Autor: FRANCISCA ORELLANA
LA CIENCIA CHILENA SE MOVILIZA CONTRA EL COVID-19
La colaboración entre universidades, centros de investigación, sector público y empresas y organismos privados, ha sido esencial para el desarrollo de soluciones concretas que permitan enfrentar la pandemia. Esde hace un año que el ecosistema de ciencia, investigación y desarrollo, con apoyo público y privado, se está movilizando para apoyar acciones para superar la pandemia del Covid-19.
La generación de respiradores, investigación en torno a la efectividad de vacunas en Chile, análisis de test y la creación de productos de protección frente a la enfermedad son algunas de las actividades que se han ejecutado en el país.
“Hemos constatado con mucho orgullo que Chile cuenta con una comunidad de investigación y de innovación capaz de articularse rápidamente y poner sus capacidades al servicio del país”, explica el ministro de Ciencias, Andrés Couve, lo cual permitió crear, por ejemplo, una red universitaria de diagnóstico con 36 laboratorios a lo largo de Chile. Coincide el Dr.
Pablo González, investigador del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia y académico de la Universidad Católica, al indicar que hay excelentes capacidades humanas, técnicas y de infraestructura para aportar al conocimiento del virus y proponer soluciones. *Dadas las capacidades existentes en Chile, no podemos quedarnos a la espera de que otros solucionen los problemas que también nos afectan”, advierte. Si bien se trata de 1.056 PROYECTOS PARTICIPARON EN EL CONCURSO RAPID COVID-19, DE LA ANID, EN 2020. HASTA A PODÍA POSTULAR CADA PROYECTO GANADOR. Un fenómeno global y los retos transversales a los distintos países, “hay matices propios de cada uno”, afirma la directora nacional de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), Aisén Etcheverry. A ello contribuyó el aporte estatal para financiar proyectos. En 'ANID, por ejemplo, se enfocaron en dos grandes áreas: incrementar el conocimiento del Covid-19 y su impacto, y aumentar el volumen del testeo nacional. Para ello, se lanzó un Fondo de Emergencia Fortalecimiento Diagnóstico Covid-19, que “permitió ampliar la capacidad para realizar pruebas clínicas para la pesquisa del virus, imprescindible para el manejo de la pandemia”, detalla Etcheverry. También ejecutaron el concurso Rapid Covid-19, que financió 75 proyectos de disciplinas como medicina, ciencias sociales, ingeniería y tecnología. “Tienen el compromiso de poner a disposición de la comunidad toda la información generada, en forma gratuita, sin restricciones y permitiendo su reutilización, Bajo las prácticas existentes de acceso abierto”, acota. Corfo, en tanto, junto al Ministerio de Ciencia, lanzó el concurso Retos de Innovación para proveer equipos de protección personal a trabajadores de la salud. Se apoyaron 13 iniciativas y de ellas siete continuaron con su escalamiento con un subsidio de hasta $60 millones.
“Esto permitió acelerar la implementación de soluciones innovadoras para proteger al personal de la salud”, afirma el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas, destacando el aporte en ello de la colaboración público-privada. *“Permitió a los emprendedores e innovadores chilenos contribuir a la solución de una contingencia inédita gracias asus capacidades, lo que nos pone como país en una buena posición, demostrando que hay un gran talento local que debemos aprovechar por el bien de toda la sociedad”, detalla.
Articulación, la clave La subsecretaria de Ciencia, Carolina Torrealba, agrega que articular capacidades en torno a un objetivo colectivo puede transformar el país, como sucedió con la formación de la red nacional de laboratorios Para diagnósticos de Covid, iniciativa en que participaron “más de 30 universidades, dos ministerios, decenas de servicios públicos, sociedades científicas y aportes privados, CPC, Sofofa y el Consejo Minero, quienes se enfocaron en un objetivo país para lograr levantar, en pocas semanas, una red que cambió la respuesta de nuestro país frente a la pandemia, y que es un caso inédito en el mundo”. De hecho, el Dr.
Lván Suazo, vicerrector de Investigación y Doctorados de la Universidad Autónoma de Chile, destaca el rol de las universidades en este proceso, las cuales postergaron por el momento el trabajo de investigación para contribuir a superar la pandemia.
Poner a prueba la capacidad de respuesta de la política científica de Chile es una de las grandes lecciones de este experiencia debiera servir para que Chile no sólo invierta en la generación de mayores capacidades, sino también la importancia de aumentar la calidad y cantidad de recursos en investigación como única forma de enfrentar el futuro”, indica Suazo. Para el ministro Couve, este escenario mostró que la evidencia científica es relevante para la toma de decisiones. “Ya a marcar la política pública del futuro y una economía del conocimiento”, afirma. Esde hace un año que el ecosistema de ciencia, investigación y desarrollo, con apoyo público y privado, se está movilizando para apoyar acciones para superar la pandemia del Covid-19.
La generación de respiradores, investigación en torno a la efectividad de vacunas en Chile, análisis de test y la creación de productos de protección frente a la enfermedad son algunas de las actividades que se han ejecutado en el país.
“Hemos constatado con mucho orgullo que Chile cuenta con una comunidad de investigación y de innovación capaz de articularse rápidamente y poner sus capacidades al servicio del país”, explica el ministro de Ciencias, Andrés Couve, lo cual permitió crear, por ejemplo, una red universitaria de diagnóstico con 36 laboratorios a lo largo de Chile, Coincide el Dr.
Pablo González, investigador del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia y académico de la Universidad Católica, al indicar que hay excelentes capacidades humanas, técnicas y de infraestructura para aportar al conocimiento del virus y proponer soluciones. “Dadas las capacidades existentes en Chile, no podemos quedarnos a la espera de que otros solucionen los problemas que también nos afectan”, advierte.
Si bien se trata de un fenómeno global y los retos transversales a los distintos países, “hay matices propios de cada uno”, afirma la directora nacional de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), Aisén Etcheverry. A ello contribuyó el aporte estatal para financiar proyectos. En ANID, por ejemplo, se enfocaron en dos grandes áreas: incrementar el conocimiento del Covid-19 y su impacto, y aumentar el volumen del testeo nacional. Para ello, se lanzó un Fondo de Emergencia Fortalecimiento Diagnóstico Covid-19, que “permitió ampliar la capacidad para realizar pruebas clínicas para la pesquisa del virus, imprescindible para el manejo de la pandemia”, detalla Etcheverry. También ejecutaron el concurso Rapid Covid-19, que financió 75 proyectos de disciplinas como medicina, ciencias sociales, ingeniería y tecnología. “Tienen el compromiso de poner a disposición de la comunidad toda la información generada, en forma gratuita, sin restricciones y permitiendo su reutilización, bajo las prácticas existentes de acceso abierto”, acota. Corfo, en tanto, junto al Ministerio de Ciencia, lanzó el concurso Retos de Innovación para proveer equipos de protección personal a trabajadores de la salud. Se apoyaron 13 iniciativas y de ellas siete continuaron con su escalamiento con un subsidio de hasta $60 millones.
“Esto permitió acelerar la implementación de soluciones innovadoras para proteger al personal de la salud”, afirma el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas, destacando el aporte en ello de la colaboración público-privada. *“Permitió a los emprendedores e innovadores chilenos contribuir a la solución de una contingencia inédita gracias a sus capacidades, lo que nos pone como país en una buena posición, demostrando que hay un gran talento local que debemos aprovechar por el bien de toda la sociedad”, detalla.
Articulación, la clave La subsecretaria de Ciencia, Carolina Torrealba, agrega que articular capacidades en torno a un objetivo colectivo puede transformar el país, como sucedió con la formación de la red nacional de laboratorios para diagnósticos de Covid, iniciativa en que participaron “más de 30 universidades, dos ministerios, decenas de servicios públicos, sociedades científicas y aportes privados, CPC, Sofofa y el Consejo Minero, quienes se enfocaron en un objetivo país para lograr levantar, en pocas semanas, una red que cambió la respuesta de nuestro país frente a la pandemia, y que es un caso inédito en el mundo”. De hecho, el Dr.
Lván Suazo, vicerrector de Investigación y Doctorados de la Universidad Autónoma de Chile, destaca el rol de las universidades en este proceso, las cuales postergaron por el momento el trabajo de investigación para contribuir a superar la pandemia.
Poner a prueba la capacidad de respuesta de la política científica de Chile es una de las grandes lecciones de este período. "La experiencia debiera servir para que Chile no sólo invierta en la generación de mayores capacidades, sino también la importancia de aumentar la calidad y cantidad de recursos en investigación como única forma de enfrentar el futuro”, indica Suazo. Para el ministro Couve, este escenario mostró que la evidencia científica es relevante para la toma de decisiones. “Va a marcar la política pública del futuro y una economía del conocimiento”, afirma.