Autor: Por Loreto Cox
Columnas de Opinión: ¿En tierra derecha?
Columnas de Opinión: ¿ En tierra derecha? Si en 2021 hubiese sido Sichel, y no Kast, quien ganara la primera v u e l t a, ¿ s e r í a igualmente Boric el Presidente? Si en 2023 los republicanos hubiesen sido más conciliadores en el Consejo Constitucional, ¿nos regiría la actual Constitución u otra vista como un logro para la derecha? Es imposible saberlo bien, pero ambas preguntas abren dudas sobre la eficacia de la reciente inclinación de la derecha chilena a alejarse del centro. Los resultados de las municipales de 2024 van en la misma línea: el P. Republicano fue reticente a pactar con su hermano mayor, Chile Vamos, y terminó obteniendo cerca de una cuarta parte de los concejales, con menos de la mitad de los votos. En suma, la derecha más dura parece haber sobreestimado, una y otra vez, su fuerza electoral.
Más allá del juicio que podamos hacer a las campañas que hoy se enfrentan, ¿será que ahora el votante de derecha se ha vuelto más extremo en sus posturas? La opinión pública no parece mostrar un giro conservador en cuestiones valóricas.
De hecho, por ejemplo, la CEP de abril muestra que la mayoría de quienes se identifican con la derecha está satisfecha con el aborto en tres causales y que un buen número apoya el aborto en cualquier caso (21%). No es casualidad que J. A. Kast prefiera omitir estos temas. Tampoco es claro que la gente hoy quiera suprimir el rol del Estado en el sustento económico.
Entre quienes se identifican con la derecha, al ubicarse en un eje entre que el sustento dependa principalmente del Estado o de las personas, solo el 23% opta por este último extremo, mientras la gran mayoría elige posiciones intermedias. Es cierto que la prioridad ciudadana por la seguridad se aviene bien con el ideario de la derecha dura.
Pero esa prioridad estaba igualmente presente el año pasado, cuando era la candidata de Chile Vamos (dudosamente una blanda) quien lideraba las encuestas. ¿Será que, en tiempos de inmediatez y redes sociales, la moderación no conquista corazones? Después de todo, los extremos ofrecen la simpleza de una visión unificada, que no se detiene en complejidades y que, por lo mismo, cabe en pocos caracteres (aunque le cueste atisbar la densidad y diversidad de la experiencia humana). Podría haber algo de ello y sería consistente con el triste momento del centro en el mundo. El escaso poder de seducción de la moderación pudo debilitarse aún más por efecto del miedo que despierta, en muchos, el partido de la candidata de al frente. Quizás el repunte de la derecha dura se deba a que Kast tiene el mérito de no haber sido gobierno, aunque a estas alturas le quede poco de novedoso. Tampoco parece tratarse de un político especialmente carismático. Como sea, es dudoso que el escenario actual refleje lealtades profundas. De esas ya no existen en nuestra política sin partidos y menos entre los millones de votantes que, sin la obligación, no se tomarían la molestia. Es así como vemos que una y otra vez pierden los incumbentes y que hay candidatos que se inflan y desinflan sin razón aparente. En todo caso, cuesta imaginar escenarios en los que moverse ahora al extremo resulte eficaz para una segunda vuelta. Si desea comentar esta columna, hágalo en el blog Es dudoso que el escenario actual refleje lealtades profundas.. COLUMNA DE OPINIÓN Es dudoso que el escenario actual refleje lealtades profundas.