Autor: MICHEL, LEPORATI NÉRON DIRECTOR INNOVACIÓN Y TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA UTALCA DIRECTOR CERES BCA PRESIDENTE CHAFP
CIENCIA VS FAKE NEWS
LAS CEREZAS CHIL ENAS FUERON VÍCTI DEUNA NOTICIA FALSA QU ELM IMPACTO EN TRANS ISOR ERCADO. ¿SON LOS ALIM AS EGENEROUNF UERTE ESD EL COVID-19? ENTOS La grave situación que afectó a las cerezas chilenas en China viene a reafirmar lo que desde hace meses venimos advirtiendo: ante la incertidumbre que se ha instalado respecto de la evolución de la pandemia, cualquier situación que, basada en la especulación y/o la percepción, más allá de la evidencia que la sostenga, e incluso como quedó demostrado en este caso, a partir de noticias falsas, sobre la eventual presencia de SARS Cov2 en alimentos, provoca una onda expansiva de sobrerreacción de mercados, consumidores y reguladores, que a esta altura más que un “efecto mariposa” parece la de una explosión nuclear, afectando incluso la sostenibilidad de los sistemas alimentarios en cualquier puntodel planeta. Afortunadamente, en el último tiempo la consolidación de algunas certezas comienza a cimentar un cambio de tendencia en este panorama global de incertidumbre.
Una de ellas ha sido la reciente divulgación por parte de la FDA y del USDA, respecto a que no hay pruebas creíbles de que los alimentos o los envases de alimentos estén aso dos, osean una fuente probable de transmisión viral del SARS Cov2.
Esta aseveración se basa en el análisis de más de 100 millones de casos COVID-19, a través de los programas de vigilancia de los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, por sus siglas en inglés), en los que hay relativamente pocos casos de detección de virus en alimentos y en los que no se ha encontrado evidencia epidemiológica alguna de que estos, sus envases y/o su manipulación sean la fuente de transmisión y/o transporte del virus.
Esta información es, además, consistente con los hallazgos de entidades como la comisión Internacional de Especificaciones Microbiológicas para los Alimentos, ICMSE; la Organización Mundial de la Salud, OMS y la Autoridad Europea de Inocuidad Alimentaria, EFSA. Resultaimportanteser este tipodecertezas, queeviten alimentar la incertidumbre a través de la transmisión de especulaciones, interpretacioneserróneas, o derechamente noticias falsas, respecto de la relación entre COVIDIO y la manipulación y consumo de alimentos.
En este sentido, es necesario reiterar lo que sabemos desde la evidencia científica: los órganos diana del SARS Co V2 son los del tracto respiratorioyel métodode transmisión principal es de persona a persona, por de partículas en suspensión emitidas porindividuos infectados. Hay escasos hallazgos del virus en los alimentos, envases y/o embalajes y hasta aquí han sido de detecciones de trazas del virus (huella genética), en los queen ningún caso hay evidencia de transmisión delaenfermedad.
Larazón de esto último tiene que ver con que la carga viral necesaria para el contagio por vía respiratoria u oral es muy alta, mientras que las detecciones realizadas en alimentos, envases y/o embalajes son muy bajas, loquerepresentaunriesgo insignificante de contagio al manipulary/o comerlos productos eventualmente contaminados.
A pesar de ello, hemos asistido a reiterados eventos, desde el salmón noruego, hasta las cerezas chilenas, pasando por los camarones ecuatorianos, la carne de ave brasileña y de bovino argentina, todos en China, que han provocado alertas y reacciones injustificadas de parte delas autoridades de los mercados, gene“ando una percepción de riesgo en los consumidores que nada tiene que ver con larealidad y que finalmente puede provocar un enorme daño económico.
Afortunadamente en el caso reciente de las cerezas, la rápida y efectiva reacción del Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, junto a la importante presencia y el intenso trabajo que ha desplegado por años la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile, ASOEX, posicionando la fruta chilena en mercado asiático, permitió una rápida contención de lasituación evitando lo que pudo haber signifi do una debacle de proporciones para la fruticultura nacional. ¡Y todo a partir deuna noticia falsa!