Autor: Por Christian Salazar Académico de la Escuela de Geología - Universidad Mayor,
Columnas de Opinión: LA VERDAD EN EL TENIENTE
Columnas de Opinión: LA VERDAD EN EL TENIENTE Por Christian Salazar Académico de la Escuela de Geología - Universidad Mayor. Luego de vivir los momentos más trágicos de sus últimas décadas, Codelco y la división El Teniente deben desarrollar la necesaria investigación que determine qué ocurrió al interior de la mina. Por eso, es importante aclarar ciertos aspectos que ayuden a despejar mitos en torno al fatal hecho. Quizás lo más importante es precisar que en este yacimiento se utiliza el método de extracción denominado “caving" (cueva), en el que se retira material desde el cerro.
Durante este proceso ocurre una redistribución natural de los esfuerzos que tiene la roca, lo que se conoce como "sismicidad inducida". Una vez que se produce este reacomodo, se siente como que el cerro cruje. "El cerro llora", se dice en la jerga.
El Teniente hoy posee la última tecnología disponible en el mundo, acorde a su posición de líder en minería subterránea, por lo que estas labores cotidianas de explotación son medidas, calculadas y monitoreadas con gran precisión. Sin embargo, aún existen elementos incontrolables, propios de la naturaleza, como las distintas propiedades que pueden existir dentro de una roca, ya sea su resistencia al peso o su capacidad de fracturamiento. Hasta ahora, lo único que se sabe es que se produjo un estallido de roca debido a los esfuerzos del reacomodo, sin explosivos y sin intervención humana. Generalmente estos reacomodos son registrados por los instrumentos de medición, e incluso pueden ser la antesala de uno mayor. Al parecer esto no ocurrió acá, y esta nula manifestación previa sería un lamentable fenómeno sin precedentes.
Otra hipótesis, menos probable, es que un sismo tectónico cercano haya afectado la zona, que podría haber estado debilitada previamente. ¿Cómo se resolverá esto? A través de las pruebas y los registros de todos los instrumentos existentes.
Chile y el mundo minero necesitan estudiar cómo se comportó El Teniente, tanto para sanar heridas como para aprender y avanzar hacia una explotación aún más segura, que resguarde al máximo la seguridad de sus trabajadores.