Autor: Paola Rojas Mendoza
Librerías abandonan la venta de textos escolares por altos precios
Marzo.
Tradicionalmente en esta época del año las familias se agolpaban para comprar los libros de estudio en estos locales, pero factores como su excesivo valor y la escasez en el mercado hicieron que los comerciantes de este rubro desistieran de ofrecer dicho material académico.
Demás delos uniformes y útiles escolares, una compra obligatoria para muchas familias son los textos escolares, ya sean aquellos libros para algunas asignaturas como los de lectura complementaria, donde los primeros desde algún tiempo vienen en retirada de las tiendas, mientras que los segundos siguen siendo los únicos que se encuentran con mayor facilidad en las librerías osorninas.
Según comentan los comerciantes de este rubro, en los últimos años el monopolio de las editoriales ha hecho que sea un producto con poca competencia, cuyos precios están entre los $40 mil a 50 mil pesos cada uno, con un stock muy limitado, que ha dificultado muchísimo su compra, prácticamente limitándola a la venta online o a través de los mismos establecimientos educacionales.
El precio del papel, que ha subido considerablemente en los últimos meses, también ha influido en el valor de estos textos, los que de un año a otro también sufren ciertas modificaciones, por lo que comprarlos usados a veces algunas tareas de los estudiantes.
CAROS Y ESCASOS La dueña de la librería Cervantes de la calle Lynch, Marlen Bastidas, comentó que en el caso de su local ya dejó de trabajar con los clásicos libros de asignaturas que los estudiantes ocupan para sus clases, ya que las dos editoriales que los elaboran actualmente no los entregaban a tiempo.
“Al final nosotros quedábamos mal con el cliente porque nos decían quelos libros iban a llegar en tal fecha y uno traspasa esa información, pero el libro no llega y obviamente el cliente después se molesta con nosotros”, dijo la comerciante.
Además, ya muy poca gente les consulta por estos textos, debido a que las editoriales llegan a la zona, anunciando su venta con anticipación, pero tampoco traen el stock suficiente para satisfacer la demanda de los escolares. “Ellos vienen a los colegios y hacen un descuento. A nosotros nos descontaban un 18% que era el margen, porque el libro tiene un precio marcado y al público le descuentan un 20% hasta 25%, entonces no podemos competir con eso”, manifestó Marlen Bastidas.
Por otro lado, en las listas también aparecen los textos exigidos como lectura complementaria, donde en el caso dela librería Cervantesese producto también va en retirada, ya que por su alto precio, muchos padres están prefiriendo bajarlos por internet. “Yo me estoy saliendo dela lectura, porque ya muchos de ellos están en internet. Además hay mucha falta de material, las editoriales no tienen los libros que nos piden. Además, cuando yo pido 10 libros me dicen que hay solo tres, así de simple”, expuso.
En el caso de esta librería, la única línea de libros que tienen con stock importante es para nivel preescolar, de nombre Caligrafix, los cuales tiene una gran demanda, pese a su alza en el precio, ya que constaban 6.990 pesos, pero este año subieron a $9.990.
“Esel precio que nos 40 mil 2 editoriales un libro usado a50 mil pesos son los valores ente los que fluctúan los textos abarcan la mayor parte del sistema escolar del país, porloque yen buen estado cuesta entre 20 mil a 25 mil pesos actualescolares este año, lo que significa un gran esfuerzo para las para muchos dueños de librerías esta situación se transformó mente, por lo que muchas familias toman esta opción, siemfamilias que están obligadas por adquirirlos. En un monopolio que no permite tener libros más baratos. Pre y cuando el texto no esté rayado. “Los textos nunca han sido un negocio para una librería, siempre los mantuvimos exclusivamente por nuestros clientes” Mabel Guzmán Dueña Multilibros marca la editorial y tengo que respetarlos, porquesinolo hago me dejan de entregar”, señaló.
YA NO ES RENTABLE En otra conocida librería de la ciudad, como es el caso de Multilibros, la dueña Mabel Guzmán, explicó que ya dejaron de trabajar con los textos escolares, debido a que las editoriales ahora hacen una venta directa a colegios o familias. “Ya no los vendemos, a menos que algún cliente que tenga de años me encargue y en ese yo se lo pido, pero como venta ya no lo hacemos. Las editoriales nos quitaron el derecho de vender textos”, expresó.
Eso sí, esta librería trabaja con todos los libros complementarios que exigen los estudiantes, ya sean de literatura u otros que ayudan en distintas asignaturas, lo que mantienen asegurado todo el año, ya que por un tema económico muchas familias los van comprando a medida que sus hijos los van requiriendo. “Los textos nunca han sido un negocio para una librería, siempre los mantuvimos exclusivamente por nuestros clientes, pero para nosotros económicamente no nos sirve de nada. Nunca ha sido negocio para una librería, sino que al contrario”, sostuvo.
Guzmán agregó que actualmente el mercado nacional de los libros escolares está controlado por solo dos editoriales, por lo que los precios de cada ejemplar son muy elevados, y que sus valores fluctúan entre los $40 mil a 50 mil pesos, pensando además que un estudiante generalmente necesita más de uno y muchas veces tiene más hermanos. “Nosotros no ganamos nada, ellos ganan, por eso nos sacaron. Y eso ha pasa a lo largo de todo Chile.
Si uno llama a cualquier librería le van a decir que no están trabajando con las editoriales”, aclaró la comerciante, DEMASIADO CAROS El alto precio de los libros escolares ha hecho que muchos vean otra alternativa que está en los libros usados y muchos apoderados buscan en distintos grupos el texto que necesitan y los encuentran a muy buenos precios y en buenas condiciones. Ese es el caso de Carola Villanueva, que tiene tres hijos en etapa escolar, por lo tanto debe comprar tres listas.
“Con los dos mayores desde fines del año pasado me puse en campaña para encontrar los libros y gracias a Dios ya los tenemos todos, aunque nos faltan algunas novelas que tienen que leer en el año, pero ya las encontraremos de a poco. Eso sí, tuve que comprar los de mi hija más chica que va en segundo básico y ahí tuvimos que comprarlos nuevos porque ellos los usan para escribir. En estos tiempos no podríamos de otra manera y lo otro esque no todos los libros se encuentran en el mercado”, concluyó.