SISTEMA TRIBUTARIO REGRESIVO Y POLÍTICAS SOCIALES MAL ENFOCADAS: Cómo el Estado incide en que Chile sea el país más desigual de la OCDE
Mejorar la recaudación tributaria a través de un mayor impuesto a la renta y enfocar redistribución a personas de menores recursos figuran entre las recetas de los expertos para disminuir la brecha con los países desarrollados.
En esa línea, destacan que el anuncio del Gobierno de crear un ingreso mínimo garantizado de $350 mil *va en la línea correcta”, El índice de Gini de nuestro país es el más alto entre los 35 países que conforman el organismo Lorigen de las demandas sociales que han surgido en las últimas semanas según muchos expertos tiene una explicación: la desigualdad de ingresos en el país. Y si bien en los esta brecha se haido reduciendo, Chile se mantiene como el país más desigual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) después de impuestos y transferencias. Esa es la conclusión que es posible obtener con los datos del organismo internacional que mide el coeficiente de Gini —herramienta para el cálculo de la desigualdad— entre sus países miembros.
De acuerdo con las últimas cifras disponibles en la página web de la entidad, Chile tiene un coeficiente de Gini de 0,50 —en un rango entre O y 1, en que O significa que todas las personas tienen el mismo ingreso y 1, que una persona tiene todo el ingreso— antes de impuestos y transferencias.
Este número es similar al de países desarrollados como Japón, Austria o Bélgica; eincluso menos desigual que naciones como Finlandia, Alemania, Reino Unido, Italia, Francia, entre otros (ver infografía). Este escenario cambia una vez que el Estado recauda impuestos y los distribuye a programas sociales por la vía de transferencias. Tras este proceso, Chile se instala como el país más desigual de la OCDE con un coeficiente de Gini de 0,46, al igual que México.
Lejos de países que lo siguen en desigualdad como Estados Unidos (0,39) o Lituania (0,38). Sistema tributario regresivo y transferencias monetarias son la raíz del problema ¿ Qué explica la brecha que se genera entre Chile y gran parte del resto de los países de la OCDE tras el pago de impuestos y transferencias? Andrea Repetto, directora del think tank Espacio Público, plantea que el sistema tributario chileno no está diseñado para redistribuir ingresos. “Buena parte de la recaudación proviene del IVA, un impuesto al consumo que es regresivo, porque las personas de bajos recursos dedican una fracción más importante de sus ingresos a pagarlo que quienes tienen más.
Por su parte, los impuestos a la renta que debiesen reparar esta inequidad no son progresivos, porque quienes generan rentas empresariales tienen acceso a un conjunto amplio de beneficios y exenciones que les permiten reducir su carga tributaria”, explica la economista.
El presidente de la Comisión Nacional de Productividad (CNP), Raphael Bergoeing, coincide con el diagnóstico de Repetto respecto de la regresividad del sistema tributario chileno: “Los países desarrollados, en comparación con Chile, recaudan más por la vía de la renta que porel IVA.
Mientras en la OCDE la recaudación por impuesto a la renta corresponde al 10% del PIB, en Chile es solamente cercano al 2%”. Otro elemento clave —explica Bergoeing— es que los países de la OCDE cuentan con sistemas de transferencias monetarias que en Chile son mucho menos comunes. “Por eso nuestro índice de Gini mejora poco Estado”, complementa. La directora ejecutiva del Observatorio del Gasto Fiscal, Jeannette von Wolfersdorff, plantea que los problemas de redistribución hay una corresponsabilidad del Estado y de las personas con mayores ingresos. “Ellos han influenciado en la actual estructura tributaria, y no ha sido acorde a los intereses de largo plazo de su propio sector. La evidencia muestra que la desigualdad hace mal no solo a algunos sectores dela sociedad, sino que a la sociedad entera, y también reduce la capacidad de crecimiento de los países”, afirma.
En tanto, el investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP), Andrés Hernando, plantea que en los países desarrollados no más de un cuarto del cambio en la desigualdad se debe al sistema tributario y sobre el 75% del mismo, a las transferencias monetarias que realiza el Estado. “La evidencia parece indicar que, efectivamente, no es el mercado o la situación laboral la causa de nuestra desigualdad de ingresos, sino la inefectividad del Estado”, esboza.
Ingreso mínimo garantizado anunciado por Piñera surge como una de las soluciones Para Repetto, que también es presidenta de la Fundación para la Superación de la Pobreza, parte de la solución implica revisar la política social, “que en muchos ámbitos está focalizada en exceso” y que, además, delega en el mercado la provisión de bienes y servicios que debiesen ser provistos por el Estado. Asimismo, propone utilizar el sistema tributario para reparar inequidades. “Se debe reducir la relevancia del IVA en la recaudación y elevar los impuestos a la renta, que son los impuestos que pueden imprimir progresividad en el sistema. Para ello, hay que revisar un conjunto de exenciones que favorecen a quienes obtienen rentas empresariales y que no se explican por motivos de eficiencia. También hay que fortalecer la norma general antielusión”, agrega. En tanto, Bergoeing señala que la solución pasa por reducir la elusión (y evasión) en los tramos más altos y aumentar el pago tributario por ingresos del capital.
“Más que buscar cobrarlos vía impuestos a la renta, probablemente el esfuerzo debe ir avanzando hacia mejorar la recaudación vía impuestos al patrimonio, a la tierra, a las rentas del capital financiero, etc.”. Dicho esto, el exsuperintendente de Bancos e Instituciones Financieras añade que la principal diferencia entre la OCDE y nuestro país es el sistema de transferencias monetarias. “Mientras en Chile estas representan el 2% del PIB, en la OCDE, en promedio, son casi el 5%. La mejor manera para hacerlo, dada la evidencia internacional, es vía un mecanismo de ingreso mínimo garantizado. En ese sentido, la propuesta del Gobierno de complementar los sueldos con un pago adicional financiado con el presupuesto es correcta. Ha demostrado ser eficaz y afecta poco las decisiones laborales. De hecho, tiende a reducir la informalidad, reduciendo la precariedad de los que menos tienen”, explica. Hernando, del CEP, cree necesario y deseable tener un sistema tributario más progresivo, porque esto contribuye a la percepción de justicia. Del mismo modo, valora la propuesta de que el Estado garantice un ingreso mínimo, pero que tiene algunos problemas de incentivos que hay que analizar. “Por ejemplo, puede promover que las empresas reduzcan los salarios que pagan porque un trabajador recibirá $350 mil independiente de si la empresa le paga $301 mil o $330 mil”, explica. Por su parte, Von Wolfersdorff propone una mejor redistribución de recursos desde el Estado, acusando “opacidades estructurales” en el actual sistema presupuestario. “Desde el Observatorio del Gasto Fiscal consideramos que esto no es tolerable frente a los desafíos fiscales que tenemos en Chile”, enfatiza. Además, agrega una idea innovadora que permitiría una redistribución de recursos desde las personas de mayores ingresos al segmento más vulnerable de la población. “Un modelo posible sería que personas naturales de mayores patrimonios realicen aportes —como, por ejemplo, una parte de la propiedad de empresas— a un fondo soberano de patrimonio que se gestionaría de forma autónoma. Este fondo podría posteriormente recibir valores adicionales, por ejemplo: en caso de herencias.
Sus dividendos podrían abordar desafíos de corto plazo, como financiar transferencias monetarias directas a ciudadanos chilenos, por ejemplo: a los pertenecientes al decil más pobre de la población”. Junto con ello, añade la también directora de la Bolsa de Comercio de Santiago, este fondo debería invertir en mejorar la competividad de nuestra economía, “con el objetivo de sustentar un crecimiento sostenible que logre financiar suficientes niveles de bienestar en el mediano y largo plazo”.