Autor: Por Cristian Rivas
Las oportunidades desaprovechadas
Una apuesta para encauzar las dos almas del Gobierno “Me han preguntado harto por el HTPP11. Aclaro que ya se votó en la Cámara y todos los diputados del Frente Amplio votamos en contra. Se aprobó sin nuestros votos”. Así rezaba un tuit del Presidente Boric de octubre del 2019, cuando era parlamentario.
Seis meses antes, la Cámara había respaldado el acuerdo entre otros por el excanciller Heraldo Muñoz (PPD)- gracias a los votos de Chile Vamos y otros 8 diputados (3 radicales, 3 DC, una independiente y un PS). Toda la bancada PPD, el Frente Amplio y el PC votó en contra, así como parte de la DC y el PS. Casi tres años después, vuelven los ojos al TPP11. Esta vez con un escenario político distinto.
Y así lo admiten cercanos al Gobierno: “Chile está ad portas de una recesión económica y con un estrepitoso fracaso en el plebiscito que obligó al Presidente Boric no solo a incorPara su aprobación 907,9 millones de personas engloban los países del el 6,6% de la población mundial, y suman un PIB de US$t billones. 2.219 millones de dólares podría subir el PIB de Chile anualmente de aprobarse el pacto.
Unque el viernes la nueva ministra del Interior, Carolina Tohá, anunció una mesa para definir una postura más clara frente al TPP11, el Tratado de Asociación Transpacífico ya suma casi cuatro años de entrada en vigencia. Y en Chile permanece frenado en el Senado, donde no ha avanzado desde octubre del 2019, cuando fue aprobado por la Comisión de Constitución.
El Gobierno anterior le renovó la suma urgencia hasta marzo pasado, pero la iniciativa (ingresada al Congreso en el gobierno de Bachelet) no fue puesta en tabla, y la administración Boric no lo había promovido hasta ahora, esperando el plebiscito.
Con el resultado del plebiscito y un recesión económica ad portas, la semana pasada se multiplicaron las voces en medios de prensa y redes sociales pidiendo que la iniciativa comercial avance en el Congreso, ya sea con el puntapié del Gobierno o que el propio Senado lo incorpore en la tabla.
No ser parte del acuerdo genera no solo riesgos económicos, también políticos, ante la posibilidad de un profundo desencuentro de la coalición de gobierno (ver recuadro). Un estudio reciente del think tank Horizontal -ligado a Evópolicomparó las exportaciones chilenas al bloque versus el resto de los países miembros. Resultado: en el primer año de entrada en vigor del TPP11 (2019), los envíos chilenos nocobre cayeron un 4% (2019 versus 2018), que se profundizó al 14,1 % anual en 2020.
Luego, se recuperó un 12,5 % en el 2021, aunque aún por debajo del nivel de 2018 (US$ 5.469 millones). En el mismo reporte se cita un estudio del economista Klaus Schmit-Hebbel de abril del 2021, que incluye seis cálculos de especialistas internacionales sobre el impacto en el PIB de Chile de firmar el tratado.
Los mejores escenarios plantean un impacto positivo de entre el 0,4% y el 0,7% en el PIB, y si consideramos que el Banco Mundial calcula el PIB chileno en US$317.060 millones en el 2021, el impacto en crecimiento puede alcanzar los US$ 2.219 millones anuales.
“El Banco Central está proyectando una recesión para 2023, por lo que cualquier esfuerzo que ayude al crecimiento no puede dejarse de lado, y profundizar el comercio mundial mejoraría la economía interna”, concluye Soledad Hormazábal, investigadora de Horizontal.
En Ly D, el economista Tomás Flores, refuerza esta idea: “La postergación del ingreso de Chile al TPP11, le está entregando oportunidades de negocio a los países competidores, con el consiguiente menor crecimiento de nuestro país”. Por eso, la atención del mundo empresarial a esta discusión, que acusa que el país está perdiendo competitividad. Juan Sutil, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), cuenta que le comentó el jueves al ministro de Hacienda, Mario Marcel, lo esencial de ratificar el convenio.
“Le planteé que no veíamos una preocupación del Gobierno en seguir la política de apertura de Chile y que requería de la aprobación del TPP11, como de la modernización del acuerdo con la Unión Europea, que eso era fundamental si queríamos hablar de procrecimiento”, describió.
Como anécdota, cuenta que le mencionó el almuerzo que ese mismo día tuvo con el embajador de China en Chile, Niu En el sector privado dicen que las exportaciones al bloque han caído por falta de competitividad. qingbao, quien le pidió apoyo para la intención del país asiático de entrar al grupo. “Si hay países que quieren entrar a este acuerdo, como Inglaterra y China, me parece que es fundamental que Chile lo ratifique lo antes posible”, agregó Sutil.
Mejorar las ventajas El Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP o TPP11) es un acuerdo de integración económica plurilateral, ya ratificado por Japón, México, Singapur, Nueva Zelanda, Canadá, Australia, Vietnam y Perú, y permanece pendiente en Chile, Malasia y Brunei. Conforma un mercado de 507,8 millones de personas, el 6,6% de la población mundial, y un PIB de billones.
EE.UU. formó parte del acuerdo original hasta el 2017, cuando Donald Trump retiró la firma, lo que llevó a que los 11 países restantes abrieran una nueva negociación que se selló el 8 de marzo del 2018, a fines de la administración Bachelet.
Entre las ventajas que describe Horizontal está el acceso preferencial a sectores tradicionalmente protegidos en algunos de esos países, como productos agrícolas en Japón; las carnes y lácteos en Canadá; los productos del mar en Vietnam; los cereales y aceites vegetales en México; y los vinos y espumantes en Malasia. “Chile exporta unos tres mil productos distintos a esos mercados y cerca de la mitad actualmente no entran a todos esos países por la falta de condiciones favorables”, relata Jorge O'Ryan, exdirector de Pro Chile. “Espero que la nueva ministra Segpres, Ana Lya Uriarte, reactive la discusión en el Congreso, porque ella fue jefa de gabinete de Bachelet, que firmó el acuerdo”, agrega.
La apuesta de Chile El Gobierno, hasta ahora se había mostrado silencioso frente al TPP11, dado que la coalición gobernante era crítica de su aprobación antes de ser Gobierno, postura que ha ido variando luego del plebiscito (ver recuadro). De hecho, ya se iniciaron conversaciones que buscan excluir a Chile de algunas disposiciones ya aprobadas en el pacto, específicamente lo relativo a resolución de disputas entre el Estado y los inversionistas, pues la crítica de sectores opositores es que le restan soberanía frente a las multinacionales. Para lograrlo, ha enviado notas conocidas como side letters a distintos miembros del pacto. La economista de la UAI Andrea Repetto cuenta que este procedimiento ya lo hizo Nueva Zelanda, que logró dejar de lado artículos que no compartía. Modos, Repetto cree que es inevitable que el proyecto se termine viendo en la sala del Senado, donde -en teoríaya están los votos para su aprobación.
De los 50 senadores, se contaría al menos con el apoyo de los 24 de Chile Vamos más los senadores Rojo Edwards (Republicano), José Miguel Insulza (PS), Ximena Rincón (DC), Matías Walker (DC) y Ricardo Lagos Weber (PPD). Porar gente del socialismo democrático a su gabinete, también tiene que flexibilizar el programa”. Por eso, agregan, se buscan caminos que permitan hacerlo “de manera elegante, hay que limar diferencias adentro todavía”. Y las dos almas del Gobierno en este tema se muestran de manera evidente.
Por un lado los ministros Carolina Tohá (PPD), Mario Marcel (PS) y Ana Lya Uriarte (PS) son partidarios de avanzar para concretar la firma, pero sectores del PC se oponen arguyendo que el programa era muy claro en desechar el acuerdo.
No son pocos los que antes de ser gobierno se manifestaron en contra, partiendo por el Presidente Boric, quien lo rechazó en la cámara, al igual que los ministros Camila Vallejo (PC), Giorgio Jackson (RD), Maya Fernández (PS), el subsecretario Mario Monsalve (PS) y el RD Miguel Crispi (hoy asesor del 2* piso). “Pero el nuevo escenario ha hecho moverse a algunos de su postura inicial”, agregan. Ayer, de hecho, la canciller Antonia Urrejola y el subsecretario de RR. EE, José Miguel Ahumada (crítico al TPP11), fueron invitados al comité político en La Moneda para abordar el tema. Todo, mientras desde el socialismo democrático intentan abrochar los avances para el acuerdo: “Me parece una excelente señal del Gobierno la decisión de establecer un camino para que se ratifique el TPP11. Hemos tenido una discusión plagada de fake news y desinformación.
Nuestra economía necesita estímulos internos y nuevos mercados”, dijo el senador Ricardo Lagos Weber (PPD). Andrés Turner: “La gracia del TPP11 es que te mete en un paquete de países más grandes, lo que da una mejor posición negociadora” El gerente general de Viña Montes, Andrés Turner, cuenta que el interés principal de la compañía en el TPP1 es el mercado asiático, uno de los principales para los vinos finos chilenos. Hacia allá mandan el 50% de su producción y, aunque el principal mercado es China (que no forma parte del acuerdo), hay varios otros relevantes, como Japón, Corea y el sudeste asiático. “Son mercados compradores de los mejores vinos, por lo tanto son muy rentables y van creciendo fuerte porque se han occidentalizado”, dice. Un punto relevante, agrega, es que se trata de países que son más abiertos a vinos del nuevo mundo.
“La gracia del TPP1 es que te mete en un paquete de países más grandes, que da una mejor posición negociadora ante eventuales conflictos, porque no es un país grande contra uno El chico”. -¿ Eso cómo nos sirve?-Hay un ejemplo reciente.
Australia tuvo un problema político con China, cuando pidió una investigación internacional por el origen del covid, y terminó con una represalia vía una acusación de dumping y aranceles extraordinarios a varios productos, incluidos sus vinos, por lo que prácticamente desaparecieron de allí.
Ejemplos como ese son más difíciles cuando estás en un grupo más grande de países. -¿ Eso es más valioso que aranceles más bajos? -En el caso del vino, no estamos buscando una ventaja arancelaria, es una disminución relevante de riesgo, que puede ser más importante que la rebaja arancelaria. J. Domínguez: “Si no se ratifica, podríamos perder un mercado histórico como Japón” Japón es el mercado que más preocupa a los productores de carne de cerdo. Es el tercer país al que más exportan, con US$66 millones el primer semestre. Pero ahí compiten con empresas de Estados Unidos, España, Canadá y México, y estos últimos dos países ya están dentro del TPP1.
Por eso, Juan Carlos Domínguez, presidente de Chile Carne, dice que “en el caso de que Chile no ratifique el sería un balde de agua fría al esfuerzo que como industria y como país hemos hecho en los últimos 25 años para posicionar nuestra carne de cerdo en Japón”. Explica que el acuerdo incluye un arancel preferencial para la carne de cerdo en ese pais, beneficio que ya están percibiendo Canadá y México. Mientras que EE.UU.
Y la UE han firmado acuerdos similares con el país nipón, “por tanto, si no se ratifica, perderemos la posibilidad de enviar nuestros productos al mercado que históricamente ha sido uno de los principales destinos de la carne de cerdo de Chile”. Víctor Catán: “Muchas inversiones lo están esperando” Víctor Catán es un empresario frutícola de Los Andes. A través de su empresa Agrícola El Maitén, produce y exporta uva de mesa y carozos. Dice que firmar el le permitiría fortalecerse con acceso preferente a nuevos mercados. “Los tratados han permitido diversificar los mercados. En los 90, antes de los acuerdos comerciales, el 70% se iba a EE.UU.
Y el resto a Europa; hoy eso ha cambiado, se abrieron muchos mercados y eso trajo desarrollo al mundo rural”. —¿ Qué mercados le interesan? Varios en Asia principalmente, y México, que consume muchos productos agroindustriales y fruta fresca.
El acuerdo nos daría la chance de poder firmar convenios, acceder a financiamiento y eso lógicamente conlleva más inversión en Chile. —¿ Se han dejado de hacer inversiones en el sector? -Sí, en áreas como conservas hay muchas inversiones que están esperando el acuerdo para materializarse y llevar más productos a México, por ejemplo, porque el tratado nos permitiría entrar con arancel cero.