Autor: Por: Germán Kreisel
El mundo y la ciencia necesita de ellas
Desde niñas se establecen estereotipos de género para las carreras del futuro, como también se entregan becas de investigación menos importantes que los colegas hombres.
Estas son algunas de las brechas que existen en la incorporación de más mujeres a esta área. | En el país solo cerca del 16 por ciento de los centros de investigación son dirigidos por mujeres, mientras que la participación femenina en matrículas de educación superior del área científica bordea el 20%. La desigualdad de género en la investigación y la ciencia es una delas áreas que durante mucho tiempo plantea y exige una educación no sexista En ese sentido, y en el contexto actual y futuro la participación de las mujeres en la ciencia es central, ya que ellas incorporan un abanico de visiones complementarias e ideas distintas, que en conjunto generan la riqueza de una comunidad.
Por ejemplo, la adaptación al cambio y la capacidad de enfrentar los diversos desafíos que conllevan la formación de profesionales y el desarrollo de la investigación, que se verá maximizada con una comunidad académica diversa e integrada Porello, las instituciones de educación superior han incorporado iniciativas, por ejemplo, en la composición de comisiones de cada facultad con paridad de género en sus integrantes; la creación de unidades de género especializadas para generar medidas y acciones que promuevan cambios culturalese institucionales, como también el fomento al ingreso de mujeres a carreras que son tradicionalmente dominadas por hombres.
En ese sentido, Fernanda Ramírez, doctora en Política Educativa de Harvard e investigadora de la Pontificia Universidad Católica, sostiene que, en relación al último informe de la OCDE sobre educación universitaria, si bien el porcentaje de mujeres que se gradúa es mayor (57%) en comparación a los hombres, hay “marcadas” diferencias de género en términos de salario y empleabilidad. “En resumen, las áreas donde hay más mujeres trabajando (bienestar, educación y salud) tienen niveles más bajos de sueldo comparado con las quetienen supremacía masculina (las denominadas áreas STEM, con las tecnologías a la dice. “Los hombres que acceden a la educación superior tienen mejores salarios y menos desempleo. Aunque la educación superior beneficia atodas las personas, es importante entender por qué ocurre esto. Hay brechas y debemos hacernos cargo”, sostiene la especialista. Sin embargo, no se trata de solo una estadística más ya que según datos del World Economic Forum, al año 2030 el 77% de los trabajos requerirán habilidades relacionadas con la tecnología e innovación. Si bien hay una demanda creciente e insatisfecha en el mundo de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), el déficit de mujeres es notorio.
Según la UNESCO, globalmente, sólo el 35% de los estudiantes de STEM son mujeres, y apenas el 25% de quienes trabajan en el sector de las TIC son mujeres, de acuerdo a un estudio de ONU Mujeres. Para Marcela Fresno Ramirez, directora Magíster One Health Universidad de Las Américas, M.
V. Ph.D., también existen estereotipos de género acerca de las habilidades intelectuales de mujeres, que aparecen en edades muy tempranas, lo que va a influenciar los intereses de las niñas, limitando incluso las profesiones que puedan escoger para el futuro.
“Pero, además, las mujeres suelen recibir becas de investigación menores que los hombres, representan solo el 33% de quienes investigan en todo el mundo, y tienen carreras más cortas y peores pagadas”, dice la especialista sobre recientes datos de Naciones Unidas.
“La poca presencia femenina en la ciencia no es problema de las mujeres, sino de los estereotipos de inferioridad, la inequidad en labores domésticas, la discriminación, el acoso y de que el sistema laboral y académico no favorece la promoción de las mujeres”, sostiene Marcela Fresno.
El rol de la empresa Para continuar con este fomento al encadenamiento de conocimiento desde temprana edad, en la educación escolar y universitaria, el rol de las organizaciones donde las profesionales van a desarrollar sus carreras es fundamental.
En esa línea, Marcela Siri, directora de Asuntos Corporativos, Engagement y Sustentabilidad de L'Oréal Chile, señala que la desigualdad de género se hace cada vez más evidente a medida que se avanza hacia mayores desafios. "Necesitamos, por lo tanto, historias, relatos y ejemplos de mujeres científicas que inspiren a otras. Esta inspiración también se ha hecho patente en la propia compañía, donde de los más de cuatro mil científicos que trabajan en la empresa a nivel global, un 70% son mujeres”, indica.
La empresa tiene un fuerte compromiso con la inclusión, equidad y diversidad, y se enorgullece de su historia en defensa de mujeres en la ciencia, por esta razón, empoderan a las mujeres científicas, e inspiran a las próximas generaciones de mujeres mediante el programa “For Women in Science”, un premio que Fundación L'Oréal y UNESCO, trabajan de manera conjunta desde hace 15 años en Chile y que ha sido un aporte relevante para apoyar la descentralización y destacar el trabajo de científicas provenientes de distintas regiones del país A su vez, la ejecutiva destaca que como compañía tienen un rol activo en el programa Pacto Global de Naciones Unidas y como parte del Comité Ejecutivo de la organización en Chile, y están comprometidos por contribuir en la difusión e incorporación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el sector privado. "Estamos especialmente trabajando elnúmero 5 de los ODS, desarrollando iniciativas que aporten a la igualdad de género y al empoderamiento de mujeres y niñas.
Esto lo llevamos a cabo a través de nuestros programas que promuevela investigación cientifica femenina”, sostiene Marcela Siri “¿ Las mujeres suelen recibir becas de investigación menores que los hombres, representan solo el 33% de quienes investigan en todo el mundo, y tienen carreras más cortas y peores pagadas”. Marcela Fresno Ramírez, directora Magister One Health de la UDLA.
“Las áreas donde hay más mujeres trabajando (bienestar, educación y salud) tienen niveles más bajos de sueldo comparado con las que tienen supremacía masculina (las denominadas áreas STEM, con las tecnologías a la cabeza)”. Fernanda Ramírez, doctora en Política Educativa de Harvard e investigadora de la Pontificia Universidad Católica. Carreras y profesionales STEM