Fragilidad
Señor Director: La lluvia recién comienza, a fines de junio, y vimos desbordes de ríos, calles y zonas anegadas, corte de carreteras e impensadas vías con importante acumulación de agua, que hicieron prácticamente imposible para los peatones escapar de ser alcanzados. Sin embargo, estamos en presencia de 12 años de sequía y las lluvias de los últimos días desafortunadamente no nos sacarán del déficit de precipitación. Es difícil permanecer insensible a la fragilidad y evidente estrés hídrico que vive la vegetación urbana. Frente a eventos climáticos cada vez más extremos, necesitamos ciudades más resilientes. Una vez más, el agua caída no será utilizada.
Ya sea por la erosión o la impermeabilización de nuestros suelos, vemos escurrir una nueva oportunidad de utilizar este recurso vital, Cuatro aspectos no pueden esperar: educación ambiental transversal para toda la población; medidas reales de restricción hídrica en hogares con alta demanda; implementación de medidas de drenaje urbano y absorción de aguas para recarga de acuíferos; y de reutilización de aguas grises. Margarita Jans Codirectora Observatorio Paisaje y Sustentabilidad UDP