Chile y el desafío en personas mayores
Chile y el desafío en personas mayores Si bien el envejecimiento es parte del ciclo vital, es considerado casi como una enfermedad en la sociedad de la inmediatez y el consumo.
En las últimas tres décadas, la proporción de personas mayores de 60 años en Chile ha aumentado en diez puntos porcentuales, proyectándose que para 2050, más de un tercio de la población de nuestro país estará compuesta por este grupo etario, según el INE. Las políticas públicas son esenciales para afrontar positivamente este avance.
Si bien el Ministerio de Desarrollo Social y Familia creó el Fondo Nacional Adulto Mayor para potenciar su autogestión, autonomía, integración e interrelación, la sexta encuesta realizada por la UC y la Caja Los Andes (2022) reveló que dentro de los indicadores que afectaron gravemente a los mayores tras el estallido social y la pandemia del COVID-19 sólo pudieron recuperarse en términos de acceso a la salud y el transporte. La sensación de soledad, sin embargo, ha aumentado desde 2016. Las preocupaciones de los adultos mayores incluyen el temor a la dependencia, pérdida de seres queridos, enfermedad y asaltos. Lo anterior, nos llama a preguntarnos si como sociedad estamos respondiendo a la realidad del envejecimiento y sus consecuencias. Pese a algunos lentos avances, persiste la discriminación en la búsqueda de empleos, insuficientes coberturas de salud y el gran dilema de la pensión digna que aflige a muchos. Los actores sociales consideran más relevantes otras prioridades, dejando áreas como la recreación, deporte, cultura y educación para personas más jóvenes. La valoración de mayores no existe y las calles se vuelven agrestes para ellos, la educación continua es escasa y las enfermedades que los afectan requieren de onerosos tratamientos. Los jóvenes, por su parte, sin afán de integración son sorprendidos ante el Alzheimer o la demencia senil, sin saber cómo acogerlos. El abandono y la soledad se tornan agudos en situasaber cómo acogerlos. El abandono y la soledad se tornan agudos en situaRicardo Bocaz Sepúlveda Psicólogo y Vicerrector UDALBA Chillán ciones socioculturales y económicas complejas. Es por ello que el trabajo interdisciplinario e intersectorial es una oportunidad para comprender las condiciones individuales de cada persona mayor. Es así que la vejez corresponde a una construcción bio-psico-sociocultural, afectada por dimensiones económicas, políticas y sociales que atraviesan la vida cotidiana. Por ello, el trabajo debe abocarse a identificar y socializar del proceso de envejecimiento.
La evaluación de las políticas públicas en Chile revela problemas como la baja integración social y la vulneración de derechos, junto a la escasez de profesionales especializados en sistemas públicos de atención y la falta de presupuesto y fiscalización en lugares de larga estadía que afectan el bienestar de los adultos de este segmento etario. La falta de valoración sociocultural requiere una intervención sistémica, intersectorial e interdisciplinaria que considere la actualización de mecanismos y protocolos para mejorar la calidad de vida de las personas con más experiencia que nosotros..