Autor: BANYELIZ MUÑOZ
La historia del palacio palladiano de 24 habitaciones que se vende en Santiago Centro
La Casa McClure fue construida en 1923 para albergar a una destacada familia de la época El dueño se ha preocupado de preservar el vitral original. Se vivió desde mitad del siglo XIX hasta 1930 en Santiago, Valparaíso y Viña del Mar. Dicho periodo coincide con el boom del salitre, que fueron largos años de bonanza económica para el país.
De esa etapa es el palacio McClure, ubicado en el Barrio República, que hoy está en venta por 50.000 UF ($1.487.977.772). Tiene 981 metros cuadrados de superficie útil que contemplan 24 dormitorios (hoy habilitados como oficinas) y siete baños. Se construyó en 1923 para albergar a una familia, pero con los años fue cambiando de propietarios y tomó otro giro. De hecho, durante el último tiempo funcionó como establecimiento educacional.
El historiador y doctor en Estudios Americanos, Sergio Estrada, académico de la Escuela de Educación de la Universidad Mayor, cuenta que esta obra la realiza el arquitecto Augusto Knüdsen, al igual que todos los palacios que hay en Santiago. "En este caso, Agustín Edwards McClure (hijo de Agustín Edwards Ross y María Luisa McClure) lo manda a construir para su clan”, detalla. -Es una casa muy grande. -Es que son casonas familiares. La familia nuclear no es muy grande (Edwards McClure tuvo un solo hijo), pero el clan sí lo es. Los palacios -en general no son residencias convencionales: son construcciones dedicadas al lujo, al agasajo de los invitados, a dar grandes fiestas. Muchas habitaciones tampoco eran usadas netamente como dormitorio, tenían dife- | a época dorada de los palacios en Chile Hasta antes de la pandemia alojaba oficinas administrativas de una universidad. Hoy busca nuevo dueño que pague 50.000 UF por él. rentes funciones que cambiaban de forma constante, según quien habitase la casa. Los McClure llegaron a Chile en el siglo XIX. "Ellos son parte de lo que se llaman los merchant-bankers: desarrollan el negocio de la banca. Se trató de una familia que venía con cierto desarrollo profesional. Ellos fueron posibilitando y generando una transformación económica súper importante para nuestro país”, remarca Estradea. El dueño de casa fue un importante político, ministro en los gobiernos de Pedro Montt y de Germán Riesco. Tras la crisis económica mundial de los El proyecto cuenta con pilares de gran tamaño en la entrada principal, propios del estilo neoclásico. Las columnas y el arco de la ventana son elementos de la arquitectura palladiana. años 30, muchos de los palacios fueron abandonados por sus costosas mantenciones. "También hay un cambio en la ciudad.
A los barrios en que estaban ubicados estos palacios comienza a llegar la población popular, por lo que dichas familias se empiezan a desplazar hacia el oriente y comienzan a construir nuevas casas con un tono distinto”, señala. Estilo arquitectónico Alberto Texido, doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos y académico de la Universidad de Chile, clasifica este proyecto en la categoría neoclásica, propio del eclecticismo de inicios del siglo XX. Destaca que el mismo arquitecto realizó varios edificios en Santiago, como el edificio Knüdsen, algunos chalets en Pedro de Valdivia y el Cité Santa Teresa.
Uwe Rohwedder, arquitecto y director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central, coincide: “Está inspirado en formas palladianas (estilo del arquitecto italiano Andrea Palladio, quien vivió entre 1508 y 1580): usa columnas con altura, tiene ciertas simetrías en la construcción, también tiene alturas muy distintas a las que usamos hoy. Es una casona de tres niveles: tiene un zócalo y los otros dos pisos deben tener unos cuatro metros de altura. Cada ventana es una obra: algunas son con vitrales y otras cuentan con marcos de madera. También destacan la cornisa con los balaustros (pequeñas columnas en balcones y escaleras)”. "Las familias adineradas construían estos palacios. Pedían estos estilos clásicos por ser fuera de la época: es una reinterpretación de lo clásico”, explica. También en arriendo Tattersall GDA es la compañía que está a cargo de la venta de esta propiedad.
Su subgerenta de arriendos de propiedades, Sandra Betancur, especifica que cualquiera lo puede comprar, pero está adaptada para fines educaciones. "Tiene los permisos para que pueda funcionar una institución de educación, que no son fáciles de conseguir, sobre todo cuando son inmuebles de conservación histórica. Ese es el plus de la propiedad”. Mientras llega el nuevo comprador, la casona también se ofrece en arriendo, cuyo costo es de 150 UF al mes. Son 980 metros cuadrados útiles y cada ambiente es de unos 30 metros cuadrados. "El dueño adquirió esta propiedad hace seis años. Se trata de un particular, no de una institución.
La gracia es que conserva todo lo original de la época: como vitrales en las ventanas y tallados originales en chimenea y maderas de las escaleras y recubrimientos”, precisa. - ¿ Por qué la vende? -La pandemia hizo que se redujeran los espacios y metros cuadrados arrendados para oficinas. En este caso, la gente de administración se fue a teletrabajar y la universidad cedió el espacio.