EL DEBATE QUE DESATÓ LA PANDEMIA: EN BUSCA DE UN EQUILIBRIO
DISCUSIÓN URGENTE | Notas en la crisis sanitaria Isticismo, fabulaciones, rezos, profecías y maldiciones, A eso hemos vuelto, escribía el filósofo francés Alan Badiow hace dos semanas en una columna.
Estaba en su casa, por supuesto, y su creenciano provenía del incontenible avance del coronavirus, delo que leía de sus colegas del primer mundo: los diagnósticos de decenas de intelectuales y pensadores que han estado interpretando la pandemia como un signo de algo aún mayor por venir.
Por ejemplo, que lacrisissanitaria sería un golpe letal al capitalismo, como anunció el esloveno Slavoj Zi2 en un adelanto de un libro completo que escribió corriendo y ya está disponible para ser descargado en internet, Paralelamente, los análisis y disparaban en textos de Byung Chul Han, Giorgio Agamben, Yuval Noah Harari, Judith Butler, Naomi Klein y tantos más. “La precipitación es signo de los tiempos y los intelectuales caemos frecuentemente en ella, Zizek es un buen ejemplo, un campeón del atolondr: miento. Pocos se toman un poco de tiempo y, al revés, sacrifican la reflexión a la urgencia de expresarse”, dice Agustín Squella, Premio Nacional de Humanidades, ante la premura de filósofos y pensadores.
A inicios de la semana pasada, de hecho, empezó a circular por internet una antología en PDF titulada “Sopa Wuhan” —aludiendo a la ciudad china donde surgió el covid-19—, querecoge18 artículos y ensayos recientes que suman más de 180 páginas. “Si hay algo común en la historia de todas las crisis, es el surgimiento de profetas y profecías El fanatismo y la superstición suelen actuar como válvulas de escape.
Y como los intelectuales públi cos somos de alguna manera profetas, y las ideas también tienen algo de profecía, algunos encuentran en la crisis un momento único para anunciar el comienzo o fin de algo”, dice Leonidas Montes, director del Centro de Estudios Públicos. Pensar en tiempos de crisis Pues aojos de cualquiera, este parece un momento único. Una inconfundible urgencia.
Prácticamente la mitad del mundo ha sido llamado por sus autoridades a no salir de su casa para detener una enfermedad que, detectada solo hace 4 meses, ya ha sobrepasado el millón de contagiados y por la que han muerto más de 50 mil personas.
A la par con la discusión de la crisis sanitaria, se despliega un debate cultural y político en que se cuestiona la hegemonía del liberalismo en Occidente, pero, como cree Butler, la explotación capitalista se fortalecerá; China aparece predestinada a extender su poder mundial y Europa, como insiste tantas veces Byung Chul Han, fracasa y fracasa.
Hay que tener cuidado con la “sociología ficción”, pide el decano de Filosofía y Humanidades de la Universidad de los Andes, Jorge Peña Vial, mientras que una 2 Mientras el coronavirus ya ha contagiado a más de un millón de personas y la mitad de los habitantes del planeta se encierran en sus casas para detener el avance de la enfermedad, filósofos y pensadores se lanzan en una vertiginosa polémica sobre los efectos que tendrá en nuestro modo de vida y los sistemas políticos. En Chile hablan Carla Cordua, Leonidas Montes, Diamela Eltit, Josefina Araos, Jorge Peña y Agustín Squella. Todos ellos intentan alejarse de la estridencia y el inmediatismo. ROBERTO CAREAGA €. VIENE DE El delas personas consultadas para este reportaje prefirió no contestar, argumentando queno tenía interés “en contribuir aaumentar lacháchara ambiente, disfrazada de debate.
Nadie tiene idea realmente”. Antes que el futuro, la escritora Diamela Eltit ve un presente en que la crisis sanitaria ha desatado una dinámica económica que, de forma imprevisible, dispara el pensamiento: “Un escenario de masivos cuerpos enfermos o susceptibles de enfermarse es adverso a un sistemasocial fundado en una productividad incesante. Se experimenta la suspensión notoria del consumo y, en cambio, la población se vuelca sobre aspectos básicos que parecían resueltos en parte de Occidente: medicamentos y comida.
Pienso que esa condición es la que desencadena runa producción intelectual vertiginosa”, sostiene Eltit, Para la filósofa Carla Cordua el tenor es otro: “Creo que todo intento de predecirel futuro de la sociedad conduce casi seguramente a equivocarse.
Sinembargo, para estos días de encierro involuntario la predicción es un buen pasatiempo”, advierte, El motor es la incertidumbre dice la historiadora Josefina Araos, investigadora del Instituto de Estudio de la Sociedad (1ES). “Lasreflexiones de Zizek, Byung-Chul Han o Naomi Klein intentan pronosticar lo que viene, en medio de tanta incertidumbre, y mostrar también los riesgos y posibilidades del escenario que enfrentamos”, dice Araos. “El éxito oriental en el manejo de la pandemia y el caos en que se encuentra Europaalteran por completo nuestro imaginario convencional, modificando nuestra valoración de la democracia, de las libertades, etc. Y los intelectuales intentan poner eso en evidencia. No pueden predecir el futuro, pero sí reconocer que nada volverá a ser como antes y eso exige ponerse a pensar”, añade.
Para Peña Vial, efectivamente, se trata de un momento decisivo, en que la pandemia ha demostrado que el “ser humanonoes la medida de todaslascosas y que la realidad no obedece a nues tras meras tentativas constructivas”. Y sigue: “Cuando parecía que todo marchaba sobre ruedas y que, por fin, la racionalidad, el avance tecnológico y el sentido común se impondrían en la sociedad, abruptamente surgen acontecimientos que echan por tierra tales perspoctivas esperanzadoras, Creíamos tener bajo control todos los factores que posibilitan el desarrollo y el progreso, pero todo se derrumba porel coronavirus. Abundantes índices señalaban que la sociedad chilena avanzaba a pasos agigantados hacia el anhelado desarrollo y un estallido insurreccional sepultaba esas esperanzas fundadas exclusivamente en datos cuantitativos.
El pensamiento ilustrado ha quedado en estado de shock y perplejidad”. Sistemas en alerta “El coronavirus está poniendo a pruesistema”, empezaba el coreano asentado en Alemania Byung Chul Han una columna publicada hace dos se manas, en la que hacía un recorrido por las medidas cada vez más efectivas de Oriente, frente las fallidas de Europa Era un texto para refutar la proyección de Zizck, que asegura que la pandemia desatará un virus ideológico que nos llevará a pensar una sociedad alternativa al capitalismo y transformará al comunismo. “Zizek se equivoca”, respondió Byung Chul Han. Y agregó: “El virus no puede reemplazar a la razón. Es posible que incluso nos llegue además a Occidente el Estado policial digital al estilo chino. Si llegara a suceder eso, como teme Giorgio Agamben, el estado de excepción pasaría aser la situación normal. Entonces el virus habría logrado lo que ni siquiera el terrorismo islámico consiguió del todo. El virus no vencerá al capitalismo. La revolución viral no llegará a producirse. Ningún virus es capaz de hacer la revolución. El virus nos aísla e De fin del capitalismo ni la sombra, cree Carla Cordua. Según su visión, autoridades políticas y económicas ya han inyectado liquidez al sistema para que siga operando.
Su predicción es más bien un temor: “Me inclino a juzgar verosímil que el comparativo éxito de China en frenar la pandemia redunde en una restricción generalizada del aspecto liberal de nuestro sistema”, dico, “Parece ser que dicho frenazo se ha debido en gran parte al uso de medios informáticos que violan la privacidad de las personas, como la localización geográfica de sus celulares y los algoritmos de reconocimiento facial.
Sospecho que los Estados democráticos del Occidente se sentirán tentados de adoptar enel futuro, por razones sanitarias, estos métodos que, por otro lado, pueden serles tan útiles no solo para detener a los fu'os de la justicia, Sino que también para combatir la economía informal que evade el IVA, o detectar a los inmigrantes ilegales”, sostiene. También Peña Vial cree que China, que pareciera tener bajo control la crisis sanitaria, tiene cara de vencedor en esta pasada. “Me parece que China —contrario alo que piensa Guy Sorman— está en disposición de 'ayudar' al mundo. Esta eterna aspirante a ser primera potencia mundial, se encuentra en una posición inmejorable para serlo a corto plazo. No estará lejos de comprar —como lo ha estado haciendo en el último tiempo— las acciones de empresas occidentales dado el muy bajo precio por las caídas de la bolsa”, dice.
Y agrega: “Sería ingenuo olvidar los grandes beneficiarios de todo esto: las multinacionales farmacéuticas, las grandes corporaciones tecnológicas y de comunicación”. En la línea de Peña Vial o de Cordua, Diamela Eltit que los grandes capitales del mundo seguirán inamovibles.
Más aún, la escritora sospecha que se acrecentarán durante la crisis a través de “préstamos, intereses, y una notoria flexibilidad laboral que afectará los salarios y podrían generar un salariocrisis que hundiría los derechos laborales”. Según ella, más allá dela contingencia del coronavirus, el proceso social chileno que se inició con el estallido de octubre “restauró el concepto de comunidad y ese nuevo gran escenario podría sostenerse en el futuro”. Y añade que la mayor “irrupción cultural nueva es el fe= minismo como gesto y gesta. Pienso que no se detendrá. Pero será larga porque las riquezas del mundo están en contra delas mujeres mediante pagos inferiores y también porque las necesitan sin salario para tareas de cuidado”, sostiene. Una pausa Según Leonidas Montes esta crisis no esni la primera ni la última, pero no será el fin del mundo y de cualquier modo habrá que cambiar algunas cosas. “El lkberalismo ha sido atacado una y otra vez en circunstancias como ésta.
Pero con la distancia social y el encierro no debemos olvidar que la libertad, la economía social de mercado y la democracia representativa son la mejor forma de vivir y relacionarnos unos con otros”, sostiene con fe, “Pienso que es posible que esta crisis nos lleve a ver el mundo en que vivimos de otra forma. En este sentido, al ver los cielos más azules y la montaña despejada, pienso que es importante que volvamos a valorar la naturaleza y todo lo que significa para nosotros. Este procesos ineludible y afortunadamente está muy presente en las nuevas generaciones”, añade. Como Montes, Araos también ve este encierro como una oportunidad para repensar el modo en que vivimos.
“Es evidente que tendremos que reformular varias de las premisas dominantes en nuestra cultura: el individualismo, la pretensión vana de controlar la naturaleza, o la superación del Estado-nación se verán tensionados por una crisis que recuerda la dependencia mutua, la vulnerabilidad y fragilidad humana y el valor de los imites. Quizás esos sean algunos de los aprendizajes que saquemos de esta cri y nos ayuden a construir una mejor sociedad”, dice Josefina Araos. Peña Vial cree quela “hecatombe dela pandemia” debería llevarnos a pensar en la manera en que nos organizamos social, política y económicamente, más allá de los modelos de China o Estados Unidos.
“Se hace necesario promover y fortalecer la familia, las organizaciones sociales intermedias, el barrio, el colegio, clubes, parroquias y diversas formas comunitarias y humanas de convivencia, que permitan afrontar los efectos patológicos de la globalidad: bulimia consumista, turismo global, individualismo exacerbado, diversas formas de marginación y autonomías que bien común”. Pero no todos tienen una esperanza tan prístina. “Todos volveremos a ser el amasijo de virtudes y defectos de siempre, y los países grandes van a pensar primero en sí mismos y en cómo adelan Es que somos así. El problemaes el bicho, como decía un querido profesor de filosofía.
Globalizamos los negocios, el fútbol, el narcotráfico, los videoclips, la clusión tributaria, las bravatas de los jactanciosos y matones que er cabezan los gobiernos, y poco más”, dice Agustín Squella, quien, más que una profecía, prefiere expresar un deseo: “Redescubrir la solidaridad, la justicia social, los derechos sociales, la vida en común sin sacrificio de la individualidad, unos valores a los que debimos prestar mayor atención en tiempos de normalidad y que ahora serán más difíci les en medio de una recesión económica mundial”, concluye.
El debate que desató la pandemia... Me inclino a juzgar verosímil que el comparativo éxito de China en frenar la pandemia redunde en una restricción generalizada del aspecto liberal de nuestro sistema”. CARLA CORDUA FILÓSOFA, Cuando parecía que todo marchaba sobre ruedas y que, por fin, la racionalidad, el avance tecnológico y el sentido común se impondrían en la sociedad, abruptamente surgen acontecimientos que echan por tierra tales perspectivas esperanzadoras”. JORGE PEÑA VIAL DECANO FILOSOFÍA, HUMANIDADES U LOS ANDES Si hay algo común en la historia de todas las crisis es el surgimiento de profetas y profecías. El fanatismo y la superstición suelen actuar como válvulas de escape”. LEONIDAS MONTES DIRECTOR DEL CEP.
Un deseo: Redescubrir la solidaridad, la justicia social, los derechos sociales, la vida en común sin sacrificio de la individualidad, unos valores que ahora serán más difíciles en medio de una recesión económica mundial”. AGUSTÍN SQUELLA PREMIO NACIONAL DE HUMANIDADES Es evidente que tendremos que reformular varias de las premisas dominantes en nuestra cultur: el individualismo, la pretensión vana de controlar la naturaleza, o la superación del Estado-nación”. JOSEFINA INVESTIGADORA DEL IES.
La crisis política de octubre 2019 restauró el concepto de comunidad y ese nuevo gran escenario podría sostenerse en el futuro”. DIAMELA ELTIT ESCRITORA Mientras Byung Chul Han y Slavoj Zizek discuten sobre el fin del capitalismo, los intelectuales chilenos piden evitar la urgencia y pensar en calma.