Autor: Juan Morales
“El problema de Santiago es que nuestra red de aguas lluvia es pequeña, incompleta y a veces inexistente”
“El problema de Santiago es que nuestra red de aguas lluvia es pequeña, incompleta y a veces inexistente” Doctor en Urbanismo dice que la expansión de la ciudad ha hecho que la lluvia escurra a los sectores bajos de la capital "El problema de Santiago es que nuestra red de aguas lluvia es pequeña, incompleta y a veces inexistente" El investigador Óscar Figueroa cree que la solución es instalar una nueva red colectora que dé el ancho para todos. "Estamos hablando de la calidad de vida de la gente", dice.
Juan MORALES n el instante en que Óscar FiEsos doctor en Urbanismo, académico e investigador del Instituto de Estudios Urbanos de la UC contesta el teléfono, sobre Santiago ya han caído 45 milímetros de lluvia, el agua ha inundado barrios completos en Pudahuel, Puente Alto y Quilicura, y tres campamentos de Talagante están siendo evacuados por la crecida del río Mapocho.
Todo muy predecible, muy explicable y perfectamente solucionable, dice Figueroa, pero muy difícil de evitar por un problema tan viejo como la lluvia misma: la ausencia de planificación urbana en la ciudad. "Los problemas que está teniendo Santiago se deben, en primer lugar, a que no tenemos condiciones para asegurar el escurrimiento del agua, y eso es porque nunca nos preocupamos de enfrentar el crecimiento de la ciudad", dice. "Porque cuando la ciudad crece, le vamos poniendo cemento a grandes porciones de tierra que antes eran las que absorbían el agua. Por lo tanto, la ciudad es cada vez menos esponJa.
Cada vez absorbe menos agua porque el cemento no permite que el agua penetre en la tierra". En segundo lugar, prosigue Figueroa, "Santiago es una ciudad cordillerana", es decir, tiene una pendiente muy pronunciada que va de oriente a poniente. "Luego, cuando llueve, como el agua no es absorbida por la tierra porque la llenamos de concreto, el agua escurre. ¿Hacia dónde? Hacia abajo, por supuesto, hasta llegar a las zonas bajas de la ciudad. Y ahí se producen los problemas más importantes: Lampa, Maipú, Quilicura, Pudahuel, La Florida, aunque ha mejorado bastante. Todas esas zonas se inundan". zonas se inundan". INSTITUTO DE ESTUDIOS URBANOS Y TERRITORIALES DE LA UC UC UC UC UC UC UC UC El investigador Óscar Figueroa.
Y en tercero, la expansión de la ciudad ha "taponeado ciertos canales que antes aliviaban la carga que tenía el río Mapocho", lo que explica el peligro de desborde que se produce en ciertos sectores, como en Talagante en esta oportunidad.
Soluciones Figueroa explica que, salvo contadas excepciones, "la red de aguas lluvia de Santiago es pequeña, incompleta y a veces ¡ nexistente", y no existe una inversión uniforme "que vea a toda la red como un todo". "Las soluciones varían en cada comuna, debido en parte a que tienen distintas realidades presupuestarias", dice. "Por ejemplo, hace unos 20 años Bilbao, Pedro de Valdivia y Los Leones, por nombrar algunas calles, se inundaban siempre. Pero después de importantes inversiones en su sistema de aguas lluvia, ya no se inundan más. Lo mismo ocurre en el centro de Santiago, que tampoco se inunda.
Las autopistas concesionadas también hicieron inversiones importantes para que sus carreteras no se inunden, y también es importante lo que van a hacer con el canal Santa Marta, el que van a entubar y ampliar el ancho. Pero eso hay que hacerlo en todas partes". El problema, agrega el académico, es que para replicar esos sistemas de aguas lluvia al resto de la ciudad, habría que invertir una enorme cantidad de dinero.
Pero aquí sucede lo típico, dice Figueroa: "Solo nos acordamos que tenemos un problema cuando se nos presenta". "Ahora llevamos dos años seguidos con lluvias importantes, pero en general, estas lluvias grandes, de esta magnitud, pasan cada cuatro o cinco años o más. Entonces decimos para qué invertir en algo que no nos afecta todo el resto del tiempo. Pero ésta es una inversión que hay que hacer.
Estamos hablando de la calidad de vida de la gente". Figueroa sostiene que otra medida es endurecer la legislación que prohíba la construcción en zonas de riesgo. "No podemos seguir permitiendo y que se construyan casas al lado de los ríos, como está ocurriendo al sur de Santiago. En el canal Santa Marta hay casas que están pegadas al canal. Eso está mal". Evidentemente, finaliza Figueroa, en estos tiempos de cambio climático, con lluvias cada vez más intensas, es imposible pensar en un escenario de cero problemas.
En los instantes en que se escriben estas líneas, la muy urbanizada ciudad de Miami estaba sumergida en el agua y otro tanto sucedía con algunas ciudades de Europa. "No podemos pensar que cada vez que llueva, todo tiene que quedar bien, sin ningún problema. Eso es un ideal que no existe. Tenemos que asumir que cada vez que llueve, hay un costo. Pero no los que tenemos aquí, que son muy altos". altos". "La ciudad cada vez absorbe menos agua porque el cemento no permite que el agua penetre en la tierra" Óscar Figueroa MAURICIO QUEZADA.