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MARCA IMPERECE RA EN EL ARTE NA: CIONAL, CON INDELEBLE HUELLA EN EL EXTRANJERO Y MUJER RUPTURISTA, UNA DE LAS TRES ESCULTORAS CLAVE EN LA HISTORIA DE CHILE, SOBREVIVE A SU MUERTE. OBSESIVA CON EL CINCEL, MÁRMOL, BRONCE, ARCILLA, MADERA Y PIEDRA, FUE MAESTRA DE GENERACIONES DE ESCULTORES. AQUÍ, SUS AMIGOS Y DISCÍPULOS LA RECUERDAN, MIENTRAS SU LEGADO EN LA UNIVERSIDAD DE TALCA RESPLANDECE.
Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado $ $ GARA /\\ 4 j.
Era atrevida: rompió con los cánones de su generación en los años 30 al desafiar convenciones y proclamar a los cuatro vientos que nunca se casaría, que su marido era la escultura y que los niños no le atraían, por lo tanto, no tendría hijos.
Era deslenguada: en 2009, cuando se le recordaron las críticas políticas que recibió por aceptar dirigir el Bellas Artes en plena dictadura, respondió: "Dicen que soy una persona de extrema derecha, cuando es generosa la opinión, cosa que a mí me da mucha risa.
Se me ha acusado de pinochetista: me entra por una oreja y me sale por la otra". Era intensa: conocer Isla de Pascua, en 1960, la dejó un año sin trabajar, tan fuerte fue el impacto. De ese silencio creativo nació una de las series más notables en su trabajo de 70 años: sus célebres Aku-Aku, los espíritus mágicos. Y era obsesiva: en 1969, con la llegada del hombre a la Luna, cristalizó otra marca en su obra: su serie de 15 lunas en mármol y bronce, que terminó de proyectarla en el extranjero. Cuarenta años después, Lily Garafulic, Premio Nacional de Artes Plásticas 1995, repasaba sus epifanías: "Una fue cuando Armstrong llegó a la Luna o cuando fui e a Isla de Pascua: de ahí salieron los Aku-Aku. Pero uno de RE xl ): mis mayores deslumbramientos lo viví cuando descubrí, por casualidad, la esencia de la madera.
Con ella, así Al Al A ] como con el bronce, el mármol o la piedra, tú te pones de 4 4 acuerdo, ellos mandan también, tienen una existencia. 4 4 4 4 A Los materiales viven", dijo en revista VD de "El Mercurio" al al en 2009. v A Fr Al Al Pero Lily Garafulic Yankovic, nacida en 4 4 4 Antofagasta en 1914 como la menor de h 4 _d 4 4 nueve hermanos de un matrimonio de inmigrantes / / J croatas burgueses, tuvo, croatas burgueses, tuvo, croatas burgueses, tuvo, croatas burgueses, tuvo, croatas burgueses, tuvo, croatas burgueses, tuvo, croatas burgueses, tuvo, además, un rasgo de carácter que definió su obra artística: la determinación de cumplir su vocación. De mente clara y con tozudez, desafió a sus padres y entró a estudiar a Bellas Artes alos 20 años, en 1934, cuando no se esperaba que las chilenas fueran a la universidad. Ya tenía seguridades.
Sería escultora porque el descubrimiento de los materiales la convocaba con pasión y el trabajo físico --desbastar, tallar, cincelar, modelar, pulirnunca le causó aprencincelar, modelar, pulirnunca le causó aprencincelar, modelar, pulirnunca le causó aprencincelar, modelar, pulirnunca le causó aprencincelar, modelar, pulirnunca le causó apren GARA EL LEGADO INSOLENTE DE LILY FULIC. GARA. La Universidad de Talca expone parte del legado de Lily Garafulic. de Lily Garafulic. SEGUN MILAN IVELIC, EXDIRECTOR DEL MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES, LILY, GARAFULIC ENTREGO "UNA CONCEPCION DE LA ESCULTURA DEL SIGLO XX RENOVADA" Y LEJANA DE LOS CANONES ACADEMICOS. sión.
Y porque había descubierto --lo repitió sin cesar durante siete décadasque, con la madera, el mármol, el bronce, la piedra, la arcilla, había que mantener un diálogo, que a la naturaleza había que escucharla porque tiene voz. Al madurar, sus ideas vanguardistas la llevaron a incorporar el mosaico, los vitrales, la pintura, y hasta tachuelas.
Desde su taller en Bellas Artes, al que se llegaba a través de un patio donde reinaba una Paulownia de flores azules, Lily Garafulic inauguró sus años de creación y experimentación con la materia y años de poner su talento al servicio del arte nacional. En paralelo, --otra hazaña para su épocase convirtió en maestra de artistas en la Universidad de Chile. Durante 30 años, generó nuevas hornadas de escultores que aprendieron de su expertise y de su filosofía frente a la forma y la materia. Por sus manos pasaron Matías Vial, Raúl Valdivieso, Sergio Castillo y Francisco Gazitúa y muchos otros.
Su discípulo y Premio Nacional de Artes Plásticas 2021, Francisco Gazitúa, quien la conoció veinteañero en 1966, la rememora desde una carta que le escribió el día de su muerte, en 2012: a escultura no tiene nada que pedirle prestado a nadie", decías.
Me mostraste desde un principio que la escultura es un lenguaje poderoso, quizás el más antiguo de todos, pero solamente su poder se manifiesta cuando el escultor aprende a hablar desde el mutismo de la materia.
Aprendí en silencio, trabajando en tu taller, mirando tus gestos de trabajo, tu modo de tomar las herramientas, tu forma de leer tus libros, escuché mil veces tu voz de tono mayor transmitiendo tus ideas. veces tu voz de tono mayor transmitiendo tus ideas. GARA.
Siempre con las herramientas en la mano, entre los yesos O las piedras, bajo la luz del Parque Forestal. (... ) Tu legado no fue un canon, ni un cuerpo de ideas que nos aprisionó, fue apenas tu identidad fugaz pasando en forma libre por la vida. Tu legado es, para mí, un ejemplo de cambio constante". Lily murió el 15 de marzo de 2012 a las 12:45 de la tarde, de un infarto. Un mes antes visitó por última vez su taller de calle Buenos Aires en Bellavista. Mujer seria y artista concentrada, sabía también sacar punta a las frivolidades de la vida. Desarrolló mordacidad frente a las críticas y con su espíritu irónico decía de frente lo que muchos pensaban en silencio.
Silvia Westermann, presidenta de la Academia Chilena de Bellas Artes del Instituto de Chile y viuda de Sergio Castillo, Premio Nacional de Artes Plásticas 1997, recuerda ala escultora, quien fue profesora de su marido en Bellas Artes: --El cumpleaños de Sergio era el 13 de mayo y el de Lily el 14. Se los celebré muchas veces juntos, aquí y en España. Hay miles de historias con Sergio y ella en la escuela, en los talleres, en un viaje por Italia. Una anécdota que me emocionó mucho fue que, visitando un departamento en Nueva York con una colección de arte impresionante, nos encontramos con una escultura de Lily. O sea, era una artista de nivel internacional. Silvia Westermann recuerda que Garafulic, en la intimidad, tenía mucho humor. Y en sus años de larga amistad le dio a ella consejos sobre cómo abrirse paso en el arte en un mundo de hombres. Le sirvieron. Fueron muy amigos con Sergio y ambos recordaban los cumpleaños en la Escuela de Bellas Artes, celebraban en el casino. Y en 1957 se encontraron en Roma, Sergio arrendaba un departamento y ella alojó ahí. Con otros artistas se fueron a una trattoria a celebrar sus cumpleaños, no tenían mucho dinero, pero sí entusiasmo. Y la Lily nos fue a ver varias veces a España, se quedaba con nosotros en El Escorial. Ya en Chile, vivíamos en el mismo edificio, nosotros en el 5B y ella en el 7A. Y para sus cumpleaños yo mandaba siempre a hacer dos tortas: una bien femenina para ella y otra bien masculina para Sergio. Y los dos apagaban velas a las 12 pm. Más de alguna vez celebramos en Algarrobo, donde nosotros teníamos un departamento. Sergio Castillo siempre aseguró que Lily Garafulic era una estupenda profesora, pero que jamás mezclaba enseñanza con amistad. En Bellas Artes mantenía la distancia, aunque no perdía el vuelo imaginativo con sus alumnos.
El escultor Francisco Gazitúa asegura: --Visto desde dentro: desde el interior de mi facultad tu legado fue, para nuestra generación, una invitación a entrar, a sumarnos a un movimiento de posta entre maestros y alumnos, una invitación al viejo pacto "Maestroalumno", a un vuelo cultural.
La soledad y 16 profetas Cuando Garafulic viajó a Europa a fines de los años 30 y LA UNIVERSIDAD DE TALCA ACOGIÓ 67 PIEZAS, ESCULTORICAS CREADAS POR LA ARTISTA ENTRE LOS ANOS 30 Y EL 2010, DE LAS CUALES NUNCA AN SEPARARSE EN se encontró con el gran escultor rumano Constantin Bráncusi en su atelier de París, el mundo se le dio vuelta. Con este discípulo de Auguste Rodin --autor de una obra que perdura y se inscribe entre las más importantes del arte modernoella aprendió el peso específico que la soledad puede tener para un creador. El rumano también le influyó en su paso desde la escultura figurativa hacia la abstracción. Para el libro "Creadores contra Viento y Marea" (2010), de María Cristina Jurado, habló sobre su relación con Bráncusi: "Me convenció de que solo la soledad lleva a un súper estado. Desde ahí, me volví exclusiva en mis relaciones". Tenía 24 años. Así, la soledad fue para esta artista más que un estado, más que la falta de otros rostros: su gran espacio para vivir y crear.
Al final de su vida, cuando frisaba los 95 y con su Premio Nacional de Artes Plásticas en el bolsillo, pasaba sus días entre su gran departamento del Parque Forestal y su taller al otro lado del río, al que cruzaba diariamente. Siempre tuvo amigos, pero los veía con cuentagotas, era muy selectiva. Y es que su mayor entretención era ella misma: "Cuando me siento sola, juego al solitario. Y me ocupo: proyecto, dibujo, leo, pienso. Soy muy lectora, desde novelas policiales a pornografía. Yo no rechazo nada, a veces me estaciono en la poesía. Tengo 1.800 libros y ya estoy pensando a quién se los dejaré", dijo en VD. Al cumplir 86, Lily reconoció, en una entrevista que dio a Artes y Letras, que, con los años, había cambiado su forma de trabajar: "Pasé muchos años trabajando sola, iba directamente al material. Entonces tenía más fuerza. Hoy recibo alguna ayuda, especialmente en el desbaste de los mármoles. También uso una serie de elementos mecánicos, aire comprimido, desbastadores eléctricos.
Pero la escultura definitiva siempre sale de mí". Desde que cumplió 80, y con su espíritu creativo intacto, se vio obligada a contratar a ayudantes para las tareas físicas más gada a contratar a ayudantes para las tareas físicas más GARA. MARCA IMPERECE RA EN EL ARTE NA: CIONAL, CON INDELEBLE HUELLA EN EL EXTRANJERO Y MUJER RUPTURISTA, UNA DE LAS TRES ESCULTORAS CLAVE EN LA HISTORIA DE CHILE, SOBREVIVE A SU MUERTE. OBSESIVA CON EL CINCEL, MÁRMOL, BRONCE, ARCILLA, MADERA Y PIEDRA, FUE MAESTRA DE GENERACIONES DE ESCULTORES. AQUÍ, SUS AMIGOS Y DISCÍPULOS LA RECUERDAN, MIENTRAS SU LEGADO EN LA UNIVERSIDAD DE TALCA RESPLANDECE.
Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado Por María Cristina Jurado $ $ GARA /\\ 4 j GARA. arduas en su taller de Bellavista porque su producción no paraba. Sus asistentes desembarcaban en la mañana con sus herramientas y trabajaban a 50 metros de la escultora. Ella casi no los escuchaba, pero, así y todo, daba un suspiro de alivio a las seis de la tarde cuando el equipo se iba. Decía que los necesitaba, pero que sentía intrusidad. Hasta el final, su espacio de creación fue sagrado. Pero, reconocido nacional e internacionalmente, el gran hito en su carrera fue décadas antes. Ya en 1944 se había convertido en la primera escultora chilena en realizar una exposición individual.
Y, en 1946, mientras vivía en Nueva York porque había ganado una beca Guggenheim y se perfeccionaba en grabado en el Taller 17 de William Hayter, dos arquitectos, su hermano Andrés Garafulic y Eduardo Costabal, le ofrecieron integrar con ellos la construcción de la Basílica de Lourdes, al poniente de Santiago. El trato era: ellos diseñaban y construían y ella tenía que aportar la solución escultórica para la cúpula. Era una que aportar la solución escultórica para la cúpula. Era una tarea mayor. Y desafiante para una artista de 32 años, que además no vivía en ese minuto en Chile. Lily aceptó el reto desde Nueva York y se dedicó a estudiar arte bizantino, gótico, románico. Después volvió. Seis décadas después, recordaba para el libro "Creadores contra Viento y Marea": "Me metí en los planos de la Basílica, en sus medidas, en sus proyecciones. Eran 16 machones en la cúpula y de repente, estudiando la Biblia, descubro que eran dieciséis los profetas. ¡Mira qué buen encuentro! Fue una gran obra de los años 40.
Si hubiéramos instalado en los machones relieves de frutas o crucecitas como los arquitectos querían, ¡habría sido una afrenta! Con Lourdes me atreví, me puse insolente con mi vocación", La nueva basílica revolucionó la arquitectura y la escultura de la época y, desde Estados Unidos, la revista Life viajó a entrevistar a Lily, sus palabras dieron la vuelta al mundo. GARA. DURANTE TREINTA ANOS, GARAFULIC FORMO HORNADAS DE ESCULTORES COMO MATIAS VIAL, RAUL VALDIVIESO, SERGIO CASTILLO Y FRANCISCO GAZITUA, ENTRE OTROS. GAZITUA, ENTRE OTROS. GAZITUA, ENTRE OTROS. ka y Fue muy amiga del escultor Sergio Castillo y celebraban sus cumpleaños juntos.
A once años de su muerte, el escultor y Premio Nacional de Artes Plásticas 2009, Federico Assler, dice, sobre la relevancia de la artista desaparecida en 2012: --Lily le otorgó importancia y valor al arte muy tempranamente en este país y tuvo una enorme capacidad de entrega como maestra de tantos escultores en la Universidad de Chile. Tuvo fuerza y dedicación para realizar la monumental obra de los 16 profetas en la Basílica de Lourdes. Ella es una de las tres grandes escultoras mujeres chilenas, junto a Marta Colvin y Rosa Vicuña.
Milan Ivelic, exdirector del Museo Nacional de Bellas Artes y profesor de Teoría e Historia del Arte en el Instituto de Estética de la Universidad Católica, va más lejos: --El legado de Lily Garafulic es la totalidad de su obra. Nos entregó una concepción de la escultura del siglo XX renovada, evitando una visión conformista anclada en cánones académicos inmutables. Mostró a nuevas generaciones el carácter investigador que permite experimentación, renovación e innovación de materiales. Y pudo elaborar obras de calidad internacional por su compromiso con la escultura y su fuerte personalidad, que le permitió vencer obstáculos y asumir riesgos. Hoy hay reconocimiento público para la labor de conservación y cuidado que la Universidad de Talca realiza en torno al legado de Lily Garafulic.
Durante la gestión del exrector Alvaro Rojas Marín, esa casa de estudios acogió 67 piezas escultóricas creadas por la artista entre los años 30 y el 2010, de las cuales nunca quiso separarse en vida, que la acompañaron en su taller y pertenecían a su colección particular. Es un patrimonio notable que da cuenta de la evolución artística de Garafulic. --Su deseo era que se exhibieran siempre en su conjunto, son todas en mediano formato. Concentran su evolución, una retrospectiva desde lo figurativo hasta su abstracción más absoluta, en materiales como arcilla, madera, bronce y mármol. Ella era una visionaria --resume la directora de Extensión Cultural, Marcela Albornoz, quien está a cargo de la Sala Lily Garafulic en el Campus Talca. Albornoz también recuerda palabras de la escultora, dichas una tarde: "A la escultura le he dado todo.... Mi vida. Eso es amor". a GARA.