“Tenemos que actualizar algunos aspectos de este modelo”
Ignacio Sánchez, rector de Universidad Católica: “Este sistema capitalista nuestro ha funcionado en la medida que el crecimiento ha sido fuerte, pero si se estanca, comienza un retroceso de la calidad de vida y crece la incertidumbre y la precariedad”. Patricio Tapia mediados de enero pasa A: Ignacio Sánchez, méico cirujano y pediatra, especialista en enfermedades respiratorias, fue confirmado comorector de la Universidad Católica, a una década de haber asumido ese cargo por primera vez y después de tres meses de quese desatara el llamado “estallido social” en el país. Como máxima autoridad de una de las instituciones de educación superior más importantes de Chile, no está ajeno a los problemas que hanafectadoa la sociedad. De hecho, uno de los puntos álgidos del fenómeno en Santiago, Plaza Italia, estáa corta distancia de su oficina en la Casa Central de la universidad, cuya fachada muestra rayados.
En esta entrevista el rector conversa sobre asuntos que van desde la violencia o la desigualdad hasta lasituación de la mujer y el desarrollo económico, sin dejar de mencionar la discusión constitucional y la situación del sistema universitario. -¿ Cómo ha sido su percepción de lo que va de marzo: peor o mejor de lo que esperaba? -Creo quelo que va de marzo es preocupante en algunos aspectos y es prometedor en otros.
Lo preocupante es que no sólo durante marzo, sino también en enero y febrero, vimos quelosfocos de violencia en distintas partes de Chile, en Santiago y en algunas regiones, se mantuvieron; con menos intensidad en enero y febrero, pero hubo días degran violencia. La mayoría de la población pensaba que terminando diciembreibaa haber unrecesoen estas manifestaciones violentas, perose mantuvieron.
Y en marzo han recrudecido, con desórdenes violentos en lastardes y las noches y nosólo en las cercanías de la llamada “Zona O” en Plaza Italia, sino en otras zonas de Santiago, con disturbios en Puente Alto o San Bernardo; y también fuera de Santiago: Concepción, Valdivia, Valparaíso.
Eso es preocupante. -¿Influye el regreso de los escolares?-En el mundo de la educación preocupa la persistencia de manifestaciones estudiantiles, básicamente escolares, interrumpiendo el funcionamiento del Metro, cortando calles, etc, Eso también es inquietante porque afecta el trabajo de miles de personas, dificulta el retorno a casa y vulnera la seguridad para muchos miembros de la población. Interrumpir las vías del Metro es extremadamente peligroso. -¿ Y qué es lo que consideraba prometedor? -Uno tiene que tener optimismo y mirar hacia adelante. En nuescomenzamos las clasesel La gran mayoría de los estudiantes antiguos han reiniciado sus actividades (los nuevos se han matriculado recién). Hemos tenido una muy buena asistencia, asícomo la participaciónenlas actividades. Hubo una extraordinaria respuesta delas matrículas de losestudianuna preferenciacada vez más marcada de los mejores estudiantes.
Son cosas positivas, considerando todos los conflictos en el desarrollo de la PSU y la admisión. -La irregularidad de las clases, las dificultades en la PSU, ¿no lo ha resentido la universidad en ingresos y matrículas? -El año pasado tuvimos que ponernos a tono a través de metodología online, clases adistancia, trabajos grupales y la mayor disposición delos profesores. Todo para responder a una situación compleja: los estudiantes no podían llegar. Eso significó retraso también en los pagos de muchas familias. El hecho de que estemos matriculandoa 10 de marzo y noal0O deenero hasignificado una disminución en los ingresos detodas las instituciones universitarias, nosolamente la nuestra. Peroa pesar detodo, las postulaciones y la confianza de los estudiantes y sus familias no se han visto afectadas.
Eso es por el prestigio académico de nuestra institución. -¿ Y se ha afectado el monto de los aranceles? hemos tenido cuidado en el manejo de los aranceles porque entendemos que en nuestro país son caros y dificiles de solventar por las familias. El 25 por ciento de nuestros estudiantes aproximadamente está del 25 hasta llegar aun 520 53 por ciento de ellos tienen apoyo financiero por becas o créditos tanto estatales comopropios de la universidad. Es decir, más de la mitad de nuestros estudiantes tienen beneficios económicos que completos o parciales. En cuantoa losaranceles, en estaoportunidad, tuvimos un incremento de IPC paratodos los estudiantes y solamente paralos estudiantes de primer año, un incremento de IPC más un 2 por ciento. Este dos por ciento es lo que permite lanueva Ley de Educación Superior. Y es porque los costos en la educación superior (personal administrativo y profesionales, etc. ) van creciendo más que el IPC.
Hicimos el mínimo incremento posible y solamente para los alumnos de primer año. -Por su ubicación, la Casa Central de la Universidad permite tomar la temperatura de la protesta. ¿Qué le indica su termómetro? -Responderle me permite hacer un breve balance de lo que han significado estos meses, desde el 18 de Octubre hasta la fecha.
Nosotros estamos a dos cuadras de Plaza Italia, todas las marchas que se realizan pasan por nuestra Casa Central y ella, al igual que muchos edificios de este sector, hasido vandalizadacon rotura de vidrios, pedradas, intentos de incendio, etc. Hemos tenido que invertir en reforzar ventanas, puertas, rejas, limpiar rayados una y otra vez, tenemos que mantener un edificio que es patrimonial.
El termómetro me muestra que si bien no está la intensidad de manifestaciones violentas o agresiones que tuvimos enoctubre y noviembre, tampoco nos podemos descuidar porque los viernes siguen siendo muy complejos, despuésdelas6 07 de la tarde. Y cuando digo complejos quiero decirimpredecibles, porquegrupos pequeños pueden decidir ataques a edificios.
Nosotros tenemos que estar preparados: junto con invertir en temas de infraestructura, hemos tenido que contratar más guardias, tener mayor número decámaras y tomar las precauciones para una situación que puede ser grave. -¿ Existe una estimación del costo en cuanto a daños materiales en la universidad? -Hay distintas estimaciones. El costo mayor que sufre el paísen su conjunto, es la disminución de la actividad en todos los rubros. En cualquier universidad, independientemente de dónde esté situada y aquí con mayor razón, desde octubre pasado, las actividades vespertinas, deeducación continua, y las actividades habituales, se han visto disminuidas porque baja la actividad engeneral. Eso es un costo mayor queno se puede cuantificar tan fácilmente. Sinos restringimosal costo de reparar ventanas, pintar, cambiar vidrios, más guardias, etc., el costo entre Casa Central y San Joaquín, estamos hablando dealrededorde 400 millones de pesos.
A eso hay que sumarle costos de nueva infraestructura deseguridad (vamosa tener que poner torniquetes para ingreso enalgunos campus), empleando recursos que de otra manera se hubieran usado en otros desarrollos de la universidad. -Han salido una serie de libros sobre el llamado “estallido social”. ¿Ha logrado usted alguna explicación del fenómeno? -Hay mucho debatesobreel estallido. Por una parte, se dice algo que es muy cierto: en losúltimos 30añosel paísse desarrolló muy significativamente, la pobreza extrema y no extrema disminuyó. Desde el retorno a la democracia, Chile es realmente otro país. Pero ese crecimiento fue mostrando la inequidad, lo que es muy complejo en una sociedad. La sociedad puede crecer, perosi va mostrando profundas diferencias entre susintegrantes, se va cultivando ese rencor, o envidia o sensación de injusticia. Por otra parte, el tema del consumismo es importante. Nuestra sociedad es consumista y, por lo tanto, hay muchosbienes quese quieren tener y que cuando eso nose logra produce frustración. Por último, duda de que hay inequidades que son muy violentas y que la población en momentos muy difíciles, como en el tema de las pensiones, de la salud, la vivienda digna, el transporte. Se puede salir dela extrema pobreza, pero quedar en una situación muy vulnerable. Este sistema capitalista nuestro ha funcionado en la medida que el crecimiento ha sido fuerte, pero si se estanca, comienza un retroceso de la calidad de vida y crece la incertidumbre y la precariedad. Todo lo cual genera mucha ansiedad y mucha rabia. Y está el gran tema de una población que no estudia, quenotrabaja, quenohatenido oportunidades, queincuba rencor y quese unea otrassituaciones, como el anarquismo o la mayor presencia del narcotráfico poblaciones más marginales.
Todo esto va mayor o menor medida a la situación que vemos. -¿ Cuál cree que es el papel de las universidades en este momento de crisis? ¿ La labor académica puede ayudar a mejorar la realidad del país? -Sin lugar a dudas.
Lo primero que quiero decir, porque se me ha preguntado en otras ocasionessi hay una responsabilidad de la Universidad, creo que no hay ninguna institución enel país que no tenga que sentirse responsable, pero también se puede aportar con soluciones. La nuestra es una institución de gran importancia parael país: de aquí han salido líderes o políticas públicas valiosas. Probablementenotuvimos la suficiente persistencia para hacerlos cambios en los momentos oportunos.
Nuestra universidad y el sistema universitario chileno tienen un rol muy significativo en repensar el orden social, en repensar las necesidades de la población, en darle un sentido a esta crisis y que se vuelvan a poner algunos elementos básicos en la relación entre las personas: el respeto, la dignidad, la escucha y la valoración de la opinión de otros. Adentrarse en la realidad que está viviendo un número importante de chilenos y chilenas. Desprincipio de la crisis pensamos que había que organizar encuentros de diálogo, que no había quesaltar a dar respuestas rápidas, sino que, con calma y reflexión, generar espacios de encuentro. Estos espacios son aún muy necesarios, particularmente para ver cómo se aborda el tema de la violencia. El gobierno tiene que controlar el orden público y tiene que evitar acciones violentas.
También habrá que tratar de conversar con quienes actúan de manera violenta y tratar de entender la razón de esa El rector de la UC aborda el momento que vive el país, analiza las causas del estallido de octubre pasado y el rol que los centros de educación superior pueden tener en ayudar al debate público. “Nuestra universidad y el sistema universitario chileno tienen un rol muy significativo en repensar el orden social, en repensar las necesidades de la población, en darle un sentido a esta crisis”. Pulsión. Los centros universitarios son lugares muy adecuados para abrir la discusión y congregar a personas de distintas sensibilidades para que aporten a este diálogo. -La universidad debería ser el lugar de la pluralidad. Pero, ¿se ha estropeado la convivencia universitaria? -Hay acciones que dañan la convivencia universitaria. Voy a mencionar la acción quela daña por definición: la toma. La toma interfiere, interrumpe, la labor universitaria que debe estar abierta a todos y a todas las personas y estamentos dentro y fuera de la universidad. Toda toma es violenta y rompe el objetivo mismo de una universidad, por lo cual debemos rechazarla de plano. También la convivencia se daña cuando hay agresión verbal, ataquesa través delas redes sociales, cuando hay bullying, cuando hay funas. Cuando prima el uso de la fuerza y noel diálogo, cuando prima el grito y el acallamiento a través del ruido más que del argumento. El mensaje a los estudiantes es que tienen que compatibilizar el participar en el debate nacional, pero sin dejar de lado sus labores universitarias. -La crisis ha puesto en cuestión el “modelo económico” chileno. Asu juicio, ¿le faltaban ajustes o habría “Yo no soy economista, pero me parece que el modelo económicoimplica un modelosocial y un modelo político. Todo está interrelacionado. Tenemos que actualizar algunosaspectos de este modelo que en algún momento fue muy exitoso, pero que probablemente necesita cambios y ajustes. Yo nosería partidario de plantear de buenas a primeras un cambio total del modelo.
Lo que hay que hacer es un buen diagnóstico de loque hasido importante en términos de crecimiento, oportunidades, trabajo, desarrollo del país y cuáles son losámbitos quese han ido dejando de lado, básicamente, la distribución de la riqueza y la inequidad. Algunos índices, comoel Gini, podrán ayudarnos a compararnos con otros países que han podido sacar adelante de manera más armónica su desarrollo económico y social.
Se ha cuestionado la Constitución. ¿Cree que hay que reformarla o reemplazarla? -Como habrá un plebiscito en poco más de un mes y se están dando los argumentos para las opciones de “apruebo” y “rechazo”. Ya el país definió que tiene que plebiscitar si es que la ciudadanía quiere una nueva Constitución o reformar la actual. Cada uno tiene que tener su evaluación.
Por supuesto el voto de cada uno va aser reservado, pero me parece importante destacar queesta crisis ha puesto de relievequeuno de losaspectosa considerar esel tema constitucional: que de ahí se desprende el tipo de gobierno que quiere tener el país, cuálesson los deberes y derechos que deben estar en la Constitución, como aspectos principales. Que se haya comprendido que esun tema quedeevaluado por el países un avance. Pero tampoco hay que pensar que una nueva Constitución va a resolver todos los problemas. Ni el plebiscito es el punto final del proceso. Sigana la opción “apruebo” va a existir un trabajo de un par de años para redactar el texto constitucional. La opción “rechazo” probablemente igual se van a modificar aspectos de la Constitución actual.
Estamoscomo país, detodas formas, involucrados en un análisis constitucional degranalcance. -Hace unos días se aprobó la paridad de género para el eventual órgano constituyente, si ganara el “apruebo”. ¿Qué le parece en general la regla de paridad?, ¿podría aplicarse en los órganos universitarios, por ejemplo? -Más que por paridad nosotros estamos por ampliar las oportunidades de todas las mujeres dentro de la universidad. Tenemos una Dirección de Equidad de Género para evaluar ese tipo detemas: oportunidades, carrera académica, desarrollo de la mujer al interior dela institución. Hoy díalosestudiantes de educación superior son mayoritariamente mujeres. Loquenos preocupaes abrir las oportunidades para que haya más mujeres decanos, en las vicerrectorías, en eso estamos trabajando hace varios años.
Sin lugar a dudas, los últimos dos años, con el movimiento feminista, el tema ha estado mucho más presente en el debate público. -¿ Y qué le parece la paridad en el caso particular del órgano constituyente? -Hay que evaluarlo más en detalle. Sin ser abogado, me parece que hay que escuchar las voces críticas que han surgido con respecto a la falta de modelos en otros países.
Creo que estas modificaciones tienen que ser evaluadas en su mérito para ver si van produciendo el efecto adecuadoo van produciendo ciertas distorsiones que a lo mejor el modelo inicial nunca buscó. -Usted fue crítico con los excesos policiales. Si tuviera que elegir entre orden y justicia, ¿ por qué optaría? Goethe habría dicho que prefería la injusticia al desorden... -Lamento no concordar con Goethe. Me parece que el respeto a las personas está por sobre todo lo demás. Nose puede controlar el orden pasando a llevar los derechos humanos. Tampoco se puede mantener una violencia sin control porque también afecta los derechos humanos de los habitantes del país. El gran desafio que tiene el gobierno es controlar el orden público manteniendo los protocolos de respeto alos derechos humanos. El gobierno por definición tiene que tener la fuerza para el control del orden, pero esa fuerza tiene que ser administrada de manera adecuada.
Hay un trabajo por hacer para que no se repitan los casos de violaciones de derechos humanos que hemos visto en estos meses, que son inexcusables. -¿ Es usted de los que cree que habrá un país mejor al final de todo o estamos al borde del precipicio? -Creo quetoda una oportunidad mayor. Vamosa tener un mejor país, pero paraeso, tenemos que controlarla violencia, implementar las reformas que queremos hacer de manera pacífica y dialogante.
Tenemos que entender también que esto va a tomar un tiempo: es un período queno será de meses, sino probablemente de varios años, para lograr un nuevo orden, con las modificaciones que correspondan: lograr crecimiento con una nueva distribución económica, mayor educación para los jóvenes para que tengan más oportunidades. Lo más importante es llegar a un consenso de que a través de métodos violentosno podemosavanzar y queel orden público no puedelograrse sin respetar los derechos de las personas. Confío en que eso se logre con un sentido de cuerpo, de proyecto común, a pesar de todas las diferencias que podamos tener. “Vamos a tener un mejor país, pero para eso, tenemos que controlar la violencia, implementar las reformas que queremos hacer de manera pacífica y dialogante”.