Autor: Por D. Figueroa, J. Henríquez y J.M. Wilson
Nuevo poder independiente obliga a partidos a repensar estrategias
Un 78,99 % votó a favor de un órgano constituyente sin parlamentarios “Los partidos tienen que aprender la lección, hacer las cosas distintas” “La votación de ayer fue un rechazo a la clase política, una tremenda lección para todos, hay que tener más humildad”, dice Sylvia Eyzaguirre, investigadora del CEP. Explica que “los resultados muestran una tremenda decepción de la clase política en su conjunto. Muestran que el país no está polarizado. Es la clase política la polarizada. Es la clase política la que no representa a la gente hoy. Es la clase política la incapaz de llegar a acuerdos. Y para escribir una nueva Constitución se requieren grandes acuerdos.
Entonces, hoy la tarea más compleja es ¿ quién va a escribir la nueva Constitución?”. La mejor manera “hubiese sido con un sorteo entre toda la gente, como en Islandia, o con una lista única nacional. Pero se optó por el sistema distrital (usado para elegir a diputados) y eso hace compleja la participación de independientes”. Dice que es fundamental que el nuevo órgano constituyente se legitime. “Para eso la gente debe sentir que quienes están en la papeleta los representan, pero no hay que ser ingenuos: No van a ir puros independientes. Y advierte: “prensar en prescindir totalmente de los partidos políticos es un tremendo error. Cumplen un rol fundamental en la democracia. Lo que tenemos que hacer es volver a legitimarlos. Pero los partidos tienen que aprender la lección, ser más transparentes, hacer las cosas distin- ” tas”. Ocas banderas de partidos políticos se apreciaron ayer en las celebraciones registradas en distintas ciudades del país.
Si bien la votación que alcanzó el «Apruebo» (78,27 %) ya era una señal compleja para la clase política, el resultado de un 78,99 % a favor de una Convención Constitucional (instancia que no será integrada por parlamentarios y será completamente elegida para redactar la Carta Fundamental) tal vez se transformó en un golpe más duro para los partidos, desechando una suerte de tutelaje del proceso por parte del Congreso, que era la idea predominante en las fuerzas políticas por lo menos hasta inicios de 2018.
A diferencia del Plebiscito de 1988 —entre el Sí y el No sobre la continuidad de Augusto Pinochet en el poder, donde las colectividades opositoras fueron clave para romper miedos, prejuicios y aglutinar a una mayoría—, los resultados de anoche mostraron una realidad distinta. Ayer los independientes (personas que no militan, al margen de que participen activamente en política) adquirieron El presidente DC Fuad Chahin planteó que la oposición deberá ir en dos listas para sumar a más personas. Un mayor peso, lo que ratificó que existe una ciudadanía movilizada que actúa en forma autónoma respecto de las directrices partidarias. Por ello, probablemente la incorporación de independientes por parte de los partidos será clave en la siguiente etapa y en las campañas para elegir integrantes de la futura convención constituyente.
Renovación de elencos Una alternativa es que los partidos se conviertan ventanas de participación (como ya lo están tratando de hacer la DC, el PPD, RD, Evópoli y la UDI), en vista de las dificultades que hoy tienen los independientes para agruparse y participar (ver entrevistas). Hoy en el matinal de Chilevisión, el presidente de la DC, Fuad Chahin, planteó que debe haber una apertura a los independientes, pero, a su juicio, debe haber un “equilibrio” con militantes. Incluso aventuró que las fuerzas opositoras inevitablemente tendrán que ir en dos listas para acoger a más personas.
En el mismo programa, la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, Coincidió con Chahin en la necesidad de hacer un esfuerzo y señaló que “nosotros siempre hemos llevado independientes”. Sin embargo, advirtió que tampoco “podemos demonizar a los partidos”. Parte de la estretagia de abrirse a los independientes, obligará también a renovar el elenco de militantes, que postularían a la instancia.
Por ejemplo, la DC llevaría a la abogada Elisa Walker, quien cree que para que el proceso constitucional “resulte bien, hay que hacer un ejercicio abierto de diálogo, tener acuerdos transversales”. “Creo que puedo colaborar con ese espíritu, ser un puente entre representantes de distintas tendencias políticas. Voy a llevar ideas, pero también hay que saber escuchar, eso es vital”, comenta. La UDI, por su parte, promueve a la constitucionalista Constanza Hube, quien consultada por la nueva etapa que viene dice que “se va a requerir mucha voluntad política, mucha buena fe, para lograr acuerdos.
Lo sensato sería ver qué cosas de la Constitución han funcionado bien y mantener”. Y como un tema central, señala “la posibilidad de que los privados puedan seguir participando en la solución de problemas públicos”. “Los partidos tienen que ponerse al día” Respecto del rol de los partidos en el proceso y en las movilizaciones, Carlos Huneeus, doctor en ciencia política y aca- “Las barreras de entrada son muy fuertes... es titánico” “Ir a la constituyente como independiente es bien complejo”, dice María Olivia Monckeberg, promotora del Partido Por la Dignidad, una plataforma para independientes que buscaban un espacio en el proceso constituyente, pero que aún no logra constituirse como colectividad política. “Hoy la situación de los independientes está no resuelta.
La posibilidad que hay es ir al alero de los partidos, porque las barreras de entrada son muy fuertes: La cantidad de firmas que se requiere para presentar candidaturas independientes es más alta que la que se le pide a los militantes de partidos políticos”, explica. A eso, agrega, se suma el tema financiero. “Nadie está en condiciones de endeudarse, menos en este minuto”, dice y agrega que el estar transitando en medio de una pandemia, “donde no se puede salir a recolectar firmas”, hace más hostil el proceso. “Con todo eso, los independientes prácticamente quedan fuera del sistema. Y si esto no se soluciona pronto, va a generar un problema importante de representatividad”, dice. Cuenta su experiencia con el Partido Por la Dignidad. “Inscribimos el partido, logrando pasar por todos los procedimientos: Servicio Electoral, notaría... lo formamos. A fines de febrero nos notificó el Servel que ya éramos un partido en formación. Pero la pandemia se declaró los primeros días de marzo, y por el tema sanitario debimos paralizar la recolección de firmas.
No se podían hacer actos masivos, no se podía hacer reuniones presenciales y la gente estaba preocupada de otra cosa”. Siguieron trabajando on line, “pero ya en mayo vimos que la cosa era muy difícil, porque la pandemia seguía más fuerte”. Entonces, dice, mandaron una nota al director del Servicio Electoral advirtiendo este problema y preguntan- —¿ Que hicieron? —Tomamos contacto con algunos parlamentarios que hicieron una pequeña reforma para darle más facilidades alos partidos en formación. Pero en eso se cumplieron los plazos y el 28 de septiembre se nos terminó el tiempo: volvimos a fojas cero. Conversamos y decidimos volver a hacer el esfuerzo, pero nos topamos con el tema de las notarías, porque no todos están disponibles para ir a la notaría. No es nada de fácil esto. Porque aunque lo hiciéramos, es bien titánico, con plazos muy acotados. Creo no alcanzaríamos a ir a la constituyente. Démico de la U.
De Chile, cree que si bien “se han debilitado y se han desplomado en cuanto a su militancia”, enfatiza que fueron ellos quienes tomaron “la decisión estratégica del 15 de noviembre de avanzar hacia una nueva constitución”. Eso sí, reconoce que “los partidos tienen que ponerse al día con nuevas figuras, nuevas ideas, acoger el mensaje ciudadano”. Eugenio Guzmán, decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, cree que “el plebiscito fue una llave”, que permite a los políticos retomar su protagonismo, pero también ve “otra llave” para los independientes. “Es muy probable que los partidos quieran reclutar independientes para las próximas elecciones. Pero, ¿de dónde van a salir tantos independientes? No lo sé, son muchas candidaturas”, dice.
El analista Kenneth Bunker sostiene que dado el sistema electoral, los independientes podrían ser un arma de doble filo para la elección de constituyentes: “Hay que construir listas que sean competitivas y para ello necesitas a los militantes, alos que sepan hacer campaña y los que puedan conseguir más recursos para sus campañas. Además incluir gente desconocida debilita a tu lista. Es una disyuntiva: hay que incluir ciudadanos, pero si lo hago, me vuelvo más débil”.