Aciertos y falencias: cómo el sistema frontal puso a prueba la capacidad de respuesta del Gobierno
Bastaron solo cinco días para transformar a este invierno en el más lluvioso de los últimos 13 años.
Y también para que las intensas precipitaciones reflotaran la pesadilla vivida por miles de familias afectadas por las inundaciones de junio: esta vez, el balance anota más de 38 mil damnificados, cerca de 30 mil viviendas con daños y tres fallecidos.
Y mientras queda un largo trabajo de recuperación por delante, el paso de los días también muestra cómo el sistema frontal puso a prueba la capacidad de respuesta del Gobierno ante una emergencia, que ya había tenido aquel antecedente menos intenso hace dos meses.
Así, entre autoridades locales y especialistas consultados por "El Mercurio" surgen miradas que apuntan a los aciertos y debilidades en la gestión coordinada por el Ejecutivo, con el foco en extraer --ahora sí-lecciones para futuros episodios. Mientras, algunos personeros encargados de afrontar la crisis se refieren a los ejes de su labor y a los desafíos encontrados. En el caso de estas inclemencias invernales, coincidieron con una nueva institucionalidad: el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), que reemplazó este año a la Onemi, luego de 49 años.
Aspectos destacados Para Sergio Galilea, director del Centro de Análisis de Políticas Públicas de la Facultad de Gobierno de la U. de Chile, estas inundaciones superaron en intensidad a las de junio y afirma que "para el nivel de gravedad que esto ha tenido, la respuesta ha sido positiva". El ingeniero fue ministro de Bienes Nacionales y subsecretario de Vivienda en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, intendente de la RM en el de Ricardo Lagos, jefe regional de Los Lagos en el primero de Michelle Bachelet y subsecretario de OO.PP. en el segundo período de la exmandataria.
Según Galilea, "es muy importante que se haya decretado la emergencia constitucional rápidamente". El Gobierno decretó estado de excepción constitucional de zona de catástrofe para las regiones de O'Higgins, Maule, Ñuble y Biobío a dos días de iniciado el sistema frontal. Otro punto que resalta el exministro es el despliegue en terreno que tuvieron autoridades. Rodrigo Cienfuegos, director del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres y académico de Ingeniería de la U. Católica, observa que "desde el punto de vista de la anticipación, hubo mejor coordinación previa dentro del nuevo sistema de respuesta, que es una institucionalidad que está recién siendo puesta en marcha. Pero se vieron acciones positivas, como los Cogrid (Comité de Gestión del Riesgo de Desastres) preventivos anticipándose al evento que venía. Eso hay que reforzarlo". Se trata de reuniones que se realizan a nivel nacional, regional o municipal para coordinar prevención o reacción ante emergencias. Al respecto, el director nacional de Senapred, Álvaro Hormazábal, dice que "es primera vez que se instalan los Cogrid preventivos.
Si bien se habían hecho algunos administrativos para dar a conocer el funcionamiento del sistema, este fue el primero que se puso realmente en ejecución para hacer la coordinación previa (... ). Desde ese punto de vista, hubo una buena coordinación, porque permitió salvar la vida de las personas; se lograron hacer las evacuaciones en lugares establecidos como de alto riesgo, en base a la experiencia de las precipitaciones de junio, y también a los puntos críticos que tenemos levantados". Rol de delegados A la hora de marcar las insuficiencias en la reacción del Gobierno, el exministro Galilea menciona el "no trabajar más intensamente con los gobernadores regionales, porque es evidente que el enfrentamiento del desastre y el posterior esfuerzo de construcción supone una acción conjunta del Gobierno central con los gobiernos regionales. Ahí lo que está ocurriendo es que la figura atrabiliaria de los delegados presidenciales hace que la relación no sea tan estrecha.
Creo que es evidente que los gobiernos regionales tienen un rol fundamental de enfrentamiento de desastres, es indiscutible, y para qué decir en el proceso reconstructivo". De hecho, durante el sistema frontal, algunos delegados presidenciales y otros miembros del Ejecutivo fueron blanco de críticas por parte de alcaldes que pedían acelerar las faenas y contar con mayor apoyo o coordinación con el Ejecutivo, especialmente estando fresco aún lo ocurrido en junio, que ya había advertido sobre la vulnerabilidad de diversas zonas.
Rodrigo Contreras (UDI), jefe comunal de Paine, donde los agricultores se vieron fuertemente afectados, acusa que "la delegada (Constanza Martínez, de CS) no ha estado nunca, ni con ni sin emergencia, no ha venido a Paine. Ni siquiera tenemos un delegado nombrado para la provincia del Maipo. Lo único que tuvimos presente acá fue un jefe de gabinete de una delegada subrogante de Cordillera.
Entonces, claramente, hay falta de presencia, de ayuda y de coordinación". El jefe comunal compara con lo vivido con Senapred: "Con el director regional tuvimos una comunicación directa y permanente durante toda la noche del martes, hasta las cinco de la mañana del miércoles", que es cuando se registró la lluvia más intensa en la RM.
Durante la última semana también hubo comentarios sobre la gestión del delegado presidencial del Maule, Humberto Aqueveque (PS). Con todo, el abogado valora que "gracias a la implementación de las alertas SAE que llegan a los celulares de las personas, las evacuaciones se pudieron realizar rápidamente y la población logró comprender que se debía evacuar según lo que decía la autoridad y para dar protección y salvaguardar sus vidas, que es lo principal.
También se pudo desarrollar de manera más urgente y rápida el rescate de personas aisladas, ya que había más recursos aéreos a disposición y así también una coordinación más efectiva con todos los entes públicos". Esto último es uno de los puntos que resalta Carolina Rojas, doctora en Sistemas de Información Geográfica e investigadora del Cedeus: "El sistema de alerta temprana funcionó bastante bien, porque llegó con avisos de peligro de inundación.
Lo primero son las vidas humanas y hemos lamentado pocas pérdidas, lo que demuestra que hay una lección aprendida". Recursos a nivel local Según Cienfuegos, de Ingeniería UC, "uno de los aspectos que hay que mejorar son los recursos disponibles a nivel local, es decir, desde los municipios hacia arriba.
Que es una idea que está en la ley, pero que, por supuesto, la implementación está muy lejos de estar en régimen, para que cada municipio pueda estar mejor empoderado en las primeras acciones". Aquella es una de las críticas que más se repite entre los alcaldes de comunas afectadas.
Williams Arévalo, edil independiente de Santa Cruz, advierte que "hoy día, cuando los alcaldes pedimos recursos, no se entregan porque los fondos llegan a los delegados presidenciales, pero eso es otro trámite administrativo y después puede pasar a la provincial. En cambio, ya se hizo durante la pandemia, que la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) ingresaba recursos directamente a los municipios y estos rendían una vez que los ejecutaban. Eso es mucho más rápido.
Pero hoy tenemos que hacer un alza para un pedido, nos responden que hay observaciones, respondemos las observaciones y ya se perdieron cinco días". En medio de esta disputa por obtener recursos de manera más urgente, señalan que esa tardanza se refleja en las fichas básicas de emergencia (FIBE) que deben rellenar los municipios y que permiten recopilar información de personas o familias afectadas por emergencias para asignar ayudas y beneficios, así como el informe ALFA, que sirve para registrar eventos destructivos y la evaluación de necesidades que tienen los municipios. El alcalde de Rengo, Carlos Soto (independiente), dice que los problemas de los ediles para recibir ayudas desde el Gobierno, "en gran medida, son por desconocimiento.
Hay que recordar que la Onemi ya terminó y ahí hay mucho desconocimiento respecto de cómo se aplican las fichas ALFA, las fichas FIBE y creo que va a pasar un tiempo más para que todos lo logremos entender bien". Aunque añade que "todos tenemos que asumir responsabilidades. La institucionalidad en Chile no permite que los municipios lleguemos con ayuda directa a la gente.
Hay que llenar fichas y eso demora y, de manera paralela, hay que trabajar en la reconstrucción". Desde el Maule, Priscilla Castillo (DC), alcaldesa de Molina y presidenta de la Comisión de Desastres Naturales de la Asociación Chilena de Municipalidades, dice que "la Dirección de Vialidad no da abasto con todo el desastre que hay en la región. Cuando hay muchas zonas afectadas, hay que diversificar el trabajo.
Es decir, dotar a las municipalidades de los instrumentos y recursos para habilitar en primera instancia la conectividad, que es urgente de solucionar". Pese a las demoras que algunos acusan, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve (PS), comenta que, a la fecha, se transfirieron $2.210 millones a las delegaciones y que el Senapred ha ejecutado $1.800 millones. "Estos recursos han permitido apoyar a los municipios con bienes de primera necesidad o urgencias, como frazadas, zinc, kit de higiene, un conjunto de ayuda humanitaria e incluso la compra de servicios de maquinaria para la limpieza y despeje de calles o canales", detalla.
Especialistas destacan oportuno decreto de estado de excepción y que Senapred permitió mejor coordinación previa Aciertos y falencias: cómo el sistema frontal puso a prueba la capacidad de respuesta del Gobierno MAX CHÁVEZ E ISADORA VARGAS Las principales debilidades de la gestión del Ejecutivo apuntan al papel de los delegados presidenciales en su relación con los municipios, así como la lentitud que acusan algunas comunas para recibir recursos. `` Creo que para el nivel de gravedad que esta emergencia ha tenido, la respuesta ha sido positiva, quizás sobre todo en la RM y O'Higgins".. ............................................................... SERGIO GALILEA DIRECTOR DEL CENTRO DE ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS DE LA U.
DE CHILE `` Cuando hay muchos lugares afectados, hay que diversificar el trabajo, dotar a las municipalidades de los instrumentos y recursos para habilitar en primera instancia la conectividad".. ............................................................... PRISCILLA CASTILLO (DC) PRESIDENTA DE LA COMISIÓN DE DESASTRES NATURALES DE LA ASOCIACIÓN CHILENA DE MUNICIPALIDADES n Baja isoterma cero evitó que el Mapocho se desbordara El río más conocido de Santiago, que pasa por 16 comunas, se desbordó el viernes 23 de junio en Pudahuel y afectó a la Villa Couso, en el sector de El Noviciado. En Lo Barnechea también hubo una salida, aunque menor, que perjudicó a familias que viven entre puente Ñilhue y la avenida Las Condes. En esta oportunidad, y pese a que el Mapocho aumentó su caudal, no llegó al extremo observado hace dos meses. La explicación es principalmente meteorológica: "La isoterma fue más baja.
Estuvo en promedio entre 1.800 y 2.200 metros, y eso permite que la nieve esté donde tiene que estar, y no tener agua en la parte alta de la cordillera, que es lo que nos pasó la vez pasada", dice Robinson Valdebenito, seremi de Obras Públicas. "Este caso fue diferente.
Fue menos agua, había nieve, pero también los lechos de río estaban bastante más limpios, se limpiaron de forma natural por la crecida del río de la vez anterior, pero también sacamos casi 800 toneladas de basura. En esta oportunidad, prácticamente no corrió basura. A pesar de la cantidad de agua, era mucho menor la cantidad de basura", agrega.
Discrepa Raúl Cordero, climatólogo y académico de la Usach: "800 toneladas de basura suena mucho, pero es absolutamente nada". Añade que durante las lluvias de esta semana la crecida del Mapocho no fue tal solo debido a que "la isoterma cero fue baja.
Nevó donde tenía que nevar". De hecho, asegura que "si la isoterma hubiese sido alta, hubiésemos tenido el mayor aluvión jamás registrado en Chile central". Jorge Gironás, académico de Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la UC, coincide con Cordero en lo de la isoterma, y agrega que "si bien la lluvia tuvo una magnitud importante, no tuvo intensidades significativas por una duración lo suficientemente larga como para que se generara una crecida de gran tamaño en la cuenca". Y sostiene que "la remoción de la basura ayuda a que no se produzcan problemas puntuales donde esta se puede acumular". El Mapocho aumentó su caudal, aunque la cantidad de agua caída en la capital, que fue mayor que en el sistema frontal de junio, esta vez no provocó que se desbordara. MACARENA PEREZ Aciertos y falencias: cómo el sistema frontal puso a prueba la capacidad de respuesta del Gobierno.