Acciones para redirigir el fenómeno climático
Para detener esta amenaza global se debe ir mucho más allá de lo que ya se ha hecho. Debe ser una iniciativa de todos, pero principalmente de las naciones y sectores productivos para llegar a un acuerdo y coordinar acciones que eviten un desastre mayor. El informe del PNUMA ofrece nuevas estimaciones sobre como los sistemas humanos han sido responsables de acelerar este proceso.
Mauricio Hernández, académico investigador de la Facultad de Ingeniería y Negocios de la UDLA, y experto en fenómenos vinculados a la regeneración de ecosistemas, explica que hemos "sido capaces de alterar dinámicas y funciones claves de los ecosistemas, como la composición de especies, la fragmentación de hábitats, el flujo de energía y el ciclo químico.
Es así como las formas industrializadas de agricultura, los patrones excesivos de producción/consumo y la resistente dependencia hacia combustibles fósiles, dejan en manifiesto a los sistemas humanos como principales responsables de una liberación industrial arbitraria de dióxido de carbono, y como En un preocupante contexto global la amenaza número uno para la biodiversidad del sistema terrestre”. En esa línea, para generar soluciones concretas que permitan plantear una ruta hacia la mitigación de los efectos del cambio climático, el académico identifica seis puntos clave para atacar este fenómeno. +» Esfuerzo coordinado: aquellas naciones que subyacen el Acuerdo de París deberán actualizar sus contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN), explicando cómo pretenden comprometerse con una reducción de emisiones y generar resiliencia climática para los próximos años. + Más allá de la sostenibilidad: los objetivos sostenibles por sí solos no son suficientes para alcanzar la carbono neutralidad.
El compromiso entre las naciones y sus empresas deberá ser más drástico, y no apuntar solamente a mantener condiciones de sustentabilidad de impacto cero. + Hacernos cargo: es urgente abordar la neutralidad en carbono, la transición hacia energías como el hidrogeno verde, la energía nuclear, la migración climática producto la degradación y/o destrucción de ecosistemas y la restauración y protección de estos para garantizar la prosperidad y florecimiento de la vida + Modificar la visión antropocéntrica: no solo debiésemos adoptar una postura más tajante sobre una economía descarbonizada para detener el aumento de temperatura de la tierra, sino intentar modificar la compresión antropocentrista que la subyace, ya que dicha concepción está modificando drásticamente la dinámica, variabilidad y complejidad de los ecosistemas. E Ecocentrismo: cambiar nuestra forma de ver el mundo es un buen punto de partida.
En este sentido, instituir el ecocentrismo como una cosmovisión que reconoce un valor intrínseco en los ecosistemas y los elementos biológicos y físicos que los componen, podría no solo modificar nuestra forma de abordar el cambio climático, sino que también reconciliar la fragmentada relación entre sistemas humanos y siste Mas naturales. E Hacia la regeneración: posiblemente, todos los principios y soluciones sostenibles son insostenibles en largo plazo si no son también intrínsicamente regenerativos Ser mucho más que sostenibles no debiese ser una opción. Necesitamos más que eso.
Esencialmente, la palabra regenerativo significa: la capacidad de traer a la existencia de nuevo, o algo que crece o vuelve a crecer; porlo tanto, si un elemento, población, ecosistema o cualquier sistema viviente es regenerativo, tiene la capacidad inherente de volver a existir.