Un desafío ineludible
Esegún el informe “¿ Cuántas mujeres trabajan en STEM?”, de la OIT (2020), Georgia es la nación que tiene el porcentaje másalto (55,6 %) de ocupación laboral femenina en carreras altamente masculinizadas en áreas como Ciencia, Matemática, Tecnología e Innovación. En el contexto de Latinoamérica y el Caribe, es República Dominicana la quetiene un porcentaje másalto: un 51,4 % de losempleados de estos campos son mujeres. Brasil tiene un 47% de participación femenina, mientras que en México es del orden del 38% y en Perú, del 35%. En chile, lastimosamente, las cifras muestran un panorama muy diferente. El Instituto de Estadísticas de la Unesco establece que solo el 19% de las chilenas estudian y/o se gradúan de carreras STEM, mientras que el 33,1 % de los investigadores son mujeres.
Para mejorar estos indicadoresserequiere, entre otras cosas, incrementar la visibilidad de referentes femeninos en estasáreas y las posibilidades de empleo através de un trabajo colaborativo entre la academia, los sectores productivos y, por cierto, el Estado por medio del fomento de políticas públicas que promuevan la participación femenina en carreras y disciplinas que tradicionalmentese han entendido como de hombres. Desde las universidades, y en particular desde las que integran la Corporación de Universidades Privadas (CUP), promover la incorporación de mujeres en diversas áreas dela Ciencia, Tecnología e Innovación ha sido un compromiso transversal. Sin embargo, ésta es una labor que debemos adoptar como sociedad en su conjunto, pues se trata de disciplinas fundamentales para el desarrollodel país y donde está demostrado que la mujer cumple un rol preponderante. Cristian Nazer;, presidente Corporación de Universidades Privadas, rector U. Finis Terrae