Autor: Gonzalo Cordero Mendoza Abogado
Columnas de Opinión: Dr. Jorge Godoy de cuerpos y almas Campos: un médico
Columnas de Opinión: Dr. Jorge Godoy de cuerpos y almas Campos: un médico Asi define Taylor Caldwell a San Lucas, patrono de los médicos. Imposible una descripción que se ajuste mejor a la nobleza del carácter, la excelencia profesional y la vocación de vida del Dr. Jorge Godoy.
Por eso, más que una semblanza, este es un testimonio de gratitud y admiración por el profesional, por el hombre comprometido con su comunidad, pero especialmente por el padre de una familia extraordinaria de la que, en muchos sentidos, me siento parte. Llegó a La Serena a comienzos de la década de los sesenta, siendo un joven pediatra recien casado con Darling Lenz, su mujer y compañera de toda la vida. La nuestra era, en muchos sentidos, otra ciudad: recursos escasos, el sistema de salud era precario y casi no había especialistas. En una entrevista que concedió, en diciembre del 2014, el Dr. Godoy recordaba: "En ese tiempo había mucha diferencia de recursos en los hospitales de provincia con respecto a la capital.
Esa carencia frustró a muchos becarios que, una vez finalizado su compromiso de postbeca, regresaron a Santiago". A el lo estimulo y se convirtió -no tengo dudaen el padre de la pediatria moderna en la Región de Coquimbo. De su empuje y compromiso surgieron los consultorios de salud pediátrica, pero especialmente la Unidad de Cuidados Infantiles Neonatales, que lleva su nombre. Generaciones de serenenses recibimos de él los primeros cuidados. Infatigable, ya fuera en Las Compañías, en Tierras Blancas, en la Población Antena o donde lo requirieran, allí llegaba el Dr. Godoy, como un apóstol de la medicina, que entregaba dia a dia su testimonio silencioso y gigantesco de humanidad.
Hoy es muy difícil de encontrar su concepto de la vocación profesional y del sentido de la vida, porque él no estaba al servicio del éxito como reconocimiento externo o material, sino de la realización interior que entrega ayudar a los demás en su comunidad. Tal vez por eso, su carácter transmitia paz, su serenidad acogía, su optimismo contagiaba y su excepcional talento inspiraba. Cuando nuestro país vivió momentos de extrema división, las esquirlas de la explosión de la sociedad chilena tocaron a su puerta de manera injusta. En nada afectó su carácter, ni cambió su vocación. Su generosidad se mantuvo inalterable con todos sin excepción.
El afecto sincero y gratuito que recibí en su hogar, siendo apenas un adolescente, me enseñó una de las lecciones más importantes que he recibido: ninguna diferencia ideológica, religiosa o cultural, te debe impedir ver y valorar el pensamiento. el arte y la diversidad que nos hace verdaderas personas. El compromiso hipocrático ofrece al médico que lo cumpla ser "siempre honrado por todos los hombres". El doctor Jorge Godoy Campos cumplió ese juramento con esmero y humildad cada día de su vida. Iluminó con esperanza, alegría y consuelo a miles de familias. Por eso es justo que hoy. y por siempre, esta comunidad le honre y recuerde agradecida, no solo por haber sido un gran médico, sino especialmente un gran ser humano.. OPINIÓN