Autor: José Pakomio Presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC)
Columnas de Opinión: El futuro que seguimos posponiendo
Columnas de Opinión: El futuro que seguimos posponiendo n un pais donde el potencial turístico abunda, con un deE Lo de Las Salinas es el sintoma más reciente de una enfermedad crónica: Chile no cuenta con una política turística de Estado. En su lugar, abundan las trabas, las excusas y las indefiniciones.
Mientras países vecinos, como Perú, Ecuador y Argentina, con menos atractivos naturales y más conflictos internos, se consolidan como potencias del turismo receptivo, Chile sigue atrapado en discusiones eternas, permisos que noavanzan, tribunales ambientales sin plazos razonables y autoridades que rotan cada año y medio sin asumir costos ni defender una visión de pais. ¿Dónde está el mundo politico, ministros, parlamentarios, alcaldes que en sus discursos exigen reactivación económica para las regiones, pero bloquean cualquier intento de inversión real en nombre del "desarrollo sustentable", sin argumento técnico ni alternativas viables? La industria turistica representa más del 10% del empleo en regiones como Valparaíso, Aysén o Magallanes. Y, sin embargo, no hay incentivos claros, ni proyectos emblemáticos, ni apuestas por la innovación. Las Salinas podría marcar un antes y un después.
Lo que Chile necesita son autoridades capaces de tomar decisiones valientes que reactiven al sector, porque lo que está en juego no es solo un proyecto: es la oportunidad de convertir al turismo en motor de desarrollo y bienestar para todo el país. sierto único, cordilleras majestuosas, islas con mística ancestral y miles de kilómetros de costa, sorprende que la politica se haya convertido en un obstáculo en lugar de un motor para el desarrollo de la industria. Chile, que posee una riqueza natural que muchas naciones desearían, ha optado por el camino de la burocracia y la parálisis ideológica, dejando pasar oportunidades que podrían cambiar el rostro económico del país. El caso del proyecto Las Salinas en Viña del Mar es un ejemplo emblemático.
Más que una simple iniciativa inmobiliaria, se trata de un proyecto que integra la construcción del primer centro de convenciones de clase mundial en regiones, sumando a esto un hotel de alto estándar y una recuperación ambiental inédita respaklada por reconocidos científicos. Un polo de desarrollo turístico, empresarial y de inversión que reposicionaria a Viña del Mar con su tradicional insignia de ciudad del turismo, acompañado de la creación de cientos de puestos de trabajo. Una señal de que Chile podría, por fin, tomarse en serio el turismo de negocios, ese que deja dólares, empleos estables y encadena múltiples sectores productivos. Pero no. La politica hace lo suyo. Las decisiones no se toman con criterios técnicos ni con visión de largo plazo, sino por conveniencia electoral por miedo a grupos de presión o simple omisión. C Columna.