Autor: ROSA MARÍA MONTECIMOS Secretaría general Regional Metropolitano Colegio de Prolesoras y Profesores de Chile
CARTAS: Paralizaciones de profesores
Señor Director: Ante la respuesta (ayer) de Escuelas Abiertas (quiénes son, cómo se financian, quiénes están detrás) a la carta de nuestro presidente nacional, consideramos necesario aclarar que las paralizaciones convocadas por el profesorado no son decisiones arbitrarias y antojadizas. Se trata de movilizaciones profundamente legítimas, motivadas por demandas históricas largamente postergadas que afectan tanto a las y los docentes como a las condiciones reales de aprendizaje de las y los estudiantes.
La paralización obedece a la urgencia de visibilizar un sistema educativo precarizado: la creciente violencia escolar, agobio laboral extremo, desatención de la salud mental de las comunidades escolares, infraestructura deficiente, exceso de burocracia y una creciente desprotección de quienes habitamos el sistema educativo. ¿Cómo se garantiza el derecho a aprender cuando no se asegura una educación diana? Aun en este contexto adverso, las profesoras y profesores siguen ejerciendo con vocación, profesionalismo y un compromiso inquebrantable con su labor, Lamentablemente, el debate público suele reducirse a contar los días sin clases, invisibilizando que en muchas ocasiones las clases ocurren en condiciones que no promueyen aprendizajes significativos. No buscamos interrumplr procesos formativos, sino transformarlos. Defender el derecho a la educación implica también exigir que esta sea de calidad, inclusiva, humana y de los derechos de quienes la hacen posible. Las clases interrumpidas duelen, no solo alas y los estudiantes, sino también a miles de docentes, quienes enfrentan descuentos salariales y exigencias de recuperación que profundizan aún más el agobio laboral. La defensa de la educación pública requiere más que llamados a la continuidad: exige voluntad política, inversión real y respeto por quienes la sostienen día a día con esfuerzo y convicción.