Cómo fue el vuelo con la PDI: preguntó por Chile, no comió y relató fuga de la CAS
Asegurando que "no comía en los vuelos” y confirmando a los detectives de la PDI que "casi se cae del canasto que lo rescató de la CAS”, Mauricio Hernández Norambuena mantuvo una tranquila conversación con los seis funcionarios policiales que lo escoltaron desde Brasil a Chile en un avión de la FACh, durante el operativo ejecutado la madrugada de ayer. Quienes conocen los detalles del vuelo indican que le ofrecieron bebidas, sándwiches de miga y snacks, pero que el exfrentista optó más bien por beber mucha agua. En el diálogo, Hernández Norambuena le confidenció a los policías que recién hace seis meses volvió a ver televisión, ya que estaba cumpliendo condena bajo un estricto régimen interno. Quizás eso explica, de acuerdo las impresiones de los funcionarios de la PDI, que se mostrara "muy conversador” durante las más de tres horas de vuelo.
Estaba vestido con buzo beige, zapatillas blancas con cordones azules y una polera deportiva roja cuando abordó el vuelo la noche del lunes en el aeropuerto Guarulhos de Sáo Paulo para llegar a Chile a las 3:30 horas de ayer, en un operativo que había comenzado en el Grupo 10 de la FACh, solo un par de horas antes. “Mucho más alerta que con un delincuente común” El jefe de Interpol Santiago, el subprefecto Ricardo Quiroz, detalla que "venía muy tranquilo y muy dispuesto también a colaborar con las instrucciones que se le daban. Se le explicaba que el traslado en esta aeronave era para cumplir con esta extradición. Lo aceptó de muy buena forma”. Y hace una diferenciación entre los perfiles delictuales.
Dice que las personas de "grupos subversivos, por la ideología que en algún momento abrazaron tienen una interacción distinta a la de un delincuente común”. Indica que este último podría realizar actos como "autoinferirse heridas, lo que el subversivo no hace”. Reconoce que "eso no significa que en algún momento vinieran relajados, esa calma aparente que se pueda dar no significa que el policía esté relajado, sino tal vez mucho más alerta que con un delincuente común”. Seguridad: "Fueron decisiones rápidas” Quiroz revela además que el vuelo comercial se descartó casi de inmediato: "Se toman precauciones.
Nosotros no podíamos tomar un procedimiento estándar donde dos funcionarios escoltan a una persona que se fuga en helicóptero y traerlo en un avión comercial”. Agrega que ya en Brasil se adoptaron "decisiones rápidas, y cuando acordamos una hora de arribo del avión chileno fue muy poco el tiempo que estuvo posado el avión (en Brasil) y llegó la policía federal con el requerido.
Ahí se realiza una serie de trámites administrativos que es necesario llevar a cabo”. Detalla que incluso "el avión tenía que reabastecer, y ese fue el único tiempo de espera, dos horas menos que el comercial” y que fue "en muy poco tiempo, pero muy bien preparado”. También aclara que este tipo de viajes se concreta "habitualmente con internación de líneas aéreas comerciales, cancillería, la policía de donde se trajo al requerido.
En este caso se evaluó el perfil de seguridad respecto del extraditado y la verdad es que no calificaba para poder abordar un avión comercial, y eso tanto por la seguridad de los pasajeros como del mismo extraditado”. Paramédico revisó estado de salud A los seis policías de la PDI se sumó también un para= médico de la institución, a cargo de controlar la condición de salud del requerido.
Quiroz explica que es fundamental verificar que la persona esté en óptimo estado para viajar y que "esto tampoco está considerado para cualquier protocolo, pero en este caso en particular, tenemos en consideración la edad de la persona.
A los 61 años podría tener alguna patología”. También asegura que "en este caso no tenía ninguna patología, sí algunas dolencias menores, pero que finalmente no fueron ninguna complicación en su traslado”. Director PDI: en alerta por perfil de requerido de “alto riesgo criminal” Pese a que se concretó ayer, el jueves de la semana pasada comenzó el operativo de la PDI para repatriar desde Brasil a Chile al exfrentista.
Y el balance indica que se realizó con tranquilidad en medio de las estrictas medidas de seguridad que se adoptaron en coordinación con el gobierno y la policía de Brasil, bajo la supervisión del director general de la PDI, Héctor Espinosa. En su círculo comentan que desde el viernes tomó día libre para dedicarse de forma exclusiva a esta repatriación. El máximo jefe policial dice que "este tipo de operaciones siempre son complejas por diversos factores.
Si a eso sumamos el perfil de alto riesgo criminal que tiene esta persona, nos hacía a nosotros estar aun más alertas ante cualquier imponderable”. Agrega que "sin embargo, la PDI, solo como dato, desde el 2007 al día de hoy ha realizado más de 300 procesos de extradición, sin ningún tipo de inconveniente y resguardando en todo momento la integridad del detenido, lo que da cuenta del nivel de profesionalismo y experiencia por nuestros oficiales policiales en este tipo de operativos”.