Autor: EDUARDO SILVA S. )J.
Educación y pluralismo
«Por una Educación Pública, Laica y Gratuita.
La mirada de un ciudadano creyente» Tomás Scherz Ediciones uc/Centro uc de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE), Santiago, 2022,38 páginas. (S Se trata de una reedición de un ensayo escrito en 2014 por Tomás Scherz, cuando el actual Vice Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica de Chile era el Vicario para la Educación del Arzobispado de Santiago.
El escrito se hace cargo de las reivindicaciones de las movilizaciones estudiantiles de 2011 y procura esclarecer hoy las demandas de una educación pública, laica y gratuita, también consignadas en el nuevo proyecto de la carta constitucional. ¿ Qué es una educación laica? Según Scherz, los cristianos creemos «en una educación laica en el sentido que abraza el pluralismo de las distintas concepciones del bien, sin buscar imponer ninguna de ellas» (p. 13). Por ello, esa cosmovisión no puede excluir la dimensión religiosa ni puede invocar una neutralidad del Estado para prescindir de ella. Justamente porque el Estado no debe ser confesional ni antirreligioso, propicia que sean las instituciones educacionales las que ofrezcan sus convicciones.
La educación religiosa ha sido muchas veces garante del pluralismo educacional, que se diluye rápidamente al monopolizarlo estatalmente. ¿Significa eso renunciar a una educación pública? Así como el autor reconoce el poder del egoísmo y la codicia que podría haber desde la iniciativa privada, también recalca el ejemplo de los colegios «particulares» (pagados y subvencionados) de la Iglesia, que no se sustraen a la educación pública. La historia del país los ha visto muchas veces llevando la delantera y han mostrado un ejemplo que se extiende por varios siglos. Privar a las personas y las instituciones de aportar verdaderamente al bien común, bajo pretexto de que solo el Estado puede hacerlo legítimamente, es otra equivocación muy extendida. No solo existe el individuo frente al Estado, sino también la vasta sociedad civil, el espacio público poblado de organizaciones e instituciones que enriquecen al país.
La confusión entre lo público y lo estatal conduce a ignorar y desperdiciar el enorme depósito de generosidad y solidaridad nacidas desde distintas iniciativas privadas. ¿Por qué educación gratuita? Es evidente que la educación tiene un valor económico, sobre todo la universitaria. Como genera beneficios para quien la recibe y para el país, políticas estatales de gratuidad facilitan la equidad y el acceso. Pero la educación superior no se reduce solo a la transmisión de habilidades laborales y el aumento de la productividad.
La educación católica, como muchas otras formas educativas, ha dado amplio testimonio de que, en la gratuidad, desde la reflexión madura y la fe, se puede formar personas con un horizonte de vida que trasciende la utilidad del saber y la economía del conocimiento. Desde la educación religiosa es posible, sin duda alguna, estar a favor de una educación laica, pública y gratuita. Pero es necesario entender qué queremos decir con ello. Este ensayo nos ayuda en esa reflexión. Q