¡RECOMENDADO! EL AUGE DE LOS CLUBS DE LECTURA
¡ RECOMENDADO! EL AUGE DE LOS CLUBS DE LECTURA ¡ RECOMENDADO! EL AUGE DE LOS CLUBS DE LECTURA FRANCISCO JAVIER OLEA Leer ya no es una práctica solitaria: las listas de lecturas recomendadas y los diálogos en torno a libros florecen en el siglo XXI. Hasta Dua Lipa tiene un club de lectura y esta fiebre también llega a nuestro país.
Conversamos con algunos talleristas chilenos sobre sus distintas modalidades, los libros que se leen en estas instancias y el especial interés que parecen mostrar las mujeres por estos encuentros. ¿Q ué leer? ¿ Novela, historia, biografía, literatura de viajes? ¿ Qué autores? ¿ Qué títulos? Son interrogantes que muchos lectores se plantean, confundidos entre la cantidad de libros que se publican, en los formatos más variados. Hoy se puede leer en papel, tablets y celulares, entre otras modalidades, lo que amplía las posibilidades, pero también las dudas sobre qué libro escoger. Y si bien los índices de lectura en el mundo parecen bajar, el entusiasmo de ciertos grupos por compartir sus lecturas es cada vez más notorio, partiendo por las celebridades que comparten sus títulos favoritos.
Dua Lipa, estrella del pop, quiere que la gente "lea el mundo de otra manera", Barak Obama comparte con fanfarria su lista anual de libros y la actriz Reese Witherspoon dice creer en el "poder de la alegría" de los libros. También se multiplican las instancias donde los lectores se juntan, y comparten apreciaciones, ya sea en forma virtual o en encuentros en casas, librerías o cafés. Algunos vinculan este fenómeno con las redes sociales, que transmiten datos y sugerencias e incentivan el surgimiento de bookstagramers, booktokers y booktubers. A juicio de la periodista Soledad Rodillo, organizadora de talleres de lectura, "siempre han existido estas instancias, especialmente entre grupos de mujeres. De hecho, uno podría remontarse a los salones literarios del siglo XIX. No creo que estemos inventando algo nuevo, pero las redes sociales han ayudado a visibilizar estos grupos y hacerlos crecer. Ya no son algo privado o formado solo por amigas.
Se han convertido en grupos abiertos donde, a mi juicio, lo más interesante es la diversidad de personas que los conforman". Otros especialistas apuntan --vaya paradoja-a la soledad que generan las redes y pantallas, lo que impulsaría el deseo de compartir experiencias y recuperar el diálogo y la conversación.
Matías Rivas, crítico literario y director de publicaciones de la UDP, cree que en el momento actual hay un interés por la lectura, "no solo por razones culturales o literarias, también pesa su capacidad para mantener la mente despierta y salir del mundo ultra rápido de las redes, que adormecen el pensamiento crítico. Leer implica un esfuerzo de concentración necesario para mantenernos alertas, y no ser prisioneros del algoritmo. Leer obliga a conversar, a dialogar con gente inteligente y sensible. Eso es fundamental", señala Rivas, quien realiza un taller de lectura una vez a la semana.
Más barato por docena Si en el siglo XIX cundieron las tertulias y salones donde se juntaba un pequeño grupo de ilustrados --y algunas ilustradas--, a comienzos del siglo XX surgieron en Europa y Estados Unidos los "clubs de lectura", de carácter más masivo.
El club estadounidense "Book of the month" fue fundado en 1926 y su ejemplo fue seguido en 1929 en Gran Bretaña, donde se formó la "Book Society". SIGUE EN E 2 ELENA IRARRÁZABAL SÁNCHEZ. ¡RECOMENDADO! EL AUGE DE LOS CLUBS DE LECTURA Daniela Correa. Soledad Rodillo Matías Rivas. Catalina Ibáñez. José de la Carrera. Francisco Mouat. SERGIO ALFONSO LOPEZ E 2 ARTES Y LETRAS DOMINGO 24 DE AGOSTO DE 2025 Tendencias Ambas asociaciones tenían un objetivo práctico: permitir "el descubrimiento de nuevos escritores notables" y conseguir que la gente comprara libros. Hasta ese momento, poseer libros era algo relativamente extravagante en familias de ingreso medio, que pedían libros prestados en bibliotecas, según el reciente libro "Recommended! ", de Emily Watson. Por una cuota mensual, los miembros de estos clubs recibían una selección de lecturas, además de una revista mensual con reseñas de otras publicaciones recomendadas. Lo suscriptores obtenían un libro mensual a precio rebajado (en Estados Unidos) o se beneficiaban con los grandes tirajes que impulsaban los libros recomendados, como ocurrió en Inglaterra con "Brideshead Revisited" de Evelyn Waugh.
Estos clubs no tardaron en ser ridiculizados en algunos círculos y sus comités de selección eran acusados de tener "gustos de segunda categoría". Según un reciente artículo de The Economist, "es una actitud que persiste hoy en día.
Los críticos suelen arremeter contra `la mafia de los clubes de lectura de famosos' y los acusan de desalentar a los lectores serios y al pensamiento original". Hoy estas instancias de lectura por suscripción --que siguen existiendo-se combinan con una creciente cantidad de talleres de lectura, donde un grupo de lectores es guiado (a veces) por un especialista. Los juntan en reuniones online o presenciales, donde se comenta un libro que se ha leído previamente. La idea no es aprender a escribir, sino compartir experiencias de lectura.
Todas estas iniciativas --donde varían los niveles de profundidad y también las temáticas-comparten objetivos similares, como intercambiar ideas en tiempo real, explicar o cuestionar lo que se leyó, debatir sobre las intenciones del autor o relacionar lo leído con experiencias más personales. De ser una acción más bien solitaria, la lectura se transforma en un "acto social". Los veteranos Esta variedad de propuestas en torno a una "lectura común" se expresa también en Chile. Hay figuras que llevan años en este quehacer, como el escritor y periodista Francisco Mouat, dueño de la librería Lolita. Sus populares talleres partieron en 2007 y han seguido sin interrupciones hasta hoy, en su librería. "Leemos veinte libros al año, de marzo a diciembre. Casi siempre el libro leído crecerá y se multiplicará a través de las muchas miradas con que se puede atravesar sus páginas.
Me encanta sentirme parte de una pequeña comunidad de lectores sin pretensiones académicas, que dedica una parte de su tiempo y energía a practicar el noble oficio de, primero, leer en silencio, y luego arrancarle vida a la conversación con los demás en torno a ese libro leído y sus múltiples ramas", explica Mouat. Matías Rivas realiza talleres de lectura desde hace una década. "La idea es generar un hábito de lectura, conocer autores variados, compartir el gusto por leer. Todas las semanas leemos un libro, el que luego comento, explico la vida del autor y sus relaciones con la cultura. Son autores clásicos y contemporáneos, pasando por latinoamericanos y chilenos". Las sesiones de Rivas son más bien expositivas y se realizan todos los martes a las 19:00 horas. "Se plantean preguntas, pero no son conversaciones. Preparo cada sesión como si fuera una clase especial. Hay anécdotas y humor, pero sobre todo información", señala.
Catalina Ibáñez, quien estudió Letras en la UC y ha impartido clases en colegios y universidades, sigue una modalidad similar para sus recorridos por la literatura universal. "Mis talleres --tengo dos presenciales y dos online-responden más a la idea de una clase de literatura que a un foro de opiniones.
Hay un análisis del autor de la obra, su estilo y contexto, para luego ahondar en el marco literario y acabar con lo que más me interesa: el contenido humano de la novela en cuestión, que permite reflexionar, disentir, empatizar... comprender y comprendernos mejor", explica Ibáñez, quien es sobrina del crítico literario José Miguel Ibáñez. "El amor por la literatura lo llevo en la sangre; en mi familia se habla mucho de libros", comenta. Algunos talleres incluyen conversación y diálogo. "Escritoras imprescindibles", el encuentro online que imparte Soledad Rodillo, "comenzó siendo presencial --en la Fundación La Fuente-hace ocho años. Durante la pandemia y con la llegada de alumnas de distintos países y de regiones, siguió en modo virtual, por Zoom. Leemos a autoras de todo el mundo y de distintas épocas, desde Mary Shelley y Charlotte Brontë hasta Mariana Enríquez y Leila Slimani, pasando por Virginia Woolf y Doris Lessing. Mi otro club es presencial y está dedicado a escritores latinoamericanos actuales", explica Rodillo, quien cuenta que ha sido muy feliz "compartiendo lecturas con mis alumnas.
Leer es un acto muy solitario, y llega un momento en que uno quiere contarle a otro lo que sintió o pensó al leer esa obra". Siempre con lápiz Plataformas o iniciativas que ofrecen una variedad de talleres y clubes constituyen otra fórmula que se da en Chile. En "Alejandría Chile" organizan talleres principalmente presenciales, desde 2018.
Hoy tienen nueve presenciales y uno virtual. "Siempre en grupos pequeños, pues no apelamos a la masividad, sino a la experiencia de sentirse parte de un espacio de reflexión y formación", explica Daniela Correa, quien fundó @alejandriachile con Ana Tironi, exdirectora de la Biblioteca Nacional. "Los clubes son anuales y se lee un libro al mes. Se introduce al autor, su vida y obra, para luego guiar la conversación por las diferentes impresiones y reflexiones desde la mirada literaria, histórica o cultural. La conversación es abierta y libre, pero siempre volvemos al libro, a la literatura, a la experiencia de leer esa obra.
Y siempre pido a los participantes que lean con un lápiz en la mano", relata Correa. "En cambio, los talleres son más acotados, con 3 o 4 sesiones, dirigidos por un especialista y sobre un tema más específico". José Pedro de la Carrera fundó hace cinco años la plataforma "Talleres de Bolsillo", que ofrece clubes y talleres "en formato online en vivo, pues así los participantes pueden interactuar directamente con los expositores. Invitamos a reconocidos escritores nacionales e internacionales a conversar sobre una obra, lo que enriquece el diálogo. Permite no solo conocer sobre distintos libros y autores, sino profundizar en el contexto y los procesos creativos.
Y desde este año ofrecemos talleres on demand, que se pueden ver cuando uno quiera", explica el director de "Talleres de bolsillo". Allí se pueden encontrar desde sesiones con escritores chilenos, entre ellos Alejandro Zambra y Alberto Fuguet, hasta autores de otras latitudes, como Rosa Montero, Julia Navarro y Héctor Abad. ¿Mujeres primero? "Tengo muchísimas más alumnas que alumnos", comenta Soledad Rodillo. "Es una pena, pues siempre es interesante conocer la mirada de un otro. Pero no es algo que me sorprenda, si todos los estudios muestran que son las mujeres quienes más leen y compran libros. Y además de ser muy lectoras, creo que las mujeres se atreven más a participar en estos encuentros". Francisco Mouat corrobora esta visión. "Hay muchas más mujeres que hombres en mis grupos de lectura. Sumando mis cuatro grupos, cuento 68 mujeres y 24 hombres. ¿A qué lo atribuyo? Supongo que al hecho --no tan difícil de verificar-de que a los hombres, en general, nos cuesta más abrirnos, exponernos, mostrarnos. Y leer es una magnífica forma de convivir con la ambigüedad, la contradicción, la fragilidad. En esta filigrana, el género femenino es derechamente superior". "Las mujeres son las que más libros compran en Chile", agrega Matías Rivas. "Están dispuestas a aprender y compartir junto a otros. Pero también hay muchos hombres. Son personas abiertas a invertir su tiempo en cuestiones que no traen retribuciones inmediatas como los negocios. Disfrutan del antiguo placer de leer de manera constante". "Creo que la lectura es igualmente disfrutada por hombres y mujeres, pero las cifras confirman la participación mayoritaria de mujeres en estas instancias. Falta que los hombres participen más en actividades conjuntas en torno a la literatura. No sé si se trata de un asunto de tiempo o de convención social", opina Catalina Ibáñez. Daniela Correa agrega que "en mis clubes tengo hombres, pero son los menos. Les agradezco que estén y compartan su mirada.
Y algo muy significativo es que si el club es guiado por una mujer, la participación masculina es casi nula". José Pedro de la Carrera plantea matices. "En nuestros talleres hemos visto una presencia pareja de hombres y mujeres. Más que una diferencia de género, hay un perfil común de personas inquietas y con ganas de aprender por el placer de aprender. Tienen de 25 años hacia arriba y provienen de los lugares más diversos". Un gran momento "Es muy simple", dice Francisco Mouat sobre cómo escoge libros para su taller. "Durante el año, leo muchos libros. Voy separando, marcando y eligiendo aquellos que podrían ser parte del taller del año que viene. En septiembre, octubre o a más tardar noviembre, ya tengo decidido lo que leeremos el próximo año.
Libros que me gustan, y que pienso ayudarán a animar buenas conversaciones". A la hora de escoger libros, "las posibilidades son infinitas", agrega Daniela Correa. "A veces una temática ayuda a la elección de los libros. Puede ser tan general como `La vuelta al mundo' con novelas de diferentes países.
O más específica, como `Autoras latinoamericanas contemporáneas'". Mouat reconoce que ese momento en que envía la lista con la selección arbitraria de títulos "es magnífico" y agradece la complicidad que se cultiva en los cuatro grupos que dirige. "Me ha regalado una forma de felicidad que sin duda está entre las mejores cosas de mi vida". ¡Recomendado! El auge de los... VIENE DE E 1 `` Hay preguntas, pero no son conversaciones. Preparo cada sesión como si fuera una clase especial.
Hay anécdotas y humor, pero sobre todo información"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . MATÍAS RIVAS `` No creo que estemos inventando algo nuevo, pero la redes sociales han ayudado a visibilizar estos grupos y hacerlos crecer"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . SOLEDAD RODILLO `` La conversación es abierta y libre, pero siempre volvemos a la literatura, a la experiencia de leer la obra.
Y siempre pido que lean con un lápiz en la mano"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. DANIELA CORREA `` Hay un perfil común: personas inquietas y con ganas de aprender por el placer de aprender, de 25 años hacia arriba"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . JOSÉ PEDRO DE LA CARRERA `` Creo que hombres y mujeres disfrutan por igual de la lectura, pero las cifras confirman que hay más mujeres en estas instancias.
No sé si es por un asunto de tiempo o de convención social"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. CATALINA IBÁÑEZ `` Ese momento es magnífico: enviar la lista con la selección arbitraria de títulos para nuestras futuras sesiones"... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. FRANCISCO MOUAT Francisco Mouat comenta que "en los talleres, la gracia es elegir libros que estimulen la conversación y el intercambio". De este año menciona "Volver la vista atrás", de Juan Gabriel Vásquez; "Ruth", de Adriana Riva; "Letras torcidas", de Juan Cristóbal Peña; "La búsqueda", de Cristóbal Jimeno y Daniela Mohor, y "La vegetariana", de Han Kang.
Contacto: www.librerialolita.com/club-lolita Catalina Ibáñez cita la especial acogida de "Las Gratitudes" (Delphine de Vigan) y "Mi familia y otros animales" (Gerald Durrell. "Este año, `El coronel Chabert', de Balzac, ha sido todo un éxito". Contacto: +569 97019651 y cataibanezm@gmail.com Matías Rivas recuerda "la fascinación que produjo leer a Safo y conocer el mundo que habitó. O cuando leímos `Pura pasión' de Annie Ernaux, un libro que remueve. Al poco tiempo ganó el Nobel y fue una satisfacción.
También me acuerdo de las `Conversaciones con Marcel Duchamp', que le abrió a muchos el mundo del arte contemporáneo". Contacto: Tallerescrituramr@gmail.com Soledad Rodillo nombra, entre los libros que han causado revuelo y discusión en su taller, "El despertar", de Kate Chopin; "Frankenstein", de Mary Shelley; "El quinto hijo", de Doris Lessing; "Canción dulce", de Leila Slimani; "Sobre los huesos de los muertos", de Olga Tokarczuk, y "La campana de cristal", de Silvia Plath.
Contacto en IG: @solerodillo "Todo cuanto amé", "Léxico familiar", "Hamnet", "Años luz" y "Las malas' son libros que han marcado los clubes organizados por Daniela Correa. "También escritoras como Guadalupe Nettel y Delphine de Vigan son muy queridas y las seguimos leyendo", cuenta.
Se acuerda de conversaciones profundas surgidas de libros como "Desierto sonoro", de Valeria Luiselli; "Escrito en el cuerpo", de Jeanette Winterson; "Yo maté a un perro en Rumanía", de Ulloa Donoso; "El sentido de un final", de Julián Barnes; "La madre de Frankenstein", de Almudena Grandes, y "La montaña mágica" (leída en pandemia). Contacto en IG: @alejandriachile Entre las figuras con más convocatoria en los cerca de 200 talleres de su plataforma, José Pedro de la Carrera cita a Mariana Henríquez, Alejandro Zambra, Piedad Bonett y Leonardo Padura. Contacto: www.talleresdebolsillo.com En los últimos años, una serie de famosos han dado a conocer sus listas de lectura, entre ellos Barack Obama, quien ha incluido dos libros de Benjamín Labatut en sus sugerencias. Entre las estrellas del cine también hay varias (casi todas mujeres) que formulan recomendaciones, como Emma Watson, Natalie Portman y Anya Taylor Joy. La actriz y productora Reese Witherspoon tiene un popular club --Reese's Book Club--, en el que mes a mes comparte títulos que tienen a una valiosa mujer al centro de la historia. Pero la decana en estas lides es la animadora estadounidense Oprah Winfrey, quien lanzó su club en 1996, el que sigue vivo hoy, en distintos formatos. Su influencia es grande y ha transformado en best sellers muchas de sus sugerencias.
El autor Jonathan Franzen se negó una vez a ir a su programa, pero luego --convenientemente-hizo las paces con Oprah, quien ha recomendado desde obras de Tolstoi hasta libros de Claire Keegan, pero también otras más discutidas. "Ella crea una falsa equivalencia entre los libros de distinta calidad", han dicho algunos críticos. Entre las cantantes-lectoras está Dua Lipa, quien comparte su amor por la lectura en su sitio "Service95", donde comenta sus recomendaciones.
Dice que nunca sale sin un libro y ha incluido a la autora chilena Daniela Catrileo en sus preferencias. "Su Majestad la Reina elige cuatro libros favoritos, uno por cada estación del año", dice el sitio "The reading room", creado por Camilla Parker Bowles hace cuatro años. Ha tenido un éxito resonante: hoy reúne a 12 millones de lectores de 173 países. Tiene un popular pódcast y organiza festivales de autores que reúnen a cerca de 20 mil personas. Entre los autores recomendados por la reina de Inglaterra figuran clásicos como E.M. Forster, George Orwell, D.H. Lawrence y George Elliot. También autores recientes como Hillary Mantel, Michael Chabon, Amor Towles y Alan Bennett. El "reading room" de la reina Camilla tiene 12 millones de seguidores. AFP La cantante pop Dua Lipa recomienda libros en "Service 95". JORDAN STRAUSS/INVISION/AP Varias celebridades y una reina CRISTÓBAL VENEGAS Libros que generan conversación.