Reveladora admisión universitaria
Los resultados son un duro llamado de atención para autoridades y docentes.
El reciente proceso de postulación a la educación superior fue gravemente alterado por los intentos de boicot a la rendición de la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Si bien aquellos estudiantes que fueron interrumpidos o impedidos de rendir los test pudieron hacerlo en una nueva oportunidad, la supresión de la prueba de historia y el instrumento utilizado para reemplazarla crearon distorsiones cuyo efecto se evidenció en el alza delos puntajes de ingreso a ciertas carreras, como Derecho y otras.
Asimismo, la disminución en el número de puntajes nacionales —de 211 en 2019 a 108 este año— puede ser un indicador de la dificultad que tuvieron los estudiantes para preparar y rendir la prueba en un entorno convulsionado y —en ciertos locales— de violencia.
En las 146 mil postulaciones —alrededor de siete mil 900 menos que en 2019— se puede advertir el efecto que han tenido las continuas paralizaciones que han afectado a diversas universidades: aquellas que en el último tiempo han mantenido un desarrollo académico de calidad y no han sufrido interrupciones prolongadas experimentaron un aumento en la demanda por matrículas.
Si bien la tendencia venía manifestándose anteriormente, este año se hizo más evidente, con importantes alzas en los puntajes de corte de instituciones que —en general — se ubican lejos de los centros de conflicto y que no han visto alterado su calendario programático. Otras, sin embargo, enfrentan un panorama complejo, pues la convulsión interna se ha traducido en la paralización de actividades y deterioro de sus exigencias programáticas, haciéndolas menos elegibles.
Elocuente es que el 59 por ciento de los puntajes nacionales se inclinara por la Universidad Católica, que exhibe altos índices en su rendimiento, pero además consiguió terminar —aunque no sin problemas— su período académico en un plazo acotado. 'Compleja es la situación que enfrentan otras casas de estudio. Seis universidades del Consejo de Rectores (CRUCh) ocuparon menos del 50 por ciento de las matrículas ofrecidas. Asimismo, 378 carreras del total ofrecido —casi el doble del año pasado— no completaron sus vacantes. Una de las bajas más preocupantes se refiere a la disminución del interés por estudiar Pedagogía.
Pese a los esfuerzos desplegados por impulsar esta profesión, lave en el mejoramiento de la calidad de la educación, mediante estrategias comunicacionales y políticas públicas de fomento, este año no se llenaron los cupos ofrecidos, lo que plantea un desafío mayor en cuanto a la actualización de Programas y la valoración social del rol del profesor. El reciente proceso de admisión universitaria revela el impacto que las movilizaciones estudiantiles están teniendo al momento de optar por una determinada formación académica. Las convulsiones internas que muchas universidades vienen afrontando desde hace años comienzan a afectar de selección.
Los resultados son un llamado de atención para autoridades y docentes: no es posible mantener niveles de excelencia académica allí donde la convivencia se ve alterada por interrupciones que impiden a la universidad cumplir con su misión educativa.