12 PERSONAS EN 12 MIRADAS PARA ESTOS 12 MESES
LOS QUE MARCARON EL AN Fueron nombres que marcaron agenda, hicieron noticia y tuvieron relevancia pública en un año definido por el la economía y el plebiscito; por los cambios de gabinete, las tensiones políticas, los rearmes en las coaliciones y la pugna entre el Ejecutivo y el Congreso. Algunos son figuras poderosas establecidas, otros en ascenso, unos más polémicos que otros. Los editores de “El Mercurio” votaron por las personalidades que marcaron este año. En la selección surgieron también figuras del ámbito de la cultura, las ciencias y el deporte. Aquí, los doce más votados, reseñados por doce destacados columnistas del diario. Jaime Mañalich Héroe y villano EUGENIO TIRONI *Creo que hemos fallado”. Las palabras del rey Carlos Gustavo, pronunciadas con ocasión de la Navidad, fueron un balde de agua fría.
Echa por tierra el orgullo de los suecos por la estrategia de su héroe nacional, el epidemiológico Anders Tegnell. "Quizás el rey tenga razón —debe pen= sar este último—, pero aún es temprano para confirmarlo”. El exministro Jaime Mañalich debe creer lo mismo, Nadie lo puede desconocer. Fue de los prime= ros en advertir la peligrosidad del covid-19, lo que incluso le valió ser acusado de armar una campaña del terror para apagar el 18-0. Se volcó a conseguir equipos de emergencia, evitar el colapso del sistema hospitalario y poner a Chile en la cola de las vacunas para cuando se inven= Taran. Se resistió cual gato mojado a implantar totales y uniformes, y dio la guerra a quienes le contradieran.
Salubristas, alcaldes, científicos, gremios, parlamentarios, entre otros, lo culparon de no prestar atención a la prevención, de privilegiar la economía antes que la salud, de plegarse al triunfalismo para salvar al Gobierno, de no consultar y creerse con el monopolio de la verdad. No obstante, Mañalich se levantó como un héroe.
La estampa dura y autoritaria, el estilo rápido y asertivo, el discurso directo sin pelos en la lengua, la humildad exagerada hasta el límite de la incredalidad, todo esto fue del agrado de una parte de la población que encontró en él lo ue había dejado de ver en el Presidente Piñera después del garrotazo del 18-0. Este, seguro, sintió una pizca de celos, pero debe haber estado encantado con ese "estilo Mañalich”, tan pareciDo al suyo en los buenos tiempos. Pero de pronto las cosas se complicaron. De una parte, los números y las tendencias contradecían las expectativas. De otra, producto quizás del agobio, la sinceridad del ministro se fue volviendo suicida.
Recordemos, por ejemplo, cuando reconoció que sus premisas se habían caído "como castillos de únaipe”, que no había confianza en el Estado después del 18-0, que el hacinamiento y la vulnerabilidad de la población eran superiores alo que imaginaba, que la beligerancia con — los alcaldes y expertos había sido un — 4 error. Esto abrió espacio para la estocada final: la acusación de ocultar el número real de víctimas. En cosa de días, Mañalich pasó de héroe a villano, y renunció. ApesadumBrado —se iba con él una parte de sí mismo—, el lo aceptó. Lleó el ministro Paris y las 5 se apaciguaron. El sacrificio no fue en bo por diputados y fiscales, los meses siguientes no han sido fáciles. En su fuero interno, sin embargo, Mañalich debe pensar como el ensayista Santiago Gerchunoff, que en un reciente escribió: "Estoy a favor de que los gobiernos protesten contra sus propias medidas. Y tamde que e repriman y juzguen así mismos.
Y de que se contradigan y cambien de rumbo decenas de veces". Y tam= bién, probablemente, con lo que agregó otro tuitero, Remigio Valencia: "Y que se demanden en tribunales, porque hay que hacerla completa”. Héroe y villano. 1 Sebastián Piñera Evaluación de desempeño JOAQUÍN CARCÍA-HUIDOBRO Para juzgar a labor de la autoridad más importante del país en este año hay que hacer tres preguntas. La primera es ¿ cómo enfrentó la pande= mia? Es pronto para saberlo. Eligió un camino medio entre las eternas cuarentenas de Fernández y la flexibilidad de Bolsonaro. Cualquier intento por hacer hoy un juicio definitivo sería temerario, porque no tenemos todos los datos: ni nosotros ni él.
Esta es una situación que incomoda a Sebastián Piñera, que siempre Busca decidir con todas las cartas en la mano, pero al mismo tiempo le permite mostrar sus mejores cualidades de gestión La segunda dice ¿ cómo fue su relación con la oposición, atendido que requiere su apoyo para sacar adelante iniciativa mediana= relevante? No se trata aquí de si, muchas veces, la centroizquierda y la izquierda ', han sido pequeñas y egoístas, de si han antepuesto su antipatía al Gobierno al bien del país, o del hecho de que algunos hayan buscado deponerlo. Esos son datos causa. La cuestión es qué consiguió hacer ante un escenario tan adverso. Por Causas que se remontan al pasado ha obtenido bastante poco.
En efecto, desde que asumió la Presidencia no calzó bien su reivindicación de la democracia de los acuerdos con la idea mantenida por sus colaboradores de una "derecha sin complejos”, que venía a deshacer el legado de Bachelet. La oposición se taimó, las prioridades políticas se desdibujaron y los costos los pagó el país. La última cuestión apunta a su relación con los suyos. A partir de julio contó con un gabinete de más experiencia política, pero este no ha logrado ordenar su coalición, que es la fuente de la mayor parte de sus dolores de Cabeza.
Además, el afán del Presidente por evitar derrotas lo lleva a tomar iniciativas (como la del 10%) que son poco creíbles y le impiden contar con un electorado que se la juegue por él contra los parlamentarios díscolos.
Pocos sienten que Piñera es "suyo". Algunos piensan que, dentro de un año, estas preguntas se habrán reducido a una ¿ logrará entregarle la Presidencia a un sucesor dle su coalición? Ciertamente, es un hecho que debería importarle más que las encuestas.
Sin embargo, una derecha con futuro necesita algo más que la habilidad que permite llegar a La Izkia Siches Una líder revelada por la pandemia HERNÁN CORRAL Durante una pandemia como la actual, quien presidiera el Colegio Médico iba a tener un rol importante, pero esto se ha intensificado al tratarse de una mujer joven, de clase media y con un liderazgo que ya le permitió incursionar en la FECh y el centro de alumnos de Medicina.
Esas dotes, más el apoyo de sectores políticos de izquierda (PC y Frente Amplio), le ha permitido hacer carrera dentro del gremio médico, primero en el Consejo Regional de Santiago y luego como presidenta del Colegio.
Su estilo directo la llevó a entrar en conflicto con el Ministro Mañalich y posicionarse, junto con los alcaldes, como la voz crítica de las medidas gubernamentales, al exigir cuarentenas totales e intensas medidas restrictivas para evitar los contagios sin atender el daño causado a la economía, al empleo y a la salud mental de los ciudadanos.
Los partidos de oposición han querido captarla para sus posiciones, pero con habilidad Tzkia Siches se ha mantenido al margen de la disputa política y, pese a sus críticas, no se ha negado a colaborar con el gobierno integrando la Mesa Social Covid-19. Incursionó en el ámbito público más allá de lo que compete al Colegio, al convocar a economistas de diverso signo para elaborar una propuesta sobre política fiscal y apoyo a las familias en la pandemia. Al interior del Colegio Médico su gestión ha ¿ sido cuestionada por su afán protagónico cierta politización. En las recientes destacadas por su alta participación, la list contraria logró un 473 de los votos.
Si bien la lista de Siches obtuvo mayoría estrecha (51,7 %), el porcentaje fue menor que el que obtuvo en la elección de 2017 (53,1 %). Se observa que la valoración positiva que tiene: Siches a nivel de la población en General (aprox. 60% de aprobación en encuesta Cadem) no es la misma que entre sus colegas.
El nivel de aprobación general probablemente se debe a que ha sabido desmarcarse de la figura del político profesional y proyectar una imagen de honestidad y preocupación y la salud pública. ¿Su inteligencia y juventud, unidas “al talento para combinar firmeza, serenidad y estilo dialogante, la convierten en una mujer cuyo actual liderazgo puede llegar lejos.. Enrique Paris Los desafíos pendientes del doctor PAULINA VODANOVIC A diferencia de Jaime Mañalich, el doctor Enrique Paris asumió la tarea de dar conducción a las políticas sanitarias de Chile con la ventaja de contar con varios aprendizajes adquiridos sobre lo que exige el cargo en tiempos de pandemia. Así, el nuevo ministro marcó explícitamente un estilo horizontal y validó semana a semana el derecho, evidente, de la población de acceder a la información. El Dr. Paris escuchaba más a Ediles, grupos científicos y al propio consejo asesor; explicaba más y parecía abrirse a corregir más. Enrique Paris instalaba una mirada de Estado para un tema de Estado. El ministro representaba así una constatación que tardó demasiado en llegar: no se podía seguir tozudamente adolante sin escuchar, sin dar cuenta de las decisiones y buscando sacar beneficios políticos de una pandemia tan dolorosa.
Ñ Pero del mismo modo que la ciudadisminuyendo la rigurosidad en las acciones preventivas, el minisTro fue dejando de lado los aprendizajes, acercándose cada vez más a lo que vino a corregir Las trabas inaceptables para la entrega de los correos electrónicos fueron la señal del cambio. Si al principio hubo otro tono, progresiva= mente descubrimos que no traía aparejado un cambio de estrategia.
Hoy, frente a la mal llamada segunda ola -puesto que nunca hubo control real en todas las regionesvemos que seguimos con una mirada hospitalocéntrica, con un equipo ministerial distanciado de los equipos en terreno y con una ciudadanía que vuelve a cuestionar la credibilidad ministerial. Durante su gestión, el promedio diario de casos es de más Dle 2.000 y se cuentan en promedio 67 fallecipor día, considerando solo los confirmados. El doctor Paris ha sido sin duda uno de los personajes del año. La pregunta es silo ha sido por sus logros o por los logros que se esperan de él. En estos momentos críticos, necesitamos al médico pediatra Enrique Paris, cercano, atento allas necesidades de la población y con una gestión diáfana tal como hoy exige la nía. Sus capacidades y talentos deben concentrarse en reforzar la prevención y la estrategia de testeo, trazabilidad y aislamiento. Sial ministro de Salud le va bien, a Chile le va bien. Esa sería la noticia del año.
Daniel Jadue El alcalde comunista JOSÉ JOAQUÍN BRUNNER El alcalde Jadue ha adquirido uno de los carismas más importantes de las sociedades democráticas contemporáneas: la atención de la opinión pública encuestada, Tal reconocimiento proviene de una combinación virtuosa: una alcaldía proactiva con un ojo puesto en las necesidades de la gente y el otro en una continua exposición mediática de las propias obras. Súmese a esto una intensa actividad en redes sociales y una agresiva retórica para enjuiciar a sus adversarios políticos.
Aprovecha además una izquierda dividida y Sin liderazgos descollantes; una ex Nueva Mayoría en constante negación de su trayectoría pasada y un Frente Amplio fracturado y confundido, En este cuadro la popularidad del alcalde Jadue se convierte en una ventaja de cara a la futura carrera presidencial Cuenta asimismo con el decidido respaldo del PC, su partido, lo que al final del día será el principal obstáculo en su carrera hacia la cumbre. Efectivamente, cargará con la pesada historia de una colectividad política cuyos ideales colapsaron, dejando tras de síuna huella de escombros. No ha renovado sus ideas ¡ como otros PC, por ejemplo, los de China y Vietnam. En otros países desaparecieron, como ocurrió en Italia, o se convirtieron en fuerzas nacionalistas conservadoras. En Chile el PC constituye un anacronismo ideológico: apegado al marxismo-leninismo, leal al experimento soviético, admirador de dictaduras latinoa mericanas como las de Cuba y Venezuela. Hoy, en vez de plegarse al curso institucional de un cambio pacífico y concertado de la Constitución, llama a rodearlo, —/ uniéndose a quienes buscan desbor= darlo para imponer un cambio radical. Ayer, en vez de comprometerse con la transición pacífica a la demoOptó por la lucha armada y se equivocó. Jadue mismo proclama su admiración por Fidel Castro y piensa que el programa de Allende (las 40 medidas) es tan vigente ayer como hoy.
Estas anacrónicas ideas lo transforman en una figura divisoria en el campo de la izquierda democrática y reducen su alcance electoral El carisma mediático encuentra aquí su límite; un PC incapaz de arreglar cuentas con su pasado, ambiguo frente al camino institucional y que promueve ideas largamente Ignacio Briones El liberal templado E JOHN MÚLLER Hay quien dice que tiene pinta de prócer de la Patria Nueva, otros que es el doble de Martín Rivas, pero esto puede ser enga= oso porque el ministro de Hacienda, Ignacio Briones Rojas (Santiago, 1972), está muy lejos de ser un arribista del siglo XIX. Pero sí podría ser un “afran= cesado", cosa que, por supuesto, ya no se lleva en Chile. Criado en una familia de arquitectos santiaguinos, Briones es fruto de la cultura francesa de arriba abajo. Educado en la Alianza Francesa, se doc= Toró en Economía Política en el Instituto de Estudios Políticos de París. Por tanto, su identidad cultural está muy marcada por Francia.
Su libro favorito en la juventud era "Illuminations”, la selección de poemas en prosa de Rimbaud; su canción el “Ne me quitte pas", de Jacques Brel, y su película favorita el "Adiós a los niños”, de Louis Malle. Por eso llama la atención que su economista », favorito sea Adam Smith y no Frédéric Bastiat.
Esto quizá sea una concesión a su gran amigo Leónidas Montes, direc= tor del Centro de Estudios Públicos, experto en Smith Muchos asumieron que el liberalismo de Briones podía ser más templado que el de algu= nos Chicago boys y representar un cambio generacional. Esa visión casó con el cambio que el Gobierno quería darse tras el 18-0. Su tono dialogante fue muy alabado por la oposición, nada más llegar. Pero la pandemia lo trastocó todo. Y Briones empezó a defender el dinero público como si fuera suyo y eso le llevó a preocuparse en exceso ante la posibilidad de gastarnos todas las reservas de una sola vez. Hoy admite que podría haber abierto más la mano con los ingresos de emergencia. Sobre esos titubeos de un ministro consterNado por la pandemia, el sector más demagógico del Congreso levantó las tesis que permitieron retirar los ahorros de los fondos de pensiones, un golpe estructural que dejará huella. Su secuela, el segundo retiro, le ha permitido a Briones apuntarse una victoria: el TC le ha dado la razón a su tesis de que el Legislativo invadió las competencias del Presidente.
Quizá si el ministro releyera el poema "Fra= ses", de Rimbaud, que figura en su libro favorito, encontraría un consejo/consuelo: "Mientras los fondos públicos se gasten en fiestas de fraternidad, suena una campana de fuego rosa en las Pamela Jiles Simplemente Pamela... FRANCISCO COVARRUBIAS Clasificar a Pamela Jiles no es fácil. Algunos la sindican como la Trump chilena. Y algo de eso hay, por la agresividad de su lenguaje y el marcado personalismo de su figura. Otros hablan de su faceta populista, por tener la solución fácil y radical alos problemas del país.
Y si bien durante años nos extrañamos de la ausencia de populismos, pese a que estaban todas las condiciones para aquello, el contexto explica la aparición de las Pamelas Jiles, Otros dicen que será la Marco Enríquez de Esta elección, por aplicar las lógicas de la farándula a la política, tal como lo hizo ME-0 en 2009 con bastante éxito. Sin duda que también hay mucho de aquello. Los tiempos, los mensajes y la forma de transmitirlos claramente no responden a las lógicas tradicionales de la política.
Finalmente, el rasgo revolucionario, de puño en alto, de romper el modelo abiertamente, de La Moneda", de amenazar y de agredir, da cuenta de una postura rupturista que, de cierta forma, desciende de la tradición comunista de la que ella viene. Así, de alguna forma, Pamela Jiles es una Especie de ornitorrinco político: mezcla de ave, reptil y mamífero. Trumpista, populista, dulera y revolucionaria. Su combinación es explosiva y es un evidente de la descomposición de la política chilena y de la deslegitimización de las instituciones. Pero la figura de Jiles, si bien es popular, no es convocante. Ame= naza a la derecha, pero demuele y ala izquierda en la posibilidad de formar un proyecto común. Genera una división profunda de la que es difícil construir. No representa un Liderazgo colectivo, tan añorado por la izquierda, y sus críticas sin mascarilla a todos quienes tienen diferencias contamina a todas y todos. Los fenómenos como Pamela Jiles son intensos, pero tienen corta duración. La pregunta es si ese activo le alcanza a llegar a la elección y cuáles serán los daños estructurales que dejará el paso del tsunami en su sector, en la política y enel país.
La última pregunta es respecto de una hipotética llegada al poder y la respuesta, tal vez, la da Platón en "La República”: los palaines del pueblo terminan siempre converti= dos en tiranos... Joaquín Lavín La muñeca rusa GERARDO VARELA Lavín alternativamente ha sido prócer de la patria, chamán andino o huaso elegante. Cual mamuschka, cuando creemos que han terminado de aparecer las muñecas aparece otra. Pero no se trata solo de disfraces: en política ha sido gallito de pelea, revolucionario silen- + cioso o bacheletista aliancista. Estudió en “y Chicago, pero ahora sería su primer exalumno en declararse socialdemócrata. Esto no tiene nada de malo si uno no se olvida cuál es su esencia; cuál de todos esos personajes es realmente usted. La verdad es Que Lavín es un Zelig en versión criolla.
Ese personaje de Woody Allen que para agradar y en el entorno se transformaba fíica y Así, Zelig podía ser un negro, un rabino judío o un culí chino, AA míme cae muy bien la versión privada de Lavín.
Es simpático, inteligente y patriota, pero la versión pública no termina de convencerme (tal vez porque no tengo nada de socialdemócrata). Lavín ha tenido una carrera política extraordinaria, pero él ha hecho esa carrera para llegar al Premio mayor. No sacrificó una vida para ser alcalde o ministro. Lavín quiere ser presidente. Se la está jugando al centro, donde están los votos. La pregunta es si no va a terminar como Prat lanzándose al abordaje, pero seguido de los pocos que lo escucharon.
En política existen varias versiones de Lavín; y en general, todas son buenas, es un alcalde hacedor, maneja bien equipos; no se pelea con nadie, Su desafío es demostrar que no es como el "mentolatun”, bueno para todos los problemas superficiales, pero inútil para todas las enfermedades graves. Por eso, Lavín no la tendrá fácil en la prima= Ría. Hoy la gente que vota en ella no quiere verlo ni escucharlo. Están confundidos y no saben por quién votan. En las primarias donde compiten jureles y salmones, los jureles tipo salmón son menos populares. Si Lavín quiere ganar, va a tener que mostrar cuál de todas las versiones de sí mismo quiere representar a Chile Vamos. A Jaime Guzmán una vez le escuché decir que había dos tipos de personas tolerantes: las que "respetaban” todas las ideas y las que todas las ideas. Él admiraba alas primeras y despreciaba a las segundas.
Yo creo que Lavín es de las primeras, pero tiene que convencer a su Mario Marcel El Banco Central y la pandemia ANDREA REPETTO Mario Marcel, un economista de larga trayectoria en temas de finanzas públicas, llegó al consejo del Banco Central (BC) a fines del año 2015 y un año después, a su presiden= cia. Los primeros años de su mandato estuvie= ron marcados por una gradual recuperación del crecimiento de la economía y un panorama externo más favorable que en los años previos.
Pero luego vinieron las crisis política y económica más importantes que el país ha experimentado en décadas: el estallido social de octubre del año 2019 y el shock sin preceDentes causado por el covid-19 a inicios del año 2020, que ha significado una profunda recesión mundial. Así, el panorama cambió de manera drástica y repentina, El BC tuvo una respuesta ágil ante estos cambios abruptos en la situación económica y política del país. A fines del año pasado acompañó la expansión fiscal manteniendo el impulso monetario.
A inicios de este redujo fuertemente la tasa de política monetaria e implementó un conjunto de medidas extraordinarias para que el crédito y la intermediación financiera siguieran funcionando de manera adecuada, a pesar de la incertidumbre y el deterioro de las con= Fianzas. Adicionalmente, el Congreso aprobó una modificación de la Constitución para facul= tar al BC a transar títulos emitidos por el fisco “Y bajo ciertas restricciones. Con ello, el BC ha buscado evitar quiebras y su consiguiente impacto en el empleo y los hogares. En pocas palabras, Mario Marcel ha sabido conducir al BC a través de una crisis profunda y muy distinta a las vividas en las décadas recientes.
El BC ha actuado de manera oportuna y en una magnitud acorde a la relevancia de la crisis También ha demostrado que su Mandato le permite actuar con la flexibilidad necesaria, y que, a través del diálogo político, se pueden conseguir las reformas necesarias para extender sus herramientas y capacidades.
A la economía le costará recuperarse, Pasa= rá un buen tiempo antes de que el país vuelva a la senda de crecimiento previa a esta crisis, incluso después de que la vacuna contra el covid-19 logre una alta cobertura. Ante el desempeño ágil y certero del BC en esta coyuntura extendida, es natural pensar que sería acertado renovar el liderazgo de Mario Marcel en el Banco Central más allá del 2021. Evelyn Matthei Carácter y principios ya icler y GONZALO ROJAS Te mira directamente; te interpela; no te deja indiferente. Es el carácter de Evelyn Matthei.
En medio de una clase política cuyos integrantes buscan la melosa aceptación de electores acríticos, ella, al opinar, no 3 parece meditar cómo van a reaccionar vecinos de Providencia o los militantes de la UDI, sino que, desde su germánica frialdad, te lanza sin vacilar el dardo que te cautiva o te hiere. ¿Más intuitiva que racional? No. La suya se presenta como Una racionalidad que interpela. La revisión de sus declaraciones durante este año que termina deja al lector siempre descolocado ante alguna respuesta que no fluye, sino que rompe o la placidez del contexto. Ciertamente, hay en el carácter de Evelyn Matthei unos impromptus que le dan vitalidad ala fofa política nacional. Pero también eso ha resultado traicionero. Dos ejemplos claros. Por una parte, tuvo una reacción enérgica —casi bélica— ante la socialdemocracia lavinista, pero pocos meses después decidió acordar un pacto de no agresión con el colega alcalde.
Y, Por otra, anunció su disposición de no postular a la reelección municipal con vistas a su precandidatura presidencial, para comunicarnos después que ha cambiado de opinión, que no ve inconve= niente en decirles alos electores de Providencia que sí, pero que quizás no. Impromptus. Más atrás, en la capa profunda de sus convicciones, la proyección de Evelyn Matthei como una candidata de los sectores más derechistas está amagada por sus opiniones sobre los temas moral-culturales. Es en esa dimensión donde puede frustrarse su posibilidad de sobreponer su postulación ala de José Antonio Kast, porque cada vez que ella se aleja de la mirada jusnaturalista, el republicano la afirma sin vacilaciones.
Por supuesto, en una primaria en que Matthei eventualmente pudiese enfren tar a una serie de candidatos light, ella no se vería perjudicada por sus criterios liberales, pero tampoco lograría atraer a ese porcentaje importante de conservadores que aún votan por Chile Vamos. Con toda seguridad los vecinos de Providencia preferirían ver a Evelyn Matthei centrada en una tarea municipal que ha sido de exce= lencia, y no lanzada a una carrera presidencial de tanta incertidumbre.
M Carlos Peña El intelectual en la bruma CRISTIÁN WARNKEN Cada vez que leo una columna, leo uno de sus libros o escucho una intervención de Carlos Peña en el debate público, no puedo dejar de recordar a Jorge Millas, ese lúcido pensador chileno que, en esa década trágica de los 70 —en que la polarización destruyó las bases de la convivencia democrática—, no dejó una y otra vez de aclarar el lugar que le corresponde al escritor como intelectual público en la socie= dad.
Dice Millas: "Hoy como siempre el escritor tiene que hallarse en guardia frente al peligro de la vida soporífera y dispuesto a su tarea esclarecedora de retóricas y percutora de la verdad, lo que es una irremplazable defensa Contra la pérdida del hombre de los terrores y pasiones del hombre mismo.
Lo peor que le puede ocurrir a una sociedad es que en medio de sus males el escritor sea el primer anestesiado y que no quiera nadie asumir el papel del tábano socrático y de afrontar la cicuta Peña ha sido, en estos últimos años, un gran percutor, el que, mediante clarificadoras distinciones y reflexiones lúcidas (y en algunos casos lucidísimas), nos ha puesto en guardia frente a la versión actual de la "vida soporífera”, desnudando una cierta infantiización de la sociedad chilena en manos de la farándula y la indigencia del pensar.
El mismo Millas en su *Idea de la individualidad afirmó: "Hay que defenderse de esa incapacidad tan nacional, Para desnudar la raíz de las cosas y verlas y 'comprenderlas antes que cubrirlas con la bruma de los adjetivos con que se descargan nuestros prejuicios y pasiones”. La pluma quirúrgica de Peña se ha aplicado sin vacilaciones ni acomo= dos en intervenir y extirpar los peligrosos tumores de la falacia argumentativa y despejar esa viscosa "bruma nacional" mental. Semana a semana, Peña nos ha. Enseñado con magistral pedagogía a desnudar la raíz de las cosas.
En este Chile excedido a veces por las emociones justo en los dominios donde se | necesita más racionalidad, alguien tenía que desbrozar la selva de adjetivos y consignas que esconden carencia de ideas (“el Adjetivo cuando no da vida mata" —dijo alguna vez Huidobro—, ) y que no nos dejan ver el bosque. Cuando los intelectuales no asumen ese rol, quedamos en manos de la opinología de matinal y de las ideologías.
Cuando se tenga una mirada retrospectiva del ol de los intelectuales chilenos en la crisis de esta década, el aporte sustantivo de Peña se levantará sobre la medianía como hoy lo hace la figura de Jorge Millas en la década del 70. Ese tipo de intelectual público es lo que necesita Chile con ur= gencia para elevar el nivel delas discusiones, y conversaciones que vienen.
No me imagino ese debate y esa conversación sin el aporte decisivo de Carlos Peña, nuestro tábano socrático, nuestro despejador de brumas. 1 Juan Sutil Tiempo para los desafíos pendientes DANIEL MANSUY Juan Sutil fue elegido presidente de la CPC el 12 de marzo de este año, pocos días antes de que nuestro país entrara súbitamente en modo pandemia el lunes 16. Esto implica que, si tenía algo así como un programa, debió tirarlo rápidamente al tacho de la basura, adaptarse a circunstancias distintas a las previstas. Y debe reconocerse que, en un primer momento, Sutil mostró una energía y un liderazgo encomiables. En efecto, lideró y articuló una recolección de fondos para hacer Frente ala crisis y comprar ventiladores mecánicos que permitieran aliviar a los servicios de salud.
Si se quiere, el dirigente gremial mostró en ese minuto la mejor cara de la sociedad civil, aquella que entiendo que no hay oposición ni alteridad necesaria entre bien público y bien privado, pues ambos se necesitan y complementan. Sin embargo, con el paso de los meses, Sutil no logró consolidar ni proyectar del todo ese buen inicio.
Le fue gamando un tono poco convocante —"las personas no quieren traBajar para no perder los beneficios entrega= dos”, fue una de sus frases—. Además, esta= bleció una relación ambigua con el Ejecutivo, que le impidió a veces poner la distancia requerida con el poder político. Estas difícultados se vuelven más acuciantes si recorda= mos que el próximo año entraremos de lleno a un proceso constituyente, proceso que re= querirá de una articulación muy robusta entre política y sociedad. Al mundo empresarial le falta un buen trecho para ofrecer un discurso renovado y acorde con los tiempos que vivimos. Desde luego, esto excede a la Persona de Juan Sutil, pero la CPC tiene varios desafíos pendientes en esa línea. Con sus virtudes y defectos, Juan Sutil ha tenido dificultades para darle cauce a su propio mundo y, en definitiva, influir. Nadie espera de él elucubraciones teóricas, pero eso no quita que los gremios empresariales tengan el deber de reflexionar sobre su propia labor y el modo en que esta interactúa con las otras esferas sociales. Mientras esa reflexión no esté disponible, los empresarios seguirán sentados sobre una brecha imposible de cerrar.