Autor: Por: Rodrigo M. Ancamil
Tratamientos para poner fin a la hiperhidrosis primaria
La sudoración en exceso afecta a alrededor del 1% de la población mundial. Para controlarla existen una serie de tratamientos que van desde medicamentos, cirugías, entre otros. Sudar es parte natural de las funciones de nuestro cuerpo, por lo general, transpiramos en promedio 500 cc por día, aunque gracias a que este se evapora puede pasar desapercibido. Si realizamos una actividad física mucho más exigente o estamos expuestos a temperaturas más altas, esta cantidad puede aumentar hasta 10 litros. Pero si transpiramos de forma constante, aún estando bajo condiciones podemos estar frente a una hiperhidrosis. La hiperhidrosis primaria, suele ser la más frecuente y afecta a alrededor del 1% de la población general, y afecta a regiones específicas del cuerpo como el rostro, axilas, Manos y pies. Esta sudoración ocurre de forma espontánea y se puede incrementar a medida que una persona se enfrenta aaltas temperaturas o situaciones de estrés. Por lo general quienes padecen de hiperhidrosis primaria presentan las primeras señales a temprana edad, haciéndose más notoria en la pubertad y disminuyendo después de los 60 años.
“No afecta a muchas personas, pero cuando afecta es bien compleja porque es una hipersudoración en momentos donde uno no debería sudar por falta de estímulos (como la temperatura o la actividad física) y su causa es desconocida.
Algunos doctores la describen como idiopática, pero hay una asociación de herencia, es decir las personas que sudan normalmente tienen familia directa que ha tenido este problema, principalmente palmo plantar y axila, aunque también en zonas como el cuero cabelludo y la cara”, comenPersona tiene sus particularidades y la hiperhidrosis presenta un patrón común para todos.
Es el médico que hace una evaluación precisa de cuáles son las zonas que más suda esa persona y determina cuál es la conducta terapéutica más idónea para cada caso”, Beatriz Arteaga, directora Escuela de Técnico Nivel Superior Enfermería de la Universidad de Las Américas. Depende de cada paciente ta Beatriz Arteaga, directora Escuela de Técnico Nivel Superior Enfermería de la Universidad de Las Américas. Para detener la hiperhidrosis primero hay que identificar cuál es la que afecta al paciente. En el caso de la hiperhidrosis secundaria es provocada por otras enfermedades que generan la sudoración, por lo que en estos casos hay que centrarse en controlar esa enfermedad para detener la hiperhidrosis secundaria. Es importante que un médico evalúe al paciente con hiperhidrosis para poder diagnosticar las causas y que pueda entregar el mejor tratamiento. Dependiendo de cada caso se le puede aplicar al paciente un tratamiento de terapias conductuales, entregar medicación que aminore la sudoración, la aplicación de toxinas botulínicas e incluso cirugías para acabar con la hiperhidrosis. “El tratamiento es principalmente farmacológico está indicado por el médico, generalmente por dermatólogos, pero los médicos generales también lo pueden dar. Son fármacos que son para evitar el sudor, fármacos anticolinérgicos, que bloquean la estimulación del sistema nervioso simpático.
Por ende, disminuye o se bloquea la acción de la glándula y no suda La otra línea de fármacos que se utiliza en estos cuadros tiene que ver con disminuir la estimulación general del sistema nervioso central”, indica Arteaga Una solución más definitiva para algunos tipos de hiperhidrosis y detenerla es la cirugía, llamada simpatectomía, que es mínimamente invasiva y ambulatoria.
“La cirugía actúa muy parecido al principio de la toxina botulínica, hace un bloqueo de los nervios periféricos que estimulan la sudoración y se utilizan en aquellos pacientes en que todos los otros procesos terapéuticos no han dado resultado. Suele reservarse para casos más especiales porque además es más costosa”, señala la experta