Autor: PALOMA DÍAZ ABÁSOLO
Sustentabilidad: el eje que renueva la educación en el agro
Osé Dórner lleva casi tres décadas ligado a la Uni: versidad Austral.
Como estudiante de Agronomía a comienzo: de los años noventa, luego continuó como profesor, y desde el año 2020 es el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la casa de estudios de la Región de Los Ríos, tras asumir en medio de la pandemia.
“Claramente, en estos años ha habido un cambio... Nuestra facultad siempre se ha distinguido por la producción animal y, si bien hoy ese interés persiste, hay un mayor interés por la agricultura sustentable, la economía circular, la sanidad vegetal y la agroecología”, dice, en una tendencia que se repite en otras facultades del país como uno de los temas más relevantes.
Como en el caso de la Universidad Austral se imparte Agronomía e Ingeniería en Alimentos en la misma facultad, otro de los cambios que están impulsando es avanzar hacia una mayor integración entre las dos carreras, para lo cual están incrementando la flexibilidad para tomar ramos de ambas, ya que comparten los primeros dos años de formación general.
“De esa manera pretendemos abordar temas emergentes y ofrecer mejores profesio nales para toda la cadena agroalimentaria”, destaca José Dórner, y añade que a partir de marzo incorporarán un nuevo Doctorado en Ciencias de los Alimentos, para reforzar esa mirada.
Otra de las tendencias que se observan en la mayoría de las facultades de ciencias agrarias es la especialización de los profesionales, que ya no solo egresan con el título profesional, sino que tienen diferentes opciones para hacer magíster en menos tiempo que lo habitual -normalmente, agregando un año más de estudiosy “minors” o certificados en el último año de la carrera, con una fórmula parecida a los diplomados, que permiten seleccionar ramos de un área particular para contar con una especialidad.
“Los minors han sido una opción importante y ayudan a tener mayores tasas de retención y a acortar los tiempos de titulación, aunque los Con un énfasis en la relación con otras carreras, el emprendimiento y la especialización, las principales facultades de Agronomía del país buscan acercar a los estudiantes al campo y formar profesionales que respondan a los nuevos desafíos del sector. La pandemia ha obligado a hacer adaptaciones al volver a clases presenciales. L a alumnos han preferido mezclar temáticas en vez de especializarse. La mayor preferencia es por la fruticultura, que tiene mucha demanda y probablemente es donde hay más trabajo”, explica Rodrigo Figueroa, decano de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica.
Junto con los nuevos temas de interés de los estudiantes y las alternativas de especialización que han desarrollado las facultades, la educación superior en el agro también enfrenta desafíos, como adaptarse a las clases presenciales luego de la pandemia —ya que son carreras que exigen mucho trabajo en terrenoy mejorar la percepción que tienen los jóvenes sobre el sector, donde las diferentes facultades reclaman tener poca visibilidad.
“Llevamos dos años trabajando junto con otros decanatos en hacer campañas de admisión en forma coordinada y propia para tener una mayor visibilidad, porque vimos que los estudiantes no conocen las carreras ligadas al sector agrícola y que entre todos captamos solo 13% e del universo de los estudiantes que postulan”, explica Rodrigo Figueroa, quien también preside el Consejo de decanos de agronomía del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH). SUSTENTABILIDAD Sustentabilidad y preocupación por el medio ambiente son los temas que más se repiten a la hora de enumerar los intereses de los actuales estudiantes de Agronomía en el país.
De hecho, algunos académicos admiten que les toma un tiempo enseñar el equilibrio que se debe buscar entre medio ambiente, comunidades y producción de alimentos, en una temática que en pocos años ha pasado a formar parte transversal de las asignaturas. “El desafío que enfrentamos como profesores es aquilatar esos conocimientos y preocupaciones, y que no se transformen en un obstáculo para la enseñanza.
El interés se nota mucho en las menciones que eligen, porque hoy se van mucho más a temas como los suelos, más cercanos a la conservación, que alas menciones que son más productivas”, afirma Gabino Reginato, decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
En respuesta a eso, parte del nuevo plan de estudios busca acercar a los alumnos con las necesidades y realidades del sector agrícola y las zonas rurales, a través de clínicas en terreno, donde visitan una región durante una semana, se reúnen con productores de distintos tamaños y conocen sus problemas, para luego plantear posibles soluciones. “De esa manera conocen las necesidades reales del medio en el que se van a desempeñar.
Tenemos varias clínicas a lo largo de la carrera y todos los alumnos deben pasar por ellas, como una forma de sacarlos de la ciudad para que aprendan las problemáticas que afectan a los agricultores”, dice Gabino Reginato, ya que buena parte delos estudiantes de la U. De Chile son de Santiago y no han tenido una relación previa con este rubro.
En la Universidad de Talca se han enfocado durante los últimos dos años en realizar seminarios y debates para analizar diferentes puntos de vista en temas como la sustentabilidad y el uso de los recursos naturales, tanto en forma online como presencial, donde académicos y alumnos, enfocándose en la producción de alimentos.
“Como facultad tenemos que adaptarnos y adelantarnos a esas tendencias e intereses, ofreciendo las tecnologías y conocimientos que le permitan a estas nuevas generaciones desarrollar una agricultura más sustentable, con una mirada de largo plazo, pero sin perder de vista que el cambio climático ya está ocurriendo y que tenemos que adaptar la producción agrícola a ese escenario, porque tenemos el mandato muy importante de producir alimentos”, destaca Hermine Vogel, decana de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca. alumnos han preferido mezclar temáticas en vez de especializarse.
La entre todos captamos solo el 3% del universo de los estudiantes que postulan”, explica Rodrigo Figueroa, quien también preside el Consejo de decanos de agronomía del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH). AU UNIVERSIDAD DE TALCA RA E Y Los estudiantes hacen prácticas y ayudantías en los centros tecnológicos de la U. De Talca, como el Citra, especializado en riego. U. DE CONCEPCIÓN A as : q EOS ADA La unidad experimental de la U. De Concepción está a pocos pasos de las salas y los alumnos siempre trabajan en terreno.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA Figueroa asegura que en la UC buscan formarlos hacia un manejo sustentable. de hecho, adelanta que los docentes de la facultad se capacitarán durante este mes y el primer semestre del próximo año sobre cómo enseñar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas a los alumnos, y que para 2024 están avanzando en ofrecer un “minor” en sustentabilidad debido al alto interés que genera esa área.
NUEVAS ESPECIALIDADES Tras notar el creciente interés de los jóvenes por cuidado del medio ambiente, hace casi cinco años en la Universidad Católica comenzaron a trabajar la idea de abrir la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales, que recibirá a sus primeros alumnos en marzo, que también estará alojada en la Facultad de Agronomía.
“Es una carrera con una mirada bien amplia, donde se hace énfasis en el uso de datos para la toma de decisiones, por lo que tiene mucha ingeniería e informática, ramos de programación y de gestión, y un enfoque donde los recursos naturales tienen un elemento social”, explica Rodrigo Figueroa, y detalla que participarán académicos de siete facultades, que van desde Ingeniería hasta Derecho y Geografía, y que tendrá 80 vacantes para el primer año.
En ese sentido, resalta que a diferencia de carreras como Agronomía o Ingeniería Forestal, la mirada es más interdisciplinaria y abarca a grandes extensiones de territorio, como las cuencas, más que a sistemas productivos o predios específicos. con la idea de reforzar la integración de los profesionales en toda la cadena de producción de alimentos, en la Universidad Austral se preparan para lanzar un nuevo Doctorado en Ciencias de los Alimentos a contar de marzo, en línea con los cambios que muestra el mapa productivo de la región, ya que la mayor parte de los estudiantes son locales y han mostrado un fuerte interés por investigar productos endémicos.
“Tenemos un campo experimental a diez minutos de la facultad, por lo que parte importante de la docencia se basa en la investigación y experimentación, donde los alumnos desarrollan proyectos asociados a rescatar manzanos ancestrales de la macrozona sur, hacer producción aviar en praderas, elaborar cervezas y sidra, o trabajar con hongos silvestres, entre otros”, destaca José Dóorner.
EMPRENDIMIENTO A diferencia de generaciones anteriores, donde los estudiantes estaban más enfocados en encontrar un empleo estable o desarrollar actividades productivas, los jóvenes hoy están muy interesados en crear nuevas soluciones y productos con la idea de emprender en forma independiente, algo que también buscan potenciar algunas facultades.
En la Universidad de Concepción han notado ese interés y lo están incorporando como un elemento clave para el diseño de la nueva malla curricular de Agronomía, que empezaron a trabajar a mediados de este año y debería regir en 2024.
“Necesitamos incorporar con fuerza la innovación y el emprendimiento, asociados a temas como la sostenibilidad, para que los alumnos lo puedan potenciar e identificar nuevas oportunidades”, explica Guillermo Wells, decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción. allí también esperan reforzar el trabajo en terreno, para aprovechar el campo experimental que tienen dentro de la facultad, al lado de las salas de clases delos futuros agrónomos, donde se trabaja en fruticultura, horticultura y ganadería.
“Siguiendo los cambios productivos de regiones como Ñuble, ya incorporamos más ramos de fruticultura en forma obligatoria y queremos potenciar los de gestión, economía y formulación de proyectos, además del desarrollo rural, bajo una mirada de desarrollo territorial, ya que la mayor parte de los alumnos son de la región”, detalla.
INTEGRACIÓN Una de las tendencias que se repite en todas las facultades es la posibilidad de que los alumnos, al terminar la carrera, estudien un magíster en el área que más les interesa, para lo que han desarrollado fórmulas que permiten hacerlo en menos tiempo que lo habitual.
En el caso dela Universidad Católica, afirman que el 20% de los egresados de Agronomía toma esta opción, en una modalidad que implica un año más de estudios, al igual que en la mayoría de las universidades.
“Cada vez es mayor el porcentaje de alumnos que siguen un magíster, porque la universidad da la opción de tomar asignaturas electivas en el último año que también son parte del posgrado, porlo que en cierta medida lo hacen en paralelo y después solo les queda un año para obtener el grado de magíster”, explica Guillermo Wells, de la U. De Concepción.
En el caso de la Universidad de Talca están trabajando en un proyecto piloto que denominan “módulo de innovación regional”, donde el objetivo es reunir a estudiantes de diferentes carreras para desarrollar proyectos que tengan un impacto en el sector productivo, el cual ya se ha realizado dos veces y quieren incorporar como parte del plan de estudios de Agronomía.
“El problema es que nos ha costado engranar a las diferentes carreras, porque debe tener créditos para que los alumnos lo tomen, pero es muy importante para abordar temas como la agricultura 4.0 y el desarrollo de nuevas tecnologías”, plantea Hermine Vogel. lOS DESAFÍOS DE LA PANDEMIA La aparición del covid-19 en marzo de 2020 no solo trajo los desafíos de realizar clases remotas y adaptar las tecnologías para enseñar a distancia en las universidades.
Tras la vuelta a las salas, los alumnos han presentado más síntomas de estrés que lo habitual y la adaptación no ha sido fácil, por lo que las facultades de Agronomía tomaron medidas especiales este año y para el próximo.
En el caso de la Universidad de Chile, este año permitieron eliminar ramos hasta el último día de clases, para que no apareciera en los registros a reprobar, y agregaron un semestre intensivo de verano gratuito para que los estudiantes intenten avanzar.
“Lo estamos haciendo en los ramos donde ha habido más fracasos y les estamos permitiendo la opción de tener un examen extra, aunque en algunos casos los profesores tienen la impresión de que sencillamente algunos alumnos no estudian, y no vamos a bajar el nivel de exigencia”, asegura Gabino Reginato.
También adelanta que para el próximo semestre se están preparando para incluir dos semanas de nivelación entre los nuevos estudiantes, antes de entrar en los contenidos específicos de cada curso, porque piensan que pueden llegar con niveles de aprendizaje muy variados.
En la Universidad de Talca, en tanto, decidieron optimizar la carga académica para los alumnos de primer año, con menos asignaturas en el primer semestre, donde incluyen ramos en terreno que les permiten interactuar con los compañeros y definir si tienen vocación para la carrera. “Este año les costó enfrentarse a las primeras pruebas, porque les produjeron mucho estrés. Yo les permití preparar un torpedo para que lo pudieran usar y así disminuir la ansiedad, porque ya al prepararlo sé que tuvieron que preparar la materia y repasar”, comenta la decana Hermine Vogel.
Como detectaron un fuerte aumento en las enfermedades mentales luego de la pandemia, incluso con casos graves, en la Universidad de Concepción contrataron profesionales especializados para apoyar a los alumnos y profesores, y han generado semanas de receso para evitar problemas de estrés.
“Ha sido complejo y creo que el próximo año también va a ser así, por lo que como nuestra carrera tiene muchas actividades en terreno, queremos aprovecharlo y que el mayor foco sea presencial”, dice Guillermo Wells.