Autor: V. GONZÁLEZ y M. HERNÁNDEZ
OCDE: Tamaño de cursos chilenos podría generar dificultades al reabrir colegios
Número de alumnos se considera “parámetro crítico” en este proceso ESPACIOS La OCDE señala que la distancia entre alumnos podría ser de uno a dos metros, según la contención del virus.
No es para nada un año habitual y el tradicional informe Panorama de la Educación (Education at a Glance), publicado cada año por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también lo refleja.
En su versión 2020, presentada hoy en París, se incluye un documento adicional centrado en el impacto de la pandemia, Al abordar el desafío de reabrir las escuelas, el reporte señala la relevancia de las clases presenciales. Según un estudio de la propia OCDE y la U.
De Harvard, sostiene, “el aprendizaje que ha tenido lugar durante el período de cierre de las escuelas ha sido, en el mejor de los casos, solo una pequeña proporción delo que los estudiantes habrían aprendido en sus colegios”. También se destaca el alivio que el retorno puede significar para las familias que necesitan trabajar, pero se matiza con que estos beneficios deben ser “cuidadosamente contrastados con los riesgos sanitarios”. Y al profundizar en las condiciones para un regreso seguro se apunta al tamaño de los cursos como un “parámetro crítico”. “Países como Chile, Colombia y Japón podrían enfrentar más dificultades para reorganizar sus cursos en grupos más pequeños de estudiantes para mantener una distancia segura entre sus escritorios”, dice el reporte.
Enel apartado que profundiza enlos datos chilenos, se consigna queen la enseñanza básica el país tiene 28 alumnos en sus establecimientos públicos (en contraste al promedio de 21 en la OCDE). En enseñanza media, serían 29 versus 23. Ante este desafío, el subsecretario de Educación, Jorge Poblete, señala que el ministerio ha dado flexibilidad para que, en los lugares donde se ha podido retomar, el funcionamiento se adapte a la realidad local. Por ejemplo, creando turnos de estudiantes.
“En Aysén y Los Ríos hay colegios que han establecido estos sistemas, donde la mitad del curso asiste en la mañana y la otra mitad en la tarde, Otra metodología es que asisten alumnos de forma presencial a la clase, la que es transmitida vía streaming para que alumnos que están en sus casas puedan participar también”, explica. Otras fórmulas La académica Susana Claro, de la Facultad de Gobierno de la UC, considera que la solución más controlada para una apertura sería con grupos pequeños donde se pueda hacer una rápida trazabilidad. “Eso es desafiante para Chile, sobre todo porque los estudiantes por sala son más en los colegios urbanos de contextos socioeconómicos más bajos, donde es más prioritario dar acceso a educación presencial”, detalla.
Sostiene que “esto hace que el desafío sea grande, pero eso no debe darnos por vencidos”. Por esto, plantea priorizar ciertos grupos de estudiantes sobre Otros al abrir, buscando solución que no solo usen las salas, sino también otros espacios públicos o al aire libre. Funcionar por turnos, como sugiere Poblete, le parece una alternativa.
“El desafío mayores tener suficientes profesores, pero se podría partir por los estudiantes que "más necesitan acceso a escuelas, los que tienen más riesgo de retraso en alguna dimensión de desarrollo, viven en mayor hacinamiento con mayor riesgo de violencia familiar”, propone.
El director del Centro para la Transformación Educativa UC, Ernesto Treviño, asegura que País es mencionado, junto a Japón y Colombia, como uno de los que podría enfrentar un panorama complejo para mantener el distanciamiento en las aulas.
“tenemos un problema, efectivamente, de infraestructura y de espacio por estudiante”. Acota que “las medidas que han tomado otros países han sido súper focalizadas en barrios, pues los estudiantes suelen ira la escuela en la esquina de su casa; entonces, es mucho mas fácil. Por lo tanto, es muy desafiante”.