Autor: DIERK GOTSCHLICH
Los hitos del Simce que podrían terminar si se aprueba la nueva propuesta del Mineduc
. A diferencia de lo que se ha planteado desde la cartera, especialistas coinciden en que los resultados del examen deben ser públicos, y que al menos una parte del sistema sea censal y comparable entre años. El Simce se inicia en 1982 como un proyecto más bien académico, con el apoyo de la U. Católica, bajo el argumento de generar diagnósticos censales de los escolares para investigación y así conocer más sobre el desempeñoanivel general. Pero poco a poco fue ganando relevancia hasta convertirse en lo que hoy representa. Actualmente el instrumento está en medio del debate, luego de que el Ministerio de Educación planteara reemplazarlo nueva herramienta, de la cual aún se desconocen los detalles.
Habiendo culminado el análisis a la propuesta del Mineduc, luego de seis semanas, los consejeros del Consejo Nacional de Educación (CNED) trabajan en la redacción del acuerdo que se entregará a la cartera para su posterior re= solución. Desde ya, existen varias dudas sobre qué ocurrirá con la medición, y si se mantendrán los hitos en los que se avanzó en sus más de 30 años como instrumento oficial.
Resultados públicos Entre esos hitos, por ejemplo, está que hace más de dos das los resultados del Simce comenzaron a publicarse para que así apoderados pudieran conocer los datos de los establecimientos, como también para que los propios colegios pudieran reaccionar a sus rendimientos, y que las autoridades supieran dónde focalizar recursos.
Respecto de ese punto, el director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, plantea que “esa fue la época de gloria de las intervenciones del Estado y se apoyó mucho a los colegios que más lo necesitaban, y el Simce fue clave para eso”. Se suma a ese argumento Sebastián Izquierdo, coordinador académico del Centro de Estudios Públicos (CEP), quien con= sidera que es una medición fundamental para los propios establecimientos: “Parte esencial del Simce es su rol informativo hacia las comunidades.
Fue así queal incorporar los Estándares de Aprendizajes a los meros puntajes, se permitió transmitir un mayor detalle de la distribución de los estudiantes según el nivel de aprendizaje, con descripciones claras de lo que deben saber y ser capaces de hacer”. Sin embargo, según ha adelantado el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, la propuesta del Mineduc considera eliminar esa publicación de resultados para evitar las “externalidades negativas” del sistema y evitar la competitividad, así como la “categorización, establecimiento de rankings e incentivos económicos que muchas veces son perversos”. Ese foco preocupa a especialistas de distintos sectores, que apuntan a quees clave que exista transparencia en el proceso y en sus resultados. MEDICIÓN. — La última vez que se tomó el Simce fue en 2018. Luego, el estallido y la pandemia lo impidieron. En la foto, la entrega de resultados hace cuatro años. Sé Joaquín Brunner, académico de la U.
Diego Portales, opina que “es un deber del Estado informar a la sociedad en su conjunto, anualmente, casi como una cuenta anual que el mi nistro hiciera frente al país con los datos del Simce, como se hace en otros países”. En ese sentido, añade que “si se van o no a armar rankings me parece que es una discusión un poco ridícula, porque una vez que hay información está también la posibilidad de armar rankings.
Lo que hay que hacer es enseñar bien a mostrar cuáles son las limitaciones de esos rankings, y a no transformarlos en una especie de súper indicador de la calidad de la educación”. Mecanismo censal Otro aspecto que se mantiene endudaesel caráctercensalo universal que tiene la prueba, en la que históricamente se ha evaluado a todos los estudiantes de un determinado nivel al mismo tiempo.
Esto no fue considerado en un inicio por el Mineduc, que apunta que la aplicación censal representa un gran gasto de recursos y un estrés para el sistema, por lo que bastaría un instrumento muestral para identificar ciertas tendencias en el aprendizaje y el avance de los estudiantes. Los especialistas coinciden en que es clave mantener una aplicación censal para tener un panorama general del desempeño de los alumnos.
Brunner considera que “dentro delo perfeccionable que podría ser el Simce, lo que hay que retener en cualquier caso es la idea de una evaluación sistemática, periódica, del avance de los aprendizajes de los estudiantes”, y que “la idea de algunos de que estaríamos mejor sin evaluaciones de ninguna forma, me parece que es un error completo y no hay experiencias de algún país que haya borrado las evaluaciones estilo Simce dentro del abanico de instrumentos con que busca mejorar la educación”. Con todo, el exministro plantea que “si ha de haber una combinación mejor entre censal y muestral, creo que es algo perfectamente razonable, y también sería razonable reducir el número de evaluaciones”. Comparable entre años Un aspecto que también ha sido polémico es que con una modificación al sistema podría pes derse la capacidad de comparar los resultados entre años, sobre todo luego de que el instrumento no se ha aplicado desde 2018. De hecho, según han planteado distintas voces, comparar esos resultados con los de este año permitiría identificar el impacto de la pandemia en los aprendizajes de los alumnos.
Rodríguez apunta que “si el objetivo sigue siendo el mismo, que es conocer de la manera más válida posible el desempeño de losestablecimientos y monitorearlos, eliminar el Simce de este año es una decisión muy poco recomendable, dado que se va a perder la mejor posibilidad de medirla pérdida de aprendizajes en la pandemia”. En ese sentido, señala que “el CNED debe ser capaz de mantenerla continuidad y consistencia dela política, y no que sea borrada de un plumazo solo porque ministro decide que así debe ser (.... El consejo debe dar una y resguardar el carácter estandarizado y censal”. Concuerda Brunner, quien concluye que “el Simce no ha permitido ver cómo está avanzando cada alumno, pero sí los cursos, y eso debiera seguirse haciendo cada año porque esa es la manera de ir calibrando las políticas educacionalesen la sala y a los colegios les permite implementar programas de mejoramiento”. + años cumpliría sin aplicarse la medición, si es que no se lleva a cabo a finales de 2022, ya que la última vez fue en 2018.6 escenarios de presupuesto propuso la Agencia de Calidad para aplicar el instrumento este año, El instrumento lleva más de 30 años como medición para analizar el desempeño del sistema educacional: