EDITORIAL: ¿A quién le hablan los candidatos?
EDITORIAL: ¿ A quién le hablan los candidatos? F altan cinco meses para la primera vuelta presidencial y las encuestas --la última es la ICSO-UDP, conocida esta mañana-han mostrado, en general, cambios poco significativos en la carrera.
En la derecha, José Antonio Kast continúa en un ascenso lento pero persistente, que le ha permitido alcanzar a Evelyn Matthei, sea en intención de voto, valoración positiva o liderazgo, dependiendo lo que mide cada estudio. La candidata de Chile Vamos parece haberse estancado en su crecimiento, pero ambos no se sacan realmente ventaja. De ese lado del espectro, la única novedad significativa es la pérdida de impulso de Johannes Kaiser, postulante del Partido Nacional Libertario. En el oficialismo, en tanto, a 17 días de la primaria, la competencia parece irse consolidando entre la exministra del Interior Carolina Tohá, y la exministra del Trabajo Jeannette Jara. La candidata del PPD y el PS partió con ventaja, pero en los últimos sondeos la abanderada del PC ha acortado las distancias. Más rezagado aparece el diputado Gonzalo Winter, postulante del Frente Amplio. Buena parte de la responsabilidad de que la campaña presidencial no «prenda», en todo caso, es atribuible a los propios candidatos, y su dificultad para escuchar a sus potenciales votantes y conectarse eficazmente con ellos. Parecen más preocupados de evitar los contrastes, cuidar extremadamente las formas y no incomodar a sus adversarios inmediatos. Es evidente, en este contexto, cómo se han resistido a tensionar el discurso y fijar definiciones políticas que sean capaces de entusiasmar y movilizar al electorado. El episodio de las declaraciones del economista Óscar Landerretche, y cómo el comando de Tohá de desmarcó rápidamente de sus juicios respecto del Frente Amplio, es ilustrativo de dicha disposición. Para Matthei, en tanto, la interminable seguidilla de anuncios de nuevos voceros y parlamentarios que se suman a su comando lo ha vuelto un recurso vacío. La falta de tensión del debate electoral parece menos dañina, además, para Kast y Jara, que cuentan, en apariencia, con un electorado más duro y fiel. Y perjudica especialmente, en cambio, a Matthei y Tohá. En el caso de la primera, como ha dicho Paulina Valenzuela, socia fundadora de la consultora Datavoz, en distintas entrevistas, no queda claro «a quién le quiere hablar» en su campaña.
En el caso de la exministra de Interior, como ha advertido en estas páginas Damián Trivelli, socio de la consultora EK, «necesita ampliar su base, sumar votantes menos ideologizados, reconectar con quienes se desencantaron». En el caso del oficialismo, la franja televisiva, que comenzó ayer y se extenderá por dos semanas, y el despliegue territorial y comunicacional de los comandos y los partidos en la recta final de la campaña de primarias, evidentemente podrían modificar estos indicadores. Para Matthei y Chile Vamos, que decidieron medirse en primera vuelta, hay más tiempo. Pero ese margen tampoco es infinito.
Al revés, las campañas estancadas o en retroceso suelen ser un terreno más fértil para las acciones efectistas o desesperadas que para las buenas ideas. "Es evidente como se han resistido a tensionar el discurso y fijar definiciones políticas que sean capaces de entusiasmar y movilizar al electorado". ¿A quién le hablan los candidatos?.