Autor: Por JULIETA GARAGAY RAMOS
ANTONIA JARA UNA CHILENA EN EL CENTRO DE LA MODA SUSTENTABLE
S el primer día de agosto. Son las cuatro de la tarde en Londres y hay 26 grados, lejos de la ola de calor que habían tenido la semana anterior. Antonia Jara Contreras, diseñadora de la Pontificia Universidad Católica (PUC) y directora creativa de Saltyco, está cuidando a su hijo de tres meses, Michael Jr. Stewart, en su departamento en Fulham, un área al suroeste de la capital del Reino Unido.
En el Royal College of Art, junto a Julian Ellis Brown, Neloufar (Nelly) Taheri y Finlay Duncan, Antonia Jara creó Saltyco, una empresa que utiliza la La diseñadora radicada en Londres creó telas fabricadas con plantas provenientes de las turberas, humedales que tienen un rol clave en el almacenamiento del agua y captura de carbono.
Saltyco, la empresa que fundó junto a tres compañeros de la Royal College of Art, fue premiada con el Global Change Award 2022. agricultura regenerativa en los humedales conocidos como turberas para fabricar textiles sustentables para el planeta.
Su primer producto, Bio Puff, es una alternativa de origen vegetal al plumón de ganso o los rellenos sintéticos, elaborado a partir de las plantas que se encuentran en las turberas, las que tienen como fin curar la tierra dañada de estos humedales, que debido a su mal estado liberan una gran cantidad de dióxido de carbono al ambiente. —Saltyco nació de algo nada que ver, porque partimos trabajando con las costas, con irrigación de agua salada... pero nos dimos cuenta de que las turberas eran un mundo con muchos problemas y que se adecuaban bien a lo que estábamos buscando, que era reparar ecosistemas dañados.
Este año, la empresa científica ganó el Global Change Award de la Fundación H8:M, que busca transformar la industria de la moda de una forma sustentable. —Junto a este premio han sido varias cosas las que nos han impulsado como empresa y nos han puesto en el radar de las marcas de moda.
Entre los reconocimientos que han logrado, Saltyco fue de las primeras compañías en ganar el Vogue Yoox Challenge - The Future of Responsible Fashion, que los llevó a lanzar la primera colección cápsula con Bio Puff.
Además, tres de sus creadores aparecieron en la lista de Forbes 30under30 y han ganado fondos de Future Fashion Factory y de Innovate UK. —Hay mucho dinero gubernamental invertido para reparar las turberas, pero el agricultor no tiene ningún incentivo económico para hacerlo, Con Biopuff les damos un valor comercial a las plantas que se utilizan en esta reparación. Es un gran desafío. Antonia Jara tiene 33 años. Nació en Santiago y vivió ahí casi toda su vida.
En el Colegio Los Andes, donde estudió, le gustaban los ramos de Arte y MateAntonia Jara Contreras es diseñadora de la Pontificia Universidad Católica. mática, por lo que decidió estudiar Arquitectura, pero solo estuvo un año. —Bajé 7 kilos y me estaban dando crisis de pánico. Fue heavy, creo que uno tiene que ser muy apasionado por la arquitectura para sobrevivir y estudiarla. No sabía qué hacer, porque desde muy chica pensé que era lo mío, En 2008 entró a College de Artes y Humanidades en la PUC, programa que recién empezaba en la universidad. Unos años después se tituló como diseñadora. —Me encantó Diseño, pero me costó harto encontrar mi profesión. En 2018 trabajó como diseñadora estratégica en Idemax, una plataforma creativa donde participó de proyectos de innovación con Fundación Semilla, Clínica Vespucio y las isapres Banmédica y Vida Tres. Esta experiencia laboral influyó en su decisión de irse a Reino Unido. —Ahí me di cuenta de que mi conocimiento era muy restringido. Necesitaba perfeccionarme y salir.
Antonia Jara decidió emigrar a Londres en 2018 junto a su esposo, el ingeniero comercial chileno Michael Stewart, para hacer un Ma/MSc de Innovación, Diseño e Ingeniería impartido por el Imperial College London y el Royal College of Art. —Diseño era muy poco valorado en Chile cuando salí de la universidad, no se entendía la carrera muy bien y había muy pocas alternativas para trabajar. Así que nos fuimos. EL PROYECTO Saltyco nació en plena pandemia, en el último año del MA/MSc en Innovación, Diseño e Ingeniería de Antonia Jara. En un ramo, la diseñadora debía formar un equipo para solucionar alguna problemática mundial. Primero se unió con Neloufar Tahini, que es estratega de negocio. —Con Nelky había trabajado antes. Le dijimos a Julian (ingeniero mecánico), que viniera a trabajar con nosotras y dijo que venía con Finley (químico). Así nos unimos. Los cuatro profesionales, provenientes de distintos países, formaron un equipo multidisciplinario. —Juntos decidimos meternos en la industria de la moda y atacar el sobreconsumo de recursos naturales. La idea inicial fue iterando hasta que nos convertimos en Saltyco —dice la diseñadora, y agrega: —Partimos esta empresa en la cocina de mi departamento. Ahí, con una juguera, fuimos viendo cómo podíamos extraer fibras y ver cuáles nos servían y cuáles no.
De acuerdo a la investigación de Antonia Jara y su equipo, entre el 60% y 80% de la huella ambiental total de una marca de ropa proviene de los materiales que usan y las prácti cas utilizadas en su creación.
Los textiles emiten hasta un 10% de todas las emisiones globales de carbono, consumen el 9,8% del agua dulce global y envían una cantidad de ropa equivalente a un camión de basura que va al vertedero cada segundo. Este es el problema que querían atacar. —Buscando fibras alternativas, se nos ocurrió que podíamos explorar plantas nativas en ecosistemas dañados y buscar soluciones textiles con ellas.
Antonia Jara explica que las turberas son un tipo de humedal que son unas reservas de carbono muy ricas, ya que contienen el doble de carbono que todos los bosques del mundo combinados, representando solo una décima parte de la superficie terrestre de los bosques. —Originalmente, las turberas eran áreas pantanosas donde las plantas se biodegradaban hasta la mitad, creando así una reserva de carbono. Pero las personas se dieron cuenta de que también eran ricos en nutrientes, y empezaron a drenarlos. Hoy las turberas, Antonia Jara desarrolló Saltyco, junto a Julian Ellis-Brown, Neloufar (Nelly) Taheri y Finlay Duncan. por sí solas, contribuyen con un 5% de todas las emisiones de CO» terrestres.
La solución para evitar que esto suceda, explica la diseñadora, es volver a humedecer las turberas, pero al hacerlo, el agricultor pierde la capacidad de labrar cultivos convencionales, arriesgando su valor comercial. —Saltyco ofrece un producto derivado de plantas que prosperan en Esto le permite al agricultor regenerar su tierra, obtener créditos de carbono y, al mismo tiempo, conseguir ingresos por la venta de los cultivos a nuestra empresa. La empresa trabaja solo con la parte de arriba de la planta, y las raíces, que son las que reparan el humedal, se quedan intactas. Así, Saltyco puede cosechar todos los años sin intervenir con el ecosistema. Actualmente cosechan en Escocia, Reino Unido (Midlands y cerca de Bristol) y están entrando en un campo al norte de Alemania.
Uno de los desafíos a futuro, explica Antonia Jara, será producir mayores cantidades de material. —Partimos demorándonos una semana en tener 120 gramos de material, pero sabemos que eventualmente la gente nos va a dar hasta toneladas. Hoy tenemos nuestra propia máquina que fabrica.
Ahí te das cuenta de la utilidad de un equipo multidisciplinario. eL FUTURO Antonia Jara dice que su interés por la sustentabilidad no nació en sus años en Chile, sino que surgió en Inglaterra, ya que no conoció la gravedad de la crisis climática hasta que se mudó a este país. —El primer día de clases un compañero me preguntó: “¿ Tienes una posición optimista o pesimista sobre el futuro?”, le dije que optimista, y me respondió: “Que suerte la tuya, yo creo que el mundo va a morir muy pronto” —dice la diseñadora, y agrega: —Acá ya no se cuestiona si el modelo sustentable va a surgir o no, ya no hay otra manera de hacer las cos; —¿ Qué ocurrirá sí la moda no avanza hacia la sustentabilidad? =Si las marcas de moda no realizan un cambio fuerte, las futuras generaciones los harán responsables. Pero están sumamente conscientes de este cambio. Las marcas luchan por encontrar textiles que puedan integrarse en sus cadenas de suministro sin comprometer calidad o costo. El material que produce Saltyco solo se utiliza en prendas de vestir.
YOOX Net-a-Porter, la marca con la que han trabajado, ha creado gorros, carteras, mochilas y zapatos con este relleno natural. —¿ Cuáles son las proyecciones de Saltyco? —Nos gustaría colaborar con marcas de hogar y en lo automotriz, pero por ahora estamos trabajando con siete marcas para lanzar colecciones más adelante, y muchas nos han llamado desde que salimos de la universidad, porque siempre están en búsqueda de materiales nuevos.
El futuro de Saltyco también incluye perfeccionar Bio Puff y escalar la cadena de suministro, que incluye múltiples proveedores de cosechas en el Reino Unido y Europa, construyendo una línea de fabricación de Bio Puff de tamaño comercial.
Antonia Jara dice que si logran restaurar el 3% de las turberas europeas, podrán reducir las emisiones agrícolas de CO: en un 25%. Eso significaría disminuir al menos 100 millones de toneladas de CO» y reemplazar más de la mitad del suministro mundial de plumas de ganso. —Creemos que las turberas y su reparación van a ser una gran parte de nuestra lucha contra el cambio climático. Queremos trabajar con la naturaleza. M