Autor: Andrés Hernando Economista Senior 'OCEC-UDP
Terraplanismo y daño institucional
“ace algunos años, uno de mis hijos me dijo que veía cierta verdad en el terraplanismo. Le pregunté qué aspectos de la “evidencia” terraplanista le parecían atendibles y le expliqué por qué eran observaciones perfectamente consistentes con un planeta esférico. Por absurdo que nos parezca, el terraplanismo tiene un sustento parcial en observaciones incompletas que ignoran la escala del planeta y buena parte de la evidencia, y eligen la explicación más compleja para ciertos fenómenos.
Bajo el título “El terraplanismo vuelve con autopréstamos”, este diario recogía hace poco la opinión de seis diputados que patrocinan mociones para facultar a las personas afiliadas al sistema de pensiones contributivas a retirar parte de sus ahorros, a modo de préstamo con condiciones de devolución extremadamente Nexibles (al punto que pueden nunca verificarse). Los montos de estos retiros podrían ser exorbitantes.
Las respuestas de los y las firmantes “Cuando alguien demuestra un total desdén por la evidencia, es necesario preguntarse qué motivo le nubla la vista”. sobre los efectos que estos “autopréstamos” tendrían en la inflación sorprenden.
Dos de ellos declararon no saber al respecto, señalando que son médicos y no economistas; otro indicó que no es posible predecir el efecto sobre la inflación, y un cuarto aseguró “no creer” que los retiros anteriores hayan influido en la dolorosa alza de precios observada durante 2022, como si el efecto de un aumento de liquidez en precios fuera un asunto de creencias.
Hay mucho de terraplanismo en estas respuestas, pero dudo que esa sea toda la explicación, Es difícil creer que los diputados no se hayan enterado de los efectos de los retiros tuvieron sobre la inflación, por mucho que usen la mayor parte de su tiempo revisando revistas especializadas de medicina. Cuando alguien demuestra un total desdén por la evidencia, es necesario preguntarse qué motivo le nubla la vista.
La sospecha es que se conjugan dos razones: por una parte, la tendencia hacia lo popular (no populismo, porque no patrocinantes calzan en ese molde) y, por el otro, una agenda que apunta a desfinanciar completamente el sistema de capitalización individual como una forma de forzar su abandono. En algunos casos, pueden ser ambos motivos.
En política es deseable que los representantes tengan causas que dirijan su actuar, que estos motivos se transparenten, que las plataformas desde las cuales cada uno actúa sean conocidas y que, por lo tanto, sepamos qué esperar de ellos al momento de votar.
Ocultar las agendas y disimularlas detrás de una pretendida ignorancia, de la desconfianza del conocimiento experto o de convicciones que no se sostienen en la realidad es una forma espuria de hacer política que engaña al público, daña a las instituciones, desprestigia a la propia actividad y, bajo el pretexto de ayudar a las personas, termina por hacer aún más daño.