Autor: CARLOS ALONSO
Trabajo a distancia desciende fuerte con apertura de la economía: 6,7% de los asalariados del país se mantiene bajo esa modalidad
Luego del peak de 20,3 % del total de trabajadores con contrato del trimestre junio-agosto de 2020, el teletrabajo comenzó a desacelerarse en línea con el control de la pandemia. Según el Observatorio del Contexto Económico de la UDB hoy 430.958 personas siguen en esta modalidad, de 6.449.284.
De todos modos, es una cifra muy superior a la de antes del Covid: en diciembre 2019-febrero 2020, apenas 40.974 trabajadores estaban bajo esa condición laboral. —El teletrabajo o trabajo adistancia fue una de las medidas fundamentales que implementaron las empresas, en el mundo y en Chile, para poder seguir funcionando en medio delapandemia del coronavirus. Y a decir de los analistas, apuró en el tiempo el avance natural de esta modalidad laboral.
A nivel nacional, en su mayor apogeo, que se produjo en el trimestre móvil junio-agosto de 2020, llegó a superar el 20% del total de los trabajadores asalariados, es decir, de aquelloscon contrato de trabajo, equivalente -en esemomento-a1.105.391 personas.
A medida que la economía se comenzó a desconfinar fue bajando, y de ahí en más se movió en paralelo a losaumentos o retroceso en los casos de Covid 19 y delasrestricciones a la movilidad asociado a ello que impuso la autoridad.
Así, el trabajo a distancia luego de su peak del 20,3 % en el peor momento de la pandemia, se mantuvo en niveles similares hasta el trimestre septiembre-noviembre de 2020, cuando marcó un 15,2 % del total de asalariados, y ya hacia fines de ese mismo año se aceleró su reducción en cuanto comenzaron a levantarse las restricciones, cerrando el ejercicio con una participación de 13,3 %. Luego, tuvo un repunte pasajero durante la segunda ronda de cuarentenas masivas del segundo trimestre de 2021, pero llegando a un máximo de 14,4 %. nuevamente, cuando volvió areabrirse laeconomía, a partir de julio de 2021, continuó la tendencia bajista del teletrabajo hasta llegara los niveles actuales.
Hoy, a dos años del inicio de la pandemia y considerando que la situación sanitaria está bastante controlada -de hecho, desde el 14 de abril ano usar mascarillasen exteriores, las personas que se mantienen en la modalidad a distancia en Chile representan el 6,7% de los asalariados en el trimestre móvil diciembre 2021-febrero de 2022, de acuerdo a un informe del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP). Según sus cifras, en base a datos del INE, esto significa 430.958 trabajadores, de un universo de 6.449.284. Este mismo nivel se ha mantenido estable en los últimos tres meses.
De todos modos, si bien el número es bastante más bajo de lo que se registró durante el peak y buena parte del segundo semestre de 2020, es mayora lo que había antes de comenzar la pandemia: en el trimestre diciembre 2019-febrero 2020, apenas 40.974 trabajadores estaban bajo esa condición laboral, lo que se traduce en un 0,6% del total.
Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la UDP, afirma que “el análisis es que con las restricciones a la movilidad muchas organizaciones se vieron forzadas a tener que implementar el teletrabajo para seguir operando, pero que una vez levantadas dichas restricciones, la mayoría ha optado por volver al formato presencial, porque ha evaluado que los beneficios de la presencialidad son superiores a sus costos”. En el desglose de las cifras, se muestra que las mujeres son quienes más desempeñan labores a través de este sistema, con un 8,4% del total de mujeres asalariadas, frente al 5,4% de los hombres. Otra característica es que quienes más desempeñan trabajo a distancia son personas con completos, llegando en el trimestre diciembre 2021-febrero de 2022 al 77,2 % del total.
Mucho más atrás están quienes poseen estudios secundarios completos, con 12,6 %; educación secundaria incompletarepresenta un 8,3%, y tieneneducación secundaria completa sólo un 2%. Bravo explica que la razón de que sean personas con mayores estudios quienes realicen más teletrabajo sedebea que “la naturaleza de las labores que realiza este segmento de trabajadores son más aptas para ello, ya que suelen ser labores que pueden realizarse mediante Enla mayoría de los empleos de mediana y baja calificación esto no es posible, ya que requiereun esfuerzo físico y presencial del trabajador”. Añade que ese fue un factor clave a hora de analizar el por trabajadores con este nivel educativo fueron mucho menos perjudicados en lo que se refiere a destrucción de empleo, en comparación con el resto de los trabajadores durante la pandemia.
Por área productiva, el informe muestra que los sectores que lideran en teletrabajo son Información y Comunicaciones (35,5 % del total); Actividades Financieras y de Seguros (33,3 %); Actividades profesionales, científicas y técnicas (28,7 %) y Actividades de Servicios Administrativos y de Apoyo (16,6 %). CAMBIOS FORZADOS Pese a quese ha ido desacelerando su utilización, el balance que hace Bravo del trabajo remotoespositivo. “La pandemia forzó empleadores a tener que utilizar este formato laboral, pues era la única manera de seguir realizando las actividades productivas. Esto permitió probar cómo funciona el formato, lo cual, en muchos casos, no se hubiese intentado de no haber existido la pandemia, ya que hay motivos culturales que inhibían laimplementación del teletrabajo.
Hoy existe más conocimiento de las ventajas y desventajas en la práctica de esta modalidad laboral, lo que permite tomar decisiones con mayor información”. Otro cambio que provocó la pandemia fue una mayor regulación para el trabajo a distancia. “Antes de la pandemia existía incerteza jurídica debido a la ausencia de una regulación acabada de este formato laboral. Ahora esa regulación existe, porque forzó a los parlamentarios a tener que aprobar esta legislación. Costó muchos años lograr que el teletrabajo se regulara detalladamente y lo más seguro es que, de no haberexistido la pandemia, aún no tendríamos regulación. Ambos aspectos implican facilitarla utilización de esta herramienta”, puntualiza el economista. Porello, dentro del análisis, la irrupción de la pandemia “sí permitió generar un avance en esta materia.
Es una alternativa que antes era virtualmente inexistente y que hoy está dentro del abanico de opciones, másallá de que no sea un formato mayoritario, y siempre es positivo que haya más posibilidades de adaptabilidad laboral”. Además, menciona que “la sola existencia de este formato laboral demostró ser una herramienta potente para salvar cientos de miles de puestos de trabajo en una situación de restricciones ala movilidad y, en el futuro, puede volver a ser necesaria para permitir la realización de actividadesproductivas.
Poresoes tan importante que ya contemos con una regulación de este formato”. Enfatiza que, aunque el formato de teletrabajo no sea mayoritario entre los trabajadores asalariados, “sí es importante que exista como alternativa y que estéregulado, pues es un formato que para ciertos segmentos de personas es el único que le permite ser parte de la fuery que, de no estar esta opción, simplemente se tendrían que restringir de participaren el mercado laboral”. Finalmenteresalta que “el teletrabajo, trasla pandemia, será más alto que en la situación prepandemia, puesto que hay organizaciones en donde los beneficios del formato son superiores a sus costos”. Q