Columnas de Opinión: Documentales que ponen en evidencia a los salmoneros
Columnas de Opinión: Documentales que ponen en evidencia a los salmoneros Peter Hartmann Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida Mientras las noticias nos traen denuncias de la propia industria, una sobre la muerte de otra ballena en Huilines, Parque Nacional y Reserva de la Biosfera Laguna San Rafael. Esto es al lado de salmoneras de Cooke Aquaculture, empresa que acordó con el gobierno sacarlas de ahi mientras acusa persecución a causa de procedimientos sancionatorios por infringir la ley. Y la otra es una autodenuncia por vertimiento de salmones y sardinas en descomposición desde un "wellboat" no identificado, que no es el primero, pero antes nada se supo. Bueno, mientras tanto, recibimos y vemos dos excelentes documentales filmados parcialmente en nuestra región durante los últimos meses. En ambos se denuncian las tropelias salmoneras, también en Europa.
El primero es "El Imperio del Salmón" un reportaje de la televisión española, Antena 3, que expone impactos de esa industria en la región y la diferencia de ese salmón con aquellos salvajes o criados en Europa y sus efectos sobre la pesca. El segundo, "El Lamento del Mar" es obra de Roberto Jequier Quintas, a quien conocimos unos meses atrás en su paso por la región.
Él es Ingeniero Industrial de la UTFSMy Magister en Ingeniería Ambiental e Infraestructura Sustentable en Suecia, donde reside actualmente y confidencia "que le dedico (al documental) dos años de trabajo, sin mas remuneración que el sentimiento que es lo correcto", Y la verdad es que su obra es impactante, tanto por la belleza patagónica que muestra, también aquella submarina, como por la información que entrega y que en varios pasajes es muy novedosa. Y de una realidad harto escandalosa. Por ahora, hemos visto la primera parte y ella es una oda a la naturaleza y a la Patagonia, incluyendo la hermosura de vistas submarinas. Ahi se escucha y lee varias veces "avaricia" y "contaminación sin control con aval del gobierno", para definir a la industria salmonera. Luego entrega datos duros sobre esa industria que la contaminación es, orgánica, biológica, química y social. En su investigación, Jequier decide desde Suecia ir a Noruega, para desilusionarse de la salmonicultura de allá, en lo que recoge información de ONG's, cuyas investigaciones con medios envidiables, no obtuvieron respuesta gubernamental. O sea, esas cosas no solo nos pasan por acá. Ahi recoge también la ilustración de que una jaula salmonera equivale en restos fecales a un establo con 6.800 vacunos colocado en el mar. En cuanto a la parte chilena, destacan las entrevistas a la bióloga marina Dra. Vreni Häussermann, el periodista Maximiliano Bazán de Terram y la subdirectora de Sernapesca.
En la información que entrega destaca el tema de las floraciones algales y anaerobia y uso de oxígeno, la sobreproducción y el estar operando en margen legal dudoso, mientras la institucionalidad no hace su trabajo existe un acuerdo politico en dejar hacer a la industria. También se muestra la protesta en Chiloé en mayo 2016 como un aviso sobre la crisis existente allá y los efectos sociales. Un dato no menor de estos documentales, es que, así como ocurrió con la palta en el mercado europeo, provocan su impacto en ese mercado y consumidores, un lanco expuesto de esa industria.
Vale agregar que también hemos tenido algunos intentos de llegar a los consumidores japoneses y nos hemos enterado que el salmón "chileno" es considerado como aquel de más mala calidad y por lo tanto de más mal precio en Europa y Estados Unidos.
Si los consumidores de salmón "chileno" tuviesen más información sobre como opera el Estado Salmonero y de su contaminación y tropelias, inclusive alterando áreas protegidas y produciendo con subsidio estatal y corrupción de la politica, otro gallo cantaría. Opinión.