juntos en el inventario iconográfico de las pinturas de la Colección Gandarilla: El padre Guarda sabía muchísimo de arte colonial. Recordará al investigador curioso e incansable que era.
Destaco su entusiasmo, inteligente humor y sabiduría, junto con su calidez y capacidad de escuchar al otro”. “La liturgia de las horas nos anima la jornada”. Guarda fue abad del Monasterio Benedictino de Las Condes, cuya iglesia (en la imagen) diseñó junto al hermano Martín Correa. Una obra de modernidad, aunque el patrimonio también fue su pasión. Ra, el edificio del casino es difícil de conciliar con la ciudad. Pero el río salva a Valdivia, con toda su vida y riqueza: cambia con la luz, con las embarcaciones, con el agua en movimiento”. “Historia de Valdivia” fue uno de sus libros más relevantes. Esta monumental obra la escribió en base a un acervo documental abundantísimo, incluidos archivos de Alemania, Francia, Estados Unidos, España, Gran Bretaña y Holanda. La colonización alemana también fue tratada en sus libros y era crítico de la forma en que había sido abordada.
A su juicio, “no ha habido capacidad para distinguir su carácter diferente en relación a otros países o los matices que diferencian la de Valdivia de Osorno o del lago Llanquihue; el tema ha llegado a ser un conjunto de supuestos y lugares comunes sin el menor sentido crítico”. VISITANTE PRECOZ EN LA SALA MEDINA Como escolar, Guarda solía concurrir ala sala Medina a estudiarsobrela historia de Valdivia, El conservador del lugar, Guillermo Feliú Cruz, lo alentó en sus precoces investigaciones. Gabriel Guarda estudió Arquitectura en la Universidad Católica y recibió su título en 1958. Quince días después entró a la orden benedictina. Se ordenó sacerdote en 1968, cambiando su de Fernando a Gabriel El sacerdote realizó estudios de especialización en historia y teología en España y Roma. Miembro de la Academia de la Historia, se consideraba discípulo del historiador Jaime Eyzaguirre, Fue profesor de la UC en las facultades de Arquitectura, Derecho, Teología e Historia. Le interesaba desde la arquiTectura de Toesca hasta la forma de ensamblar la madera en las casas antiguas de Osorno. Amante del patrimonio cultural en todas sus expresiones, fue presidente de la Comisión de Bienes Culturales de la Iglesia chilena. “Es muy complicada nuestra situación en materia de estética y patrimonio. No hay cultura urbana.
No existe una ayuda efectiva ni se asume el tema desde el Estado y la política”. DEL SIGLO A LA MODERNIDAD Como arquitecto, Gabriel Guarda se involucró en la restauración de varias obras patrimoniales, como las centenarias Casas de Mendoza en la zona de Rengo. Un edificio del siglo XVIIÍ que gracias a su perseverancia y la del equipo a cargo se convirtió en un hermoso monasterio de religiosas benedictinas. Pero su obra más importante fuelaiglesia del Monasterio Benedictino de Las Condes, que se levantóentre 1962 y 1964. Realizada en hormigón a la vista pintado de blanco, consiste en dos cubos que se intersecan. Dos volúmenes cúbicos blancos —“cubo de fieles y cubo de cruzados por un eje diagonal y con una serie de volúmenes menores que se integran a la totalidad. “La luz tiene un significado especial en nuestra fe cristiana. Se trataba de crear un espacio de oración y celebración de los misterios cristianos que la liturgia desarrolla. Espacio que no deseábamos abierto al exterior, a pesar del paisaje, sino vuelto hacia el interior, buscando un recogimiento” explicó en una entrevista el hermano Martín Correa, coautordela obra.
Muy cerca de allí, en un espacio de silencio y rodeado decipreses y de con vegetación nativa, reposarán los restos del padre Gabricl Guarda, Será enterrado en un pequeño cementerio de monjes, con vista al valle de Santiago, cuya historia arquitectónica conocía tan bien. GLORIAS Y MISERIAS Una de sus últimas obras fue “La Edad Media de Chile”, sobre la historia de la Iglesia chilena entre1541 y 1826. Fruto de 40 años de investigación, el historiador la consideraba “mi trabajo de más largo aliento. Sentía el deber de abordar en plenitud este tema.
Ojalá lo lean los religiosos y religiosas, sus historias están tratadas tal como son, con sus glorias y sus defectos”. Siempre marcado por su fe, Guarda no trastabillaba ante los problemas que han aquejado a la Iglesia Católica. “Algunos se espantan, pero no han leído la trayectoria de la Iglesia. Leyendo los tomos que escribió Ludovico von Pastor se conocen los momentos buenos y terribles en su historia. Solo se entiende que la Iglesia haya sobrevivido tantos siglos por la acción del Señor en ella”, laba pocos años antes de morir.