Autor: JOSÉ IGNACIO VÁSQUEZ MÁRQUEZ Profesor de Derecho Constitucional y Ciencia Politica, Facultad de Derecho, Universidad de Chile
Carl Schmitt
Señor Director: Ensu columna, el señor Leonidas Montes. Establece una forzada relación entre el filósofo político Carl Schmitt y el acuerdo político sobre el retiro de fondos de pensiones. Recoge por aquí y unas cuantas caricaturas sobre con el fin de criticar la decisión sobre las pensiones y sus responsables, resultando incoherent y falaz, lo que afecta sus propias conclusiones en ambos aspectos. El espacio de la carta no permite extenderse sobre la figura de Solo cabe tar que en la descripción de aquel se recurra a reduocionismos y distorsiones.
No es serio atribuir un defecto en base al título de un libro, “A dangerous mind". Es falso que se haya definido como teólogo político, aunque haya escrito "Teología Poltica” bro que no guarda relación con teología. Y la referencia al públic ignora el concepto de lo yla categoría de amicus y hostis (otro), que permite con realismo determinar se está ante un fenómeno político, no para fomentar la guerra riel exterminio.
Para Schwitt la desaparición del enemigo implica la desaparición de esa dimensión Para a un autor de la tala intelectual de Schmitt reconocido como el más joven último de los clásicos de lo político, por moros cristianos, judios y ateos, europeos, Americanos, asiáticos o africanos), hay que leer sus obras más esenciales, Así se comprenderá la realidad política, más allá del velo ideológico y la falsa conciencia; se formará una opinión consistente, y se podrá expresar con autoridad cios válidos y no prejuicios extraídos de lecturas propias de la moderna inquisición de la political correctness.
Para comprender seriamente un tema, desde la doctrina o la opinión, debe hacerse sin ¡ odio ni pasión, de forma veraz e imparcial, La honestidad intelectual no deja espacio a sofsmas, a la persuasión sobre un error de una decisión basándose en argumentos falsos o ajenos. Solo cabe afirmar que Schmitt, independientemente de su personalidad controverreivindicó lo político, su autonomía y preeminencia sobre otras dimensiones sociales; de aquí su vigencia y actualidad. Hace décadas, partidos y centros de estudios debieron 'prender: "The politic. Stupids! ”