Protegidos por el atraso
Protegidos por el atraso On the r ecor d El arancel del 50?% al Cobre, por parte de EEUU, tiene un impacto, moderado. ¿La razón? nuestra principal exportación es de cobre concentrado y no refinado. Este detalle técnico revela una paradoja inquietante: estamos protegidos no por fortaleza, sino por atraso. Hoy, el 66?% del cobre chileno se exporta como concentrado, y solo el 34?% como refinado, que es el que realmente alimenta industrias clave como la electromovilidad, la energía renovable o la tecnología de punta. En otras palabras, tenemos una suerte de escudo circunstancial construido sobre una debilidad estructural: Chile no refina su cobre porque no le resulta rentable hacerlo. Las razones son conocidas: fundiciones envejecidas, altos costos energéticos, exigencias ambientales crecientes, y una falta de política industrial de largo plazo han hecho que refinar cobre en Chile genere menores márgenes que exportarlo como concentrado. Pero esta comodidad es engañosa. La demanda mundial de cobre refinado se disparará en los próximos diez años. Se estima un crecimiento del 40?% hacia 2035, impulsado por la Industrias desarrolladas, se exigirá que sea limpio, trazable y producido bajo altos estándares ambientales. Chile, si no cambia de rumbo, quedará fuera de esa oportunidad. Modernizar su capacidad de refinación implicaría construir al menos tres o cuatro nuevas fundiciones de estándar internacional, con un costo estimado de entre US$ 10.000 y 15.000 millones. A eso se suman desafíos en infraestructura, energía renovable, formación técnica y regulación estable. En resumen: el atraso industrial de Chile nos protege momentáneamente. Pero si no invertimos con visión estratégica, ese mismo atraso nos dejará fuera de los contratos más valiosos del mundo. Esta vez nos salvamos porque no habíamos llegado. La próxima, podríamos perdernos por no haber querido avanzar. Fundadora y directora ejecutiva de VanTrust. - - - -